Una de las cosas que nos suelen decir en el cole cuando llegan las vacaciones es que sigan repasando lo que han aprendido durante el año, pero seamos sinceros ¿a qué niño le apetece ponerse a hacer deberes pudiendo estar jugando? Así que os hemos traído algunas propuestas para que los más peques puedan aprender jugando este verano sin que se aburran.
Unir parejas con LEGO
Este juego tiene varias versiones y otras muchas más que os podéis inventar. Consiste en escribir una letra en mayúsculas, por ejemplo la "E", en un bloque y su minúscula "e" en otro y así con todo el abecedario. Una vez hayamos terminado mezclamos todas las piezas y les decimos a los niños que unan la pieza mayúscula con la minúscula que corresponda. En caso de necesitar un ganador, será aquel que más parejas encuentre. Así tendremos una forma sencilla y divertida de repasar lo dado este año mientras nos divertimos.
Otra versión es la de escribir números en bloques de un color, los números con letra en bloques de otro color y el mismo número pero expresado en puntos en bloques de otro color diferente. El juego consiste en juntar las tres piezas que identifiquen cada número. Podéis jugar a unir todos los números o bien, uno dice un número y el resto busca las piezas para unirlas.
Para los más mayores podéis jugar a hacer lo mismo con conceptos más complicados como por ejemplo, ciudades y el país al que pertenecen, o si os gusta el fútbol podéis unir ciudades con su equipo de fútbol, el nombre de su estadio, etc. Otros ejemplos pueden ser con animales y su tipo, herbívoro, carnívoro, etc. Seguro que se os ocurren un montón de juegos.
Busca y encuentra...
Este juego es muy sencillo y divertido. Colocaremos dos montones de cartulinas o papeles, pueden ser de diferentes colores para ayudar a comprender mejor los conceptos, aunque no es imprescindible. En un montón escribiremos diferentes números (por ejemplo del 1 al 10) que nos van a indicar el número de objetos que debemos buscar y encontrar y en el otro montón escribiremos qué es lo que tenemos que localizar, por ejemplo tenedores, coches, pelotas, piezas de LEGO, etc. Si nuestros hijos aún no saben leer podemos ayudarles haciendo un dibujo, si se os da bien, de qué lo que tienen que buscar. Así, por ejemplo, una búsqueda típica sería: "localiza 3 tenedores".
El juego de la sardina
Este juego es una variante del juego del escondite, solo que en él solo uno de los participantes es el que se esconde y el resto tienen que buscarle. Una vez que alguien encuentra al que se está escondiendo tiene que esconderse con él en el mismo lugar donde se encuentre y así con el siguiente que les encuentre de forma que cuanto mayor sea el número de participantes el lugar de esconderse será cada vez más pequeño, de ahí el nombre de "juego de la sardina". Pierde el último que encuentre a los escondidos.
El bingo del alfabeto
Crearemos una cuadrícula de 5x5 casillas y dentro de cada una escribiremos un letra diferente del abecedario. Luego entregaremos a nuestros hijos fichas, pegatinas, tapones de botellas o cualquier cosa que sirva para marcar, e iremos pronunciando palabras. Ellos deberán marcar, si la tienen, la letra por la que empieza la palabra que hayamos pronunciado.
También podemos jugar con un bingo normal eliminando aquellas bolas que tengan números mayores de los que nuestros hijos se sepan, por ejemplo si sólo se conocen los números del 1 al 10.
Otra variante sería la de pronunciar las palabras en inglés, o quedarse con la última letra, con la primera vocal o consonante, etc.
Arenas movedizas
Tranquilos que es mucho más seguro de lo que parece. El juego consiste en delimitar una zona amplia de casa, parte del salón, la alfombra, el pasillo, etc. Una vez tengamos claro la zona, nos vamos a imaginar que son arenas movedizas y que no podemos pisarla directamente, porque entonces nos hundiríamos, por lo tanto debemos colocar sillas, cartones, cojines y lo que sea que encontremos para cruzar al otro lado pisando sobre esos objetos y sin caernos sobre las arenas o nos engullirán.
Vamos al supermercado
¿Por qué no una visita a nuestro supermercado de salón? La idea es montar un pequeño supermercado en el salón, o cualquier otra habitación de la casa, en el que nuestros hijos puedan comprar productos. De la despensa seleccionaremos unos cuantos productos que marcaremos con diferentes precios, conviene que no sean muy altos porque la idea es que les sirva de ejercicio de sumas. Aunque si nuestro hijo no sabe sumar aún, podemos hacer que simplemente cuente el número de artículos que lleva para comprar.
El que hace de cajero tendrá que sumar el importe de la compra y si nos fabricamos unos billetes o usamos los del monopoly podemos practicar el cambio, un ejercicio matemático bastante completo.
Estas han sido nuestras propuestas, pero seguro que vosotros tendréis muchas más, animaros y compartirlas con nosotros, estaremos encantados.
Foto | ThinStock
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Cien ideas para hacer con los niños este verano,Juegos en la arena de la playa