Pero hay algunos consejos que hay que tener en cuenta a la hora de comprarles una bicicleta a nuestros hijos para no equivocarnos en la elección:
El tamaño importa: aunque queramos comprarles una bici duradera, el tamaño no debe ser demasiado grande. Será más difícil de manejar y maniobrar, el niño se sentirá más inseguro y estará menos motivado para aprender. Además aumentaría el riesgo de posibilidad de caídas.
Si es la primera bicicleta, comprarle una con rueditas a los lados hasta que el niño aprenda a controlar el equilibrio.
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Con el niño sentado en la bici y las dos manos colocadas en el manillar, los brazos deben quedar ligeramente flexionados.
Al pedalear, los codos y las rodillas no deben chocarse.
Los pies deben quedar totalmente apoyados en el pedal durante la pedalada.
Las piernas deben quedar casi totalmente estiradas cuando el pedal esté abajo.
Por supuesto, no olvides de comprar también los elementos de seguridad. Al menos un casco adecuado a su tamaño (que no le quede flojo) y si lo prefieres, también rodilleras y coderas.
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