Es lo que tiene la lactancia materna, que puede suceder donde y cuando sea. Porque la teta es así: espontánea y natural. La pides la tienes, estés donde estés y cómo estés, aunque sea disfrazada de Darth Vader en plena celebración de Carnaval.
Esta genial foto ha sido compartida en las redes sociales el pasado fin de semana por Elena, la mamá Darth Vader que aparece dando el pecho a su hija de dos años en una pequeña fiesta de pueblo.
La metáfora detrás de la imagen
¿Por qué me gusta tanto la foto? En realidad no es sólo una cosa que me guste, sino que hay muchos símbolos detrás de la foto. Además de ser graciosa, es una imagen muy significativa.
Me gusta porque veo la dureza del lado oscuro junto a la dulzura del amamantamiento. Me gusta porque veo un acto que es puro amor, como la lactancia materna, pero que también está repleto de sombras y momentos difíciles. Me gusta porque es un momento íntimo y a la vez público, en plena fiesta de Carnaval.
Me gusta porque la niña tiene dos años y sigue tomando el pecho sin ninguna intención de dejarlo, ayudando a normalizar la lactancia prolongada, que sigue siendo beneficiosa para los niños mayores. Y, fundamentalmente, me gusta porque es una imagen na-tu-ral. Con todas las letras.
Elena ha tenido la amabilidad de permitirnos compartir su foto (¡gracias miles!) y nos ha hecho un comentarios sobre ella.
Siento que la maternidad tiene mucho que ver con el lado oscuro, y lo mucho que nos cuesta vernos también ahí, y lo mucho que nos cuesta conjugar esa polaridad de luz y la sombra.
Llevo dando el pecho casi seis años, desde que nació mi hijo mayor y he tenido fotos en muchos lugares y muchas circunstancias.
Esta será una de mis preferidas pues integra muy bien la belleza del acto con la dureza de las circunstancias. Creo que es necesario hablar de las corazas personales en el acto de maternar, que sin duda influyen en el vínculo y en la crianza.
Foto | @elenadas_ Reproducida con autorización
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