“Tetanalgesia” es un término acuñado para referirse al efecto calmante que les produce a los bebés ser amamantados, un hecho que parece haber sido suficientemente constatado por rigurosos estudios pero que aún no se practica de manera generalizada.
El término fue creado por los pediatras M. Merino Moína, que junto a J. Bravo Acuña elaboraron un interesante artículo que explica lo que significa esta palabra de nueva creación.
“Tetanalgesia” pretende expresar y definir el efecto de alivio y consuelo que provoca en el recién nacido y el lactante pequeño el mamar del pecho materno cuando sienten dolor. Es lógico pensar que se produce este efecto, llevado a cabo instintivamente desde los orígenes de nuestra especie y de otros mamíferos.
Y es que el hecho de contener físicamente al bebé en el regazo materno, proporcionándole calor, olor propio, protección y además un alimento dulce, disminuye los signos externos de sensación de dolor en los niños pequeños.
Sin embargo, a pesar de estas evidencias, de la ausencia de coste y de efectos secundarios nocivos, el amamantamiento para calmar los procesos dolorosos en los bebés no está incluido en las rutinas de procedimientos analgésicos habituales en muchas maternidades y centros de atención primaria.
Los autores reivindican la “implantación” del amamantamiento como acompañamiento a ciertos procedimientos dolorosos que se lleva a cabo en bebés de escasos días de vida (como la prueba del talón) y durante los primeros meses (y por qué no, años), como las vacunas o extracciones de sangre, si se le debieran hacer.
Hacen un llamamiento a los pediatras para que permitan el amamantamiento del bebé en los procedimientos médicos y en todos aquellos que impliquen dolor para el bebé y sea posible el amamantamiento.
La tetanalgesia no es mágica, pero ayuda
Si no se ha extendido esta práctica, puede ser debido a que, como ellos señalan, evidentemente el dar de mamar al bebé no hace milagros para que el dolor desaparezca por completo, y el bebé, aún amamantado, probablemente llorará:
No hay magia: se le hace daño al niño y le duele. Pero es claro que así son menos los que lloran y en cualquier caso la participación de la madre lactante, en sí misma, justificaría su empleo y difusión. Éste es un aspecto a resaltar, ya que la tetanalgesia refuerza la lactancia natural.
Aunque yo creo que sí es bastante mágico que con un acto tan sencillo les demostremos nuestro amor y aliviemos aunque sea un ápice su dolor.
Además, puestos a señalar ventajas de la tetanalgesia, se señala otra que podría ser importante ya que se da en los primeros días de vida del bebé, fundamentales para un buen establecimiento de la lactancia materna, cuando muchas madres aún se sienten inseguras.
Se trata del caso de la prueba del talón, que si se hace permitiendo a la madre amamantar al bebé se ofrece al personal sanitario la posibilidad de observar una toma de pecho, en la que pueden detectarse errores en el enganche o la postura, y aún en el caso de una técnica de amamantamiento correcta, será siempre un buen momento para reforzar a la madre y promocionar la lactancia al pecho.
Un interesante concepto el de tetanalgesia para referirse a esta efectiva y natural manera de calmar el dolor del bebé, dándole el pecho, que deberíamos reivindicar las madres y facilitar los profesionales de la salud.