Los bebés, desde bien pequeños, son capaces de realizar tareas sencillas por sí mismos. En muchos casos, se trata de un aprendizaje y una evolución natural e instintiva, como el andar o el hablar. Sin embargo, como padres podemos darles las herramientas apropiadas para su desarrollo y facilitarles la tarea. Esto también sucede en la alimentación, ámbito en el que podemos contribuir favoreciendo su crecimiento y su autonomía, teniendo en cuenta algunas sencillas pautas.
Inicio de la alimentación complementaria: nuevos sabores y texturas
A partir de ese momento, hay que ofrecer a los pequeños alimentos apropiados para su edad, como frutas, cereales o verduras. En función de la capacidad de cada niño, podéis darles los alimentos triturados, chafados con un tenedor o bien a trocitos, un método conocido como Baby Led Weaning. Sea cuál sea el método que elijáis, esta es una buena etapa para que los pequeños descubran los alimentos a través de sus sentidos. Tocar la comida, olerla o tratar se llevársela a la boca puede ser, además de un juego, un gran paso para su desarrollo autónomo y cognitivo.
Aprendiendo a comer solitos
En cuestión de meses, los pequeños pasarán de intentar realizar la acción de llevar alimentos del plato a su boca a ser capaces de coger alimentos con gran precisión e ingerirlos. Este sencillo paso, resultado de dejarles intentarlo muchas veces, les habrá otorgado una gran motricidad fina y coordinación, dos habilidades muy importantes para los niños.
Cuando aprendan a comer solitos podéis animarles a que lo sigan haciendo con las manos, para aumentar su confianza, y con el tiempo enseñarles a comer con cubiertos adecuados a su edad. Podéis empezar, por ejemplo, intentando que cojan trozos de comida con la cuchara o bien pinchándolos con un tenedor, ya que los platos líquidos, como sopas o purés, les supondrán más dificultad.
Lo mismo sucede con la ingesta de líquidos. Cuando empecéis a ofrecer agua a vuestro bebé, también alrededor de los 6 meses, podéis acercarle el vaso a la boca pero más adelante descubriréis como instintivamente quiere beber solito. Para ellos no hay mayor satisfacción que aprender algo nuevo cada día.
Quién dijo que era fácil
Hay que evitar desesperar, enfadarnos o reírnos de ellos por no conseguir sus logros. Todo lo contrario, os aconsejamos que les animéis siempre, simplemente por el mero hecho de intentarlo. Se trata de enseñarles a adquirir nuevas habilidades, pero también de que pasen un rato divertido frente a la mesa. Manipulando los alimentos descubrirán nuevos sabores y texturas, consiguiendo que su relación con la comida sea muy natural y espontánea. Si ponemos a su alcance comida saludable, y nosotros mismos la ingerimos, lograremos que sientan interés por esos mismos platos.
No olvidéis que cuando estén comiendo o bebiendo debéis estar siempre presentes supervisando el proceso, para evitar atragantamientos o que se lastimen. Este consejo también es válido para los niños mayores, ya que pueden tener un susto en cualquier momento y es primordial que estéis atentos y seáis precavidos.
Las herramientas para conseguirlo
Por un lado, disponéis en el mercado de vasos ideales para dejar de usar poco a poco y sin dificultad el biberón. Se trata de vasos evolutivos, distintos para cada tramo de su infancia, para beber agua de forma segura y sin mojarse, ya que el líquido sale de forma gradual a través de su válvula antigoteo.
Además, os recomendamos que utilicéis cubiertos apropiados para los niños, tanto si les dais de comer como si ya están aprendiendo a comer solitos, por ser más seguros y adecuados a su tamaño y fisionomía. Lo mismo ocurre con los platos, más resistentes que las vajillas de los adultos, y cuyas bases antideslizantes impiden que el contenido se vuelque.
Chicco ofrece una divertida gama de platos, cubiertos y vasos para los peques de la casa, con las características que hemos mencionado, que los ayudarán a ser más autónomos al comer y beber.
Todo a su alcance
Más importante, si cabe, es dejarles cerca su vasito de agua, para que siempre que quieran puedan beber. Lo más habitual es que recurran a vosotros, a mamá o papá, cuando tengan sed, pero está bien que sepan que tienen a su alcance agua en cualquier momento. Este consejo es especialmente recomendable para los próximos meses, en los que el calor apretará sin tregua y es aún más necesario beber agua frecuentemente. Pero no os confiéis, dejarles agua a su alcance, sobre todo a los más peques, no es suficiente y conviene que les vayáis ofreciendo a menudo para mantenerlos hidratados.
Como veis, para conseguir que los bebés sean más autónomos en lo que a la alimentación se refiere es básico que tengáis confianza en ellos, así como poner a su alcance herramientas adecuadas para conseguirlo. Una actitud positiva y mucha paciencia serán fundamentales para alcanzar este hito con éxito.
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