Tenía once años la primera vez que leí 'El Principito' y no me pareció el libro maravilloso que tanto recomendaban. No lo entendía, pero había algo en él que me atraía. Lo guardé siempre a mano y cada tanto volvía a leer un fragmento, a mirar los dibujos, me quedaba pensando y con el tiempo me enamoré de ese pequeño libro de bolsillo que aún conservo y leo con mis hijas.
'El Principito', la novela escrita por Antoine de Saint-Exupéry, el libro no religioso más leído del mundo y traducido a trescientas lenguas, cumple estos días 80 años. Hoy se ha convertido en un clásico y una lectura imprescindible para los niños (y no tan niños) por las lecciones de vida que nos enseña y los valores que transmite.
Un libro para niños (y no tan niños)
Aunque fue concebido como un libro para niños, 'El Principito' es un libro infantil para todas las edades.
Es un escrito filosófico sobre la vida que como todas las grandes obras no pierde vigencia y trasciende generación tras generación. El niño que viaja por los planetas con su pañuelo al cuello nos hace reflexionar sobre temas universales como el amor, la amistad y la soledad.
Sin importar la edad que tengas cuando lo leas, es un libro que nos deja grabados a fuego sus mensajes a través de inspiradoras frases.
Frases y enseñanzas de vida de 'El Principito'
El valor de la amistad
El capítulo sobre la amistad de 'El Principito' y el zorro es uno de los más largos y bonitos del libro. Cuando el zorro le pide que lo domestique para ser amigos, busca una manera de crear vínculos, de tenerse el uno al otro.
La amistad verdadera está por encima de cuestiones materiales:
Cultivar la verdadera amistad
Crear una relación con una persona implica, dedicación y la responsabilidad ante lo que hemos domesticado. "Todos los hombres se parecen (...). Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol", le dice el zorro al Principito. Rescata la amistad verdadera por encima del tiempo y la distancia.
Valorar a las personas por su esencia
Más allá de las apariencias, resalta la importancia de ver dentro de las personas, la verdadera esencia de cada uno, lo que lo hace especial por encima del resto.
Nos enseña a no quedarse en lo superficial y mirar más allá de lo que ven los ojos.
Dedicar tiempo a las personas que queremos
Parece mentira que un libro escrito hace 75 años resulte tan relevante hoy cuando la tecnología impide cultivar las relaciones personales, hablar a los ojos, dedicar tiempo a quienes queremos y en especial a nuestros hijos.
El amor por su rosa, símbolo del amor, debe ser cultivado y atendido día a día, con paciencia. Una de mis citas favoritas, que como madre me emociona especialmente:
Espíritu de superación
No dejarse vencer por las dificultades ni desfallecer cuando la vida nos da un revés. Que algo salga mal no significa que no debas seguir intentándolo.
No perder la mirada de niño
Si hay una constante en la obra de Saint-Exupéry es el elogio a la infancia. Los padres queremos que nuestros hijos sean adultos felices y nos olvidamos que para que eso suceda, deben ser primero niños felices.
El amor puro y desinteresado
Ver la vida a través del prisma del amor hacia los demás, es lo que nos hace plenos como personas. 'El Principito' nos da una gran lección de amor desinteresado:
Perseguir los sueños
Los obstáculos no son impedimentos para perseguir siempre los sueños que nos hemos propuesto. Sigue las señales y busca tu estrella.
Cultivar el autoconocimiento
Cultivar la mirada hacia nosotros mismos, aprender a mirar hacia dentro u dejar de juzgar a los demás por las apariencias.
Valorar las pequeñas cosas
Deberíamos tomarnos más tiempo para disfrutar de las cosas verdaderamente importantes de la vida y encontrar en ellas la felicidad, como observar una puestas de sol, contemplar una flor o, para los padres, compartir tiempo con nuestros hijos.