Me llama la atención un titular que señala que las salas de lactancia materna no son una buena idea, pero me fijo en que se refiere a salas de lactancia en las escuelas, para las estudiantes que son madres en Panamá.
Pero esta idea que pretende dar oportunidades a las madres adolescentes ha generado polémica en los panameños, que se muestran a menudo en contra del tema, señalando que podría ser un mal ejemplo, que aumentaría los casos de embarazos adolescentes (no deseados la mayoría) y que lo mejor es que esas madres se queden en cada con el bebé.
En concreto, la noticia se refiere a una propuesta de ley que permitiría la realización de aulas especiales, para que las jóvenes amamanten a sus bebés en las escuelas o institutos (reciben el mismo nombre los centros donde se estudia Bachiller).
Es muy difícil que una niña que es madre continúe con su vida "normal" como la de sus compañeras estudiantes, si tiene un bebé. A no ser que se desentienda de él y pasen a cuidarlo los abuelos, por ejemplo. Algo a lo que se prestan muchos abuelos porque sienten que de otro modo a su hija se le pierde algo.
Pero si esa joven ha decidido tener el bebé tampoco hay que excluirla del sistema educativo sino facilitarle las cosas. Entonces, esas salas de lactancia me parecen buena idea, pero me parecería mejor que se les facilitara la educación a distancia (como parece ser que efectivamente se hace en ese país) para que no tuviera que ir con su bebé.
En Panamá las nuevas leyes establecen que las madres adolescentes estudiarán por módulos o cualquier metodología adecuada que garantice el término del curso en el que va, supervisado por los docentes. Pero la propuesta no se ha aprobado de momento.
Aumento del número de embarazos adolescentes
Se trata de un proyecto que salió a luz en el año 2010, en un contexto de aumento del número de menores embarazadas, cuando se presentó el proyecto para que en las escuelas se establecieran “Salones de Lactancia" donde las jóvenes puedan asistir a clases con sus hijos, para que aprendan las responsabilidades de ser madres.
En cualquier caso, los presupuestos están yendo por completo a mejorar y ampliar las escuelas en Panamá para dar cabida a todos los estudiantes. Y está claro que habilitar una sala de lactancia adecuada no sale gratis. El espacio que se requeriría no es un lugar cualquiera donde se puede amamantar al bebé o extraerse la leche, debe tener condiciones muy altas de higiene para la madre y el bebé.
De todas formas, en teoría, las escuelas ya deberían tener una sala de lactancia para las profesoras, pues según la Ley toda madre trabajadora tiene derecho a una hora de lactancia en su jornada laboral. Otra cosa es que se les facilite un espacio adecuado para amamantar...
Pero si sobre algún aspecto pudieran centrarse los responsables políticos y educativos, tal vez sería el de la educación para evitar los embarazos no deseados a edades tan tempranas. El embarazo en la adolescencia en su mayoría es imprevisto o no deseado, provocado por la práctica de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos, una práctica de riesgo.
Además, el embarazo en esta etapa conlleva un elevado riesgo de complicaciones durante el embarazo y parto, con el consiguiente incremento en las tasas de morbilidad y mortalidad materna, perinatal y neonatal.
Pero las consecuencias adversas del embarazo en la adolescencia no sólo son físicas, sino que tiene además implicaciones socioculturales, psicológicas y económicas, con elevado coste personal, educacional, familiar y social.
Por ello, si tuviera que poner en la balanza una sala de lactancia para las estudiantes o una mejor educación sexual en las escuelas, consideraría mucho más "práctica" la segunda opción. Aunque, como no son incompatibles, no desecharía la idea de las salas, como he comentado más arriba, comentándola con otras ayudas a estas madres jóvenes.
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