Salir de compras con un niño pequeño puede resultar algo complicado. Los peques se cansan pronto de andar, se aburren si nos detenemos demasiado tiempo en un establecimiento, les entra hambre, quieren beber agua, necesitan hacer pipí varias veces... Te damos los mejores consejos para facilitarte las cosas y moverte con facilidad con tu bebé en centros comerciales y tiendas.
Saber escoger el momento adecuado del día
Ni siquiera intentes salir de casa si es la hora en la que tu hijo duerme la siesta. Todo será mucho más sencillo y agradable para ambos si salís de compras en un momento en el que el peque esté descansado y no tenga hambre. Si no, es muy probable (y lógico) que se muestre irritable, se ponga a llorar por el camino y tengáis que regresar a casa antes de lo previsto.
Elige una hora tranquila del día en la que preveas que habrá menos tráfico en las calles y poca gente en los establecimientos. Lo ideal al salir de compras con un niño pequeño es intentar hacer los recados por la mañana, después de que hayan desayunado.
Si esto no te resulta posible, escoge una hora temprana de la tarde, después de que el peque ya se haya echado la siesta y haya tomado su merienda. Se sentirá mucho más dispuesto a acompañarte y se mostrará más contento y relajado.
Planea la ruta antes de salir de casa
Si vais en coche, evita circular por calles con demasiado tráfico para evitar los atascos. Estos resultan estresantes para ti y aburridos en exceso para tu peque. A los niños pequeños no les gusta demasiado la inmovilidad y se exasperan con facilidad si se les obliga a permanecer en un sitio sin hacer nada demasiado tiempo.
Si pensáis ir dando un paseo, no vayáis por calles demasiado estrechas que te obliguen a bajar de la calzada el cochecito del niño cada vez que otro transeúnte viene de frente.
Tampoco escojas centros comerciales demasiado abarrotados de gente o calles comerciales excesivamente ruidosas o transitadas.
Evita los establecimientos comerciales cerca de calles en obras o las tiendas ubicadas en sitios con demasiada contaminación, como las gasolineras o las avenidas muy pegadas a carreteras y autopistas. La clave para que la experiencia resulte agradable para ambos es que la "excursión" resulte lo más tranquila y entretenida posible.
Tanto si se va de compras con un niño en coche o caminando, lo ideal es intentar evitar las horas punta y escoger una zona comercial que permita entrar y salir con facilidad de los comercios sin tener que alejarse demasiado en cada trayecto, para conseguir cada útil de la lista de la compra. Cuantas más compras puedas realizar en un radio de acción cercano, tanto mejor.
Lleva solo lo imprescindible y no vuelvas con excesivo peso
Antes de salir de casa, elabora la lista de la compra. Así evitarás caminar sin rumbo fijo por los pasillos de los establecimientos y cargar con un peso innecesario. Todos los niños tienen una "mascota" de la que no les gusta separarse demasiado tiempo. Puede ser un juguete, una mantita, un chupete, un osito de peluche o su sonajero favorito. Si la compra va a ser larga, no te olvides de llevarlo en el bolso. Sorprenderle con él en un momento difícil puede evitarle una rabieta. Y recuerda que en muchas cadenas comerciales es posible encargar que te lleven la compra a casa.
Sustituye tu bolso por una mochila o un bolso tipo bandolera. Tener las manos libres te resultará más cómodo para hacer la compra y controlar al peque al mismo tiempo. También puedes prescindir por completo de él, llevando lo que necesites en el bolso de la sillita de paseo: tu monedero, las llaves de casa, el teléfono móvil, un par de pañales, toallitas húmedas, pañuelos de papel, una muda de ropa por si acaso, su juguete favorito, un chupete (si es que el peque los usa) y agua fresca.
Incluso aunque tu peque ya de sus primeros pasos, no salgas de casa sin la sillita de paseo. Te resultará imprescindible si el niño se cansa o quiere echar una cabezadita. Y recuerda que no debes cargar las bolsas en el manillar si eso hace que la silla pierda estabilidad. Aprovecha mejor la cesta inferior portaobjetos.
Que la silla de paseo sea ligera es un factor determinante para que la salida no se convierta en un fracaso total. Una silla como Lite Way Legend resulta muy cómoda para poder desplazarnos de forma ligera con el bebé durante las compras. La nueva silla de paseo de Chicco tiene un diseño ultra ligero y compacto que la convierte en una silla de paseo muy manejable. Une confort para el niño y funcionalidad para los papás que quieren desplazarse por cualquier lugar con la máxima practicidad, ya que dispone de ruedas pivotantes que facilitan su conducción.
Cuenta con respaldo multiposición, completamente reclinable con una sola mano y está homologada desde el nacimiento. Su sistema de cierre tipo paraguas es práctico e inmediato lo que nos servirá de mucha ayuda si tenemos que realizar desplazamientos en coche que nos obliguen a plegarla, abrirla y guardarla en el maletero.
Cómo moverse por un centro comercial
Si vuestro lugar de compras habitual es un centro comercial, dirígete directamente a la zona de rampas o ascensores. Las escaleras mecánicas o tradicionales deben ser siempre nuestra última opción. No resultan recomendables cuando llevamos a un niño pequeño sentado en una sillita de paseo y además vamos a realizar el mismo camino de vuelta cargadas con bolsas.
Si piensas entrar en tiendas de ropa y pasar por probadores, escoge uno con capacidad suficiente para que entre la silla de paseo. No dejes nunca al peque solo en la calle, a la entrada de establecimientos o fuera de los probadores.
Por último, evita los locales comerciales con música estridente o aquellos en los que la cola para pasar por caja es demasiado lenta o excesivamente larga. Si el peque rompe a llorar, puede que os veáis obligados a dejarlo todo y volver a casa con las manos vacías.
Implícale en la compra y haz que sea divertida
Dirígete a tu peque y háblale mucho, incluso antes de salir de casa: cuéntale dónde vais a ir, lo que vais a hacer, la de cosas que vais a ver y lo bien que lo vais a pasar. Aunque no entienda todo lo que le digas, se sentirá atendido y tu complicidad le contagiará. A menudo los niños deducen lo que esperamos de ellos por nuestras expresiones faciales e inflexiones de voz.
Antes de salir de casa, mientras elaboras la lista de la compra, piensa y enumera en voz alta todo lo que necesitáis traer y hazle preguntas como “¿qué necesitamos para hacer los macarrones?”. Da igual que al principio no te entienda, le encanta oír tu voz y sabe cuando te diriges a él. Una vez en el establecimiento, puedes irle enseñando las estanterías donde se encuentran los productos que habitualmente consumís. También puedes decir en voz alta algo así como “aquí está el zumo” o "en la panadería hacen pan", o pregúntale dónde están los pañales y dejar que los señale con el dedo.
Con el tiempo, comenzará a reconocer productos y establecimientos. Cuando los niños están entretenidos se portan mejor, y si además se sienten “mayores” con lo que están haciendo, su comportamiento puede llegar a ser ejemplar y sorprendente. Permítele llevar en su sillita cositas ligeras e irrompibles que no resulten peligrosas. Como un cartón de cereales o una camiseta de algodón. Así se sentirá útil e importante.
Si el peque ya camina, hazle saber que necesitas su ayuda para hacer la compra y señálale aquellos objetos que quieres que traiga para meterlos en el cesto de la compra. Sentirse implicado en lo que estáis haciendo le resultará mucho más estimulante que ser un mero acompañante.
Con estos consejos, hacer la compra con tu peque por la ciudad se convertirá en una excursión entretenida y motivadora para ambos que os permitirá formar equipo y unir lazos. Puede que aún así tengas que superar algunas situaciones difíciles al principio, como algún que otro berrinche, pero con el tiempo y el hábito el peque irá acostumbrándose poco a poco y cada vez será más fácil y rápido hacer la compra juntos.
En Momentos Chicco