Los niños aprenden por imitación, tanto lo bueno como lo malo, se fijarán en ti y te tendrán como su mayor referente. Aprovecha para mostrarles con el ejemplo tanto valores, modales y educación, como a comer con una alimentación variada y equilibrada. Más vale que te vean comer fruta que decirles cien veces que tienen que comer fruta y lo mismo ocurre en otros ámbitos, como los relacionados con la tecnología, una parte fundamental de nuestras vidas y una herramienta genial para que progresen un poco cada día.
¿Cómo aprenden los niños?
Los niños repiten los comportamientos de los mayores. Si no quieres que digan tacos, lo mejor es no decirlos tú mismo. Si quieres que lean, lo mejor que puedes hacer es leer mucho y que vean que manejar libros es habitual en casa. Y así con todo.
Además, a los niños les gusta jugar a ser mayores, y por eso son habituales los juegos que imitan los comportamientos de los padres: jugar con los muñecos a mamás y papás, jugar a cocinar, a conducir... Así van descubriendo el mundo y aprendiendo lo que les tocará vivir en el futuro.
A partir de los dos años es muy importante el juego simbólico: se trata de la capacidad de hacer representaciones mentales y jugar con ellas. Los niños son capaces de jugar solos, espontáneamente y de manera natural, sin que nadie les diriga, mediante símbolos. Hacen que un lápiz es un peine y peinan a sus muñecas, o que una piedra es un tren que va siguiendo un trayecto. El juego simbólico es probablemente el mayor instrumento de aprendizaje que existe, ya que les ayuda con el lenguaje, con la socialización con otros niños, y para desarrollar sus habilidades. Jugar es la mejor forma de aprender.
A partir de los cuatro años empiezan a socializar más, y los juegos en grupo les encantan. También es el momento de que empiecen a reforzar cosas que ven en el colegio, como los números, las letras, las formas y los tamaños, y que lo hagan divirtiéndose, para practicar lo aprendido. También les gustan juegos educativos como los puzzles, los laberintos o los juegos de colorear. Pequeños problemas que les supongan un desafío que resolver.
Su primera tablet educativa
Nuestros hijos son nativos digitales. Desde que nacieron nos han visto usando el móvil, las tablets y el ordenador tanto para trabajar como para nuestro ocio diario. Y las pantallas les encantan. Desde muy pequeños aprenden a deslizarlas con el dedo. En lugar de jugar con nuestra tablet, es más conveniente que tengan una para ellos solos, adecuada a su edad, con la que aprenderán un montón de cosas mientras se divierten.
La Happy Tab de Chicco el primer tablet evolutivo que crece con tu hijo. Está diseñado para utilizarlo de los 18 meses a los 6 años. Viene con 21 aplicaciones instaladas y puedes descargarte miles de juegos más de manera gratuita a través de Wifi, de tal forma que los juegos se vayan adaptando a su etapa de crecimiento, potenciando su aprendizaje, lógica y coordinación manual.
Para que aprendan un buen uso de la tecnología, debemos practicar con el ejemplo. No podemos estar todo el día pegados a la pantalla y a las redes sociales. Debe haber un tiempo para jugar con la tablet y otro para conversar. Además, deben aprender que no se usa en la mesa, y que si alguien nos habla, debemos apartar la pantalla para escucharle. Y los adultos, por supuesto, actuar de la misma manera.
Con los niños pequeños las tablets resultan especialmente útiles cuando vamos a tener que esperar forzosamente en un sitio quietos: en un restaurante, en el médico o en los viajes. Si están entretenidos, la espera será más corta y podremos tenerles sentados mientras se divierten y aprenden. Además la tablet Happy Tab es fácil de transportar, así podrán imitar a mamá y a papá, desde cualquier sitio.