Papá Noel y sus Majestades de Oriente ya han cumplido su misión este año, y seguramente os encontraréis en casa rodeados de juguetes nuevos y antiguos. Algunos de ellos se usan a diario, otros menos y otros nada. Así que, pasados los Reyes, toca hacer orden de juguetes para tenerlos mejor organizados y evitar la acumulación excesiva. Por supuesto, también puede hacerse en cualquier otra época del año, pero tras las Navidades es un momento muy propicio para hacerlo.
Lo primero que habrá que decidir qué juguetes dejamos, cuáles regalamos, cuáles donamos, cuáles no están en condiciones y debemos tirarlos o reciclarlos, y cuáles, por más estropeados que estén, es imposible deshacerse de ellos.
Es una tarea que hacemos cada año en casa después de las Navidades, y lo tomamos como una actividad divertida que nos ayudará a tener los juguetes más ordenados. El sólo hecho de pensar en "quitar" juguetes provoca rechazo, por eso intentamos que sea una forma de reciclar, transformar, ganar espacio para jugar y tener todo más organizado.
Así que con mucha paciencia sacamos juguetes, puzzles, disfraces, balones, muñecas, juegos de cocinitas, juegos de mesa y demás etcéteras y empezamos a hacer orden. En casa procuramos que al menos por cada juguete que entra, uno que sale, sino acaba siendo una acumulación de objetos sin sentido.
Primer paso: clasificar los juguetes
La primera parte de la tarea consiste en clasificar los juguetes. Una buena técnica, muy a lo Marie Kondo es hacer un montón con todos los juguetes e ir clasificando:
Juguetes nuevos: los más recientes que han llegado a casa por Navidades, Reyes, cumpleaños... Por supuesto, se quedan. Tienen pase para un año más.
Juguetes para regalar: aquellos juguetes con los que ya casi no juegan y creen que otros niños pueden aprovechar más que ellos. Los destinatarios de los juguetes para regalar suelen ser amigos, primos, hermanos, etc. Generalmente suelen ser juguetes que "les han quedado pequeños".
Juguetes para donar: siempre que estén en buenas condiciones, donarlos es una opción para darle un buen destino a los juguetes que ya no usan. En casi todos los municipios, así como en iglesias y otras organizaciones benéficas se organizan periódicamente recogidas solidarias de juguetes.
Juguetes para tirar: hay juguetes que no están en condiciones de ser regalados ni donados y es hora de llevarlos al punto limpio para que puedan ser reciclados. Se depositan en diferentes contenedores según sean de plástico, metal (bicicletas, patinetes, patines), y baterías o pilas aparte.
Juguetes que se toman vacaciones: hay una última opción que se pone en práctica en muchas casas que consiste en meter en una caja los juguetes con los que los niños casi no juegan y guardarlos. Al cabo de un tiempo se vuelven a sacar al ruedo y los niños vuelven a recuperar el interés por ellos.
No es cuestión de hacerlos sufrir
Hacer orden de juguetes no significa quitarles arbitrariamente los juguetes que a nosotros nos parece. Debe ser algo consensuado, sin agobios. Puede que al ordenar, tu peque se reencuentre con ese perrito de peluche olvidado hace meses y vuelva a quererlo como el primer día. Por lo tanto, que no lo use hace tiempo no es sinónimo de que tenga que marcharse.
Por tanto, no consiste en que los niños sufran y sientan que decidimos sobre sus cosas. Seguramente habrá juguetes con los que hace tiempo que no juegan o estén estropeados y aún así deseen conservarlos porque tienen un valor emocional.
Momento de ordenar los juguetes
Una vez que decidimos cuáles son los juguetes que se van a quedar con nosotros un año más, nos dedicamos a ordenarlos buscándole un sitio apropiado de acuerdo a las edades de vuestros hijos. Por ejemplo, si tenemos niños de diferentes edades, guardad en alto los juguetes de los mayores que puedan contener piezas pequeñas o pilas peligrosas para los más pequeños.
Luego, agrupa por sectores. Por ejemplo, las muñecas con sus vestiditos, los juegos de construcción en un cajón, los Playmobil en otro, el material artístico en otro, los disfraces en su baúl, y así con cada uno de los juguetes.
También revisamos que los puzzles y los juegos de mesa tengan todas sus piezas para que estén en condiciones cuando quieran utilizarlos, que los libros estén en condiciones, y de paso lavamos los peluches (se recomienda lavarlos al menos cuatro veces al año a una temperatura de 60 grados).
Así es como lo hacemos en casa cada año una vez pasados los Reyes, cuando toca organizar y ordenar los juguetes. Espero haberos dado buenas ideas para que podáis poner en práctica y de paso aprovechar a hacer un poco de espacio que siempre viene bien.
Fotos | istockphoto y Upsilon Andromedae en Flickr
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