Los seis consejos para destetar a tu bebé que nunca deberías seguir

Dejar de amamantar a un bebé es una decisión muy complicada de tomar porque nunca se sabe cómo va a reaccionar la otra parte interesada de la ecuación, es decir, tu hijo. Todo depende de la edad del niño y de lo dependiente que sea del pecho, porque si es muy pequeño o muy mayor no tendrá mucho problema (el que es muy pequeño, de semanas, porque no se entera de la película y el mayor, de más de 3-4 años, porque puedes razonar con él) y si es muy dependiente lo llevará francamente mal.

No vamos a entrar en los motivos, porque cada mujer tiene los suyos propios y seguro que antes de tomar la decisión definitiva ha valorado mucho los pros y los contras de destetar al bebé, pero sí vamos a explicaros los seis consejos para destetar a tu bebé que nunca deberías seguir.

1. Aprovecha que te vas a trabajar y quítale la teta

Cuando se acaba la baja maternal se produce la primera gran separación entre bebé y madre, a veces de varias horas. Es un momento de bastante ansiedad, por aquello de que pasas de estar las 24 horas del día con el bebé a no verlo en varias horas y dejarlo con otra persona: el papá, una abuela, la guardería... Hay quien para esas horas se extrae leche con el fin de seguir con la lactancia materna exclusiva, hay quien empieza a dar alimentos o da biberón y hay quien decide que ya es momento de destetar, porque alguien le ha dado un consejo nefasto: "Aprovecha que te vas a trabajar y quítale la teta".

¿Y por qué no es un buen consejo? Primero porque si estamos hablando de un bebé de 4 a 6 meses lo ideal es que siga siendo amamantado, pero esto la madre ya lo sabe, así que si ha decidido dejarlo será por otra causa. Así que no es un buen consejo porque cuando la madre se va a trabajar el bebé sufre su primera separación con la persona que hasta entonces es su referencia, con su cuidador principal, con la persona que ha creado un vínculo férreo y que le hace sentir más seguro. Es cierto, 16 semanas para cuidar de un bebé es una baja muy corta, pero no por la mujer, sino por el bebé, que a los cuatro meses sigue siendo un bebé totalmente dependiente y no está aún preparado para separarse de su madre.

Pero es lo que hay; el mundo funciona así. Así que como no hay nada que hacer, lo que hay que intentar es que el bebé lo lleve lo mejor posible, y esto se consigue re-enamorándose de mamá cada tarde, cuando ella vuelve: "Te he echado mucho de menos, mamá. ¿Dónde estabas? Ven, abrázame, cógeme, dame teta, cálmame". El bebé está esperando hacer lo que ha hecho varios meses, de manera intensa, como si en las siguientes dos o tres horas necesitara recuperar todas las horas que ha perdido. Por eso pide pecho y no se suelta ("no me dejes otra vez, mamá"), y por eso es un grave error aprovechar que te vas a trabajar para quitarle el pecho: "mi mamá está muy rara. ¿Acaso ya no me quiere? Se va varias horas de casa, sin mí, y cuando vuelve ya no es como antes. Todo ha cambiado". Ya, es cierto, un bebé no hace esa reflexión, pero sí siente la pérdida. Sí siente que todo ha cambiado y se resiente ese vínculo, esa relación.

2. Quítaselo de golpe y no des marcha atrás

En los países anglosajones la palabra "destete" no existe como tal. Se habla de destete cuando el bebé empieza a comer y se refieren a ello como un proceso largo en el tiempo en el que el bebé toma menos pecho y más alimento. Aquí en España, hablamos de destete cuando se le quita al niño la teta, ya sea en un día, ya sea en unos pocos (lo estoy destetando). Hacerlo así es un error porque es doloroso para el niño.

Dejar de amamantar a un bebé o a un niño no es como quitar un esparadrapo de la piel, que aunque duele más si lo haces rápido, acabas antes. No es eso porque dar el pecho es más que alimentar: es también relacionarte de ese modo con tu hijo, darle tu piel, tu calor, tu presencia, darte tú. Y eso no es algo que pueda (o deba) eliminarse de golpe.

Para que el bebé lo lleve bien, y en parte para que la madre también lo lleve bien (sobre todo porque ninguna madre quiere hacer sufrir a su bebé), lo ideal es que el destete sea un proceso más o menos largo, paulatino, de semanas. Semanas en que si el bebé se pone malo y solo quiere teta, la madre se dé una tregua y le amamante lo que haga falta, para cuando esté bien volver al lío. Semanas de ir sustituyendo tomas por otras comidas y, sobre todo, por otras actividades, porque no siempre que un niño mama lo hace por hambre. Semanas de buscar otras maneras de relacionarse con él, de calmarle, de darle cariño, etc.

3. Deja al bebé con tu madre y vete unos días

Viene a ser como el consejo anterior, pero en plan bestia. Hay personas que dan este consejo: "vete unos días... cuando vuelvas, se habrá olvidado de la teta". Y sí, es posible que se olvide, pero ningún hijo merece una ausencia de su madre si puede evitarse, porque es muy doloroso para ellos pasar varios días sin la persona a la que más quieren.

4. Dile que "no, cariño, la teta no"

"Pues si has decidido quitarle el pecho empiezas a sustituir las tomas por biberones u otras comidas y, si te pide, dile que no, que la teta no, que lo que tiene que tomarse es el biberón, o la comida". Una de las recomendaciones a la hora de destetar a un bebé es "no negar". Si el niño te pide pecho, que es algo que hace contigo desde el principio, decirle que no puede ponerle "la mosca detrás de la oreja", y que se empiece a preocupar: "¿por qué me lo niega? ¿Por qué no me da?". Que sienta que vuestra relación se está deteriorando y que quiera, en consecuencia, reparar el posible daño que haya podido causar, dándote más amor, pasando más tiempo contigo y ¡mamando más!.

5. Ponte cosas picantes en los pezones

Cosas que sepan mal, picante, lo que sea que se meta en la boca y le haga rechazar tu pecho. Así no serás tú quien le quitas la teta, sino él que la rechaza: "pero toma hijo, si yo te doy pecho, ¿no quieres? Bueno, pues que sepas que eres tú el que no quiere la teta, que yo te la daría". Pero es que no quiere cogerse, pero sí quiere. Y no entiende por qué el pecho está malo, y no sabe por qué ahora mamá tiene un sabor desagradable. Querría estar contigo, querría cogerse a tu pecho, pero de repente mamá ya no sabe igual.

En realidad deja el pecho en contra de su voluntad, y todo a costa de llevarse una imagen de ti que no es tal: mamá no está podrida en realidad, pero él piensa que las tetis están malitas o en mal estado.

Podría funcionar, no digo que no, pero es una de esas cosas que a los niños no se les hace porque es una especie de castigo por algo que ha sido precioso y magnífico hasta entonces: "si quiere teta que la chupe, pero le será desagradable". ¿No es mejor que guarde siempre un recuerdo bonito de la lactancia, porque la dejó progresivamente y sin traumas, que no que siempre recuerde que todo se acabó de manera "asquerosa"?

6. Dile que el pecho "ya no, porque ya no es un bebé"

Muchos de los hitos que queremos que nuestros hijos cumplan se llevan a cabo porque consideramos que ya son mayores: quitamos el pañal porque ya eres mayor, quitamos el chupete porque ya eres mayor, quitamos la teta porque ya eres mayor, y cuando vemos que cuesta, que no lo consigue, que está tardando en lograrlo, añadimos "esto es de bebé, y tú ya no eres un bebé".

¿Acaso es malo ser un bebé? No lo es, así que no debería nunca ridiculizarse a un niño por hacer algo que hacen los bebés. Si queremos que deje de hacerlo hay que buscar que sea más autónomo en general, que consiga otras herramientas que sustituyan esa acción. ¿Queremos que deje el chupete? Pues necesitará algo que le calme en su ausencia, quizás caricias, quizás un cuento, para que se duerma. ¿Queremos que deje el pañal? Pues necesitará ser capaz de ir al lavabo a hacer pipí y caca. Y si no es capaz, debe poder seguir llevándole sin que nadie le diga "no, ya no eres un bebé".

Pues con el pecho pasa lo mismo: si queremos que lo deje tenemos que lograrlo porque ya no lo necesite y no porque alguien le diga que está haciendo algo de bebé y que eso es ridículo.

Fotos | iStock
En Bebés y más | Por qué destetar al bebé al empezar a trabajar no es lo más recomendable, El destete (I): aclarando el concepto, El destete (II): cuando es el hijo quien decide, El destete (III): cuando es la madre quien decide

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