Los niños tienen un instinto innato para aprender cosas nuevas. Hacerlo a través del juego, además de divertido, es una manera fantástica de experimentar, observar e interactuar de forma activa con en el mundo que les rodea.
La pedagogía Montessori fomenta, entre otras cosas, la capacidad natural que tienen los niños de aprender a través del juego, siguiendo su propio ritmo y ofreciéndoles un ambiente preparado y estimulante.
En este sentido, además de poner a su alcance juguetes que se adapten al momento evolutivo que están viviendo, los padres podemos fomentar su aprendizaje y autonomía mientras se divierten. Ya hicimos lo propio con actividades para bebés de 0 a 3 años y hoy le toca el turno a los pequeños de 3 a 6 años:
Plantar semillas
Investigar sobre el proceso que sufre una semilla hasta que se convierte en planta es mucho más divertido y lo interiorizamos mejor si lo podemos presenciar con nuestros propios ojos. Por eso la idea de plantar un semillero (en caso de que no tengamos sitio para hacer un pequeño huerto), es una idea fantástica para introducir a los niños a la naturaleza y los procesos que ocurren dentro de ella.
La mesa de la naturaleza
La idea principal de este juego es explorar nuestro entorno cercano para recolectar materiales (raícez, madera, semillas, hojas secas), que nos invite a investigar sobre él y a hacernos preguntas. Por ejemplo, ¿por qué se caen las piñas de los pinos?
Los bastones de colores
La idea de este juego es asociar la cantidad a su nomenclatura correspondiente y así aprender los números. Podemos incluso incluir bastones de colores diferentes y así extender el juego, como hacer conjuntos, series y alguna pequeña operación matemática.
Resaques metálicos
Se trata de una actividad que estimula los movimientos de la mano y de esta forma preparamos a los niños para la escritura. La idea de esta actividad es utilizar una figura geomética elegida por el niño y utilizarla como guía para dibujarla sobre un papel mediante trazos pegados al resaque.
Con esta actividad practican el trazo, la presión que se deje ejercer sobre el lápiz para escribir y la concentración.
Figuras con pajitas
Otra actividad interesante para los niños de esta edad es hacer figuras geométricas con pajitas. Esto permite que el niño las conozca e interiorice que su nombre depende del número de lados que tiene. Posteriormente puede hacer otras más complejas (una casa, un barco, etc), combinando las figuras que ya conoce.
Geometría con palillos y plastilina
Otra actividad que les va a encantar y que es muy intuitiva para entender conceptos de geometría es hacerlos con palillos y bolitas de plastilina. Es importante preparar las figuras en papel (triángulo, cuadrado, etc), para que ellos puedan saber cuántos lados tiene cada figura y qué forma tiene, pero lo aprenden enseguida y querrán hacer incluso circuitos más complejos.
Iniciación a sumas y restas con palitos de helado
Para hacer esta actividad solo necesitaremos una pizarra y palitos de helado que podemos pintar previamente para que el juego sea más intuitivo. La idea fundamental es que el niño haga pequeñas operaciones sumando o restando la cantidad de palitos correspondientes a los números que le indiquemos. La pizarra nos puede ayudar a enseñarle la grafía de cada número para que lo vaya asocianco con la cantidad.
Actividades con herramientas
A estas edades es importante fortalecer su motricidad fina de cara a las actividades de escritura que empezarán a aprender. Una de las mejores formas en la que lo pueden hacer es a través de las herramientas que utilizamos los mayores (siempre con vigilancia, por supuesto).
En esta categoria, hay varias que podemos facilitarles:
- Clavar clavos en un trozo de madera: para esta actividad debemos preparar una tabla de alguna madera que no sea muy dura. Posteriormente
- Candados y llaves: debemos facilitar a los niños varios candados y llaves de distintos tamaños (que sean apropiados para el tamaño de sus manos), y juntarlos para que los niños encuentren las parejas. Estarán bastante tiempo entretenidos y además les resultará muy divertido.
- Atornillar/desatornillar: esta actividad se puede hacer con herramientas de adulto o de las que venden de madera para los pequeños. En el vídeo podéis ver una idea genial de una tabla que podemos adecuar para ellos para que puedan llevarla a cabo.
Cooperación y autonomía en el hogar
Pero al margen de todas estas actividades lúdico-educativas, es fundamental que desde casa fomentemos su autonomía permitiendo que participen en tareas cotidianas según su edad y desarrollo.
También es importante que adaptemos nuestro hogar para facilitar su autonomía, propiciando siempre el movimiento libre y la experimentación del niño de una forma segura. Cuando son más pequeños, las torres de aprendizaje se convierten en una herramienta indispensable para que el niño pueda participar activamente de la vida en el hogar.
Debemos prestar especial atención a dos estancias de la casa donde el niño desarrolla buena parte de su actividad: la cocina y el aseo.
- En este post te contábamos cómo adaptar tu cocina a la pedagogía Montessori para favorecer la autonomía de los niños.
- En este post puedes leer cómo adaptar el cuarto de baño para fomentar el aseo de los niños según su edad.
También debemos cuidar los detalles de la habitación en la que el niño desarrolle otras actividades, incluido el juego.
- En este post te contábamos cómo organizar el cuarto de juegos por rincones temáticos según la pedagogía Montessori, para fomentar el aprendizaje del niño.
- En este otro post puedes leer cómo organizar el armario de ropa al estilo Montessori para ayudar a los niños a la hora de vestirse solitos.
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