Con estos juegos increíblemente simples que os proponemos para coordinar los movimientos de sus manos tendrá, también, su mente ocupada.
Entretenido y fortaleciendo sus manos
- Formas de colores con plastilina
¿A qué niño no le encanta la plastilina? Con este material se divierte formando figuras y echa a volar su imaginación a la vez que fortalece los músculos de los dedos y prueba nuevas texturas para el tacto. La creación de bolitas, gusanitos o cualquier otra forma que implique estirar, aplastar, redondear, moldear y romper trozos, contribuye a ejercitar las destrezas motoras finas y supone toda una experiencia sensorial táctil.
- ¡A pintar con los dedos!
Con esta actividad fortalece la coordinación ojo-mano, el razonamiento espacial y canaliza sus pensamientos y emociones con creatividad. Solo necesitas unas pinturas de manos natural no tóxica, una cartulina y la trona Polly 2 en 1 en modo silla para sentarse a pintar sobre la mesa. Eso sí, vestido con ropa que no nos importe que se manche.
- Agua va agua viene con una esponja
El juego consiste en trasvasar agua. Coge una pequeña esponja, si es muy grande mejor córtala, y ponle dos cuencos con un poco de agua. Dile que moje la esponja en uno de ellos y la escurra en el otro. Una idea sencilla y muy efectiva que le mantendrá al menos un rato distraído mientras fortalece sus músculos.
- Sus primeros garabatos (con ceras triangulares gruesas)
Los niños deben tener fuerza y habilidad en los dedos antes de que aprendan la escritura. Proporciónale una ceras triangulares que están especialmente indicadas para los dedos más pequeños y anímale a sujetarlas correctamente con el pulgar y el índice, así no tendrá problemas más adelante para sostener los lápices de "mayores".
- Cadenas de muñecos y círculos recortables
Coge un papel, corta una tira larga y pliégala como si fuera un acordeón hasta formar un rectángulo (es más fácil si primero lo doblas por la mitad y luego en otras mitades). Haz un dibujo sobre él (un muñeco, una fruta o simplemente un círculo) y que el trazo alcance los bordes. Luego, pídele que lo recorte, ¡y al desplegarlo aparecerá la cadena de figuritas! Cortar papel con tijeras adecuadas a su edad es fundamental para que domine esta forma de agarre tan diferente a las demás.
- Torres mágicas con vasos que encajan
Los juguetes de encajar piezas ayudan al desarrollo de la coordinación visual y manual. Es todo un reto para el peque acertar a encajarlos y desencajarlos y, a la vez, se divierten y estimulan la creatividad y el razonamiento. También los de objetos apilables, como vasos de plástico, y puzles de piezzas grandes.
- Collares con macarrones.
Enhebrar es otra de las actividades indicadas para favorecer la motricidad fina, por la dificultad que entraña para sus pequeños dedos. Corta una cinta o cordel y coge un puñado de pasta tiburón, que serán las cuentas del collar o la pulsera. Lo ideal es decorarlas antes con pintura y una vez que estén secas introduces una para que vea cómo se hace y luego que las vaya insertando por su cuenta. Una vez terminado el collar, nos lo podemos ir turnando, ¡sin olvidar decirnos lo guapos que estamos!
Un lugar para que juegue y aprenda seguro
Para que puedas echarle un vistazo mientras realiza estos ejercicios (y tenerle "controlado") siéntale en una trona como el modelo Polly 2 en 1 Denim Edition de Chicco. Este accesorio no solo sirve para comer, también para aprender de forma lúdica: a partir de los 12 meses y hasta los 36 meses, la trona se convierte en una silla para alimentarse y entretenerse sobre otra mesa.
La motricidad fina, como la gruesa, se adquiere de forma progresiva. Al principio le costará más, pero verás como poco a poco con la práctica y la edad tendrás que proponerle juegos más complejos, pero ¡igual de divertidos!