La leche y los productos lácteos son alimentos fundamentales para el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños, ya que son fuente de calcio, además de otros nutrientes básicos, como vitaminas y minerales. Por este motivo es muy importante que estén presentes en la dieta de los pequeños, teniendo en cuenta que en cada etapa de su infancia y adolescencia sus necesidades son distintas y su dieta también debe serlo. Por eso, hoy os contamos los beneficios concretos de los lácteos y cómo ofrecérselos a los peques.
La importancia de la leche y sus derivados
Los productos lácteos son conocidos especialmente por ser una importante fuente de calcio y un alimento indispensable, tanto para los niños como para los adultos. Este mineral es el que mantiene nuestro esqueleto sano y fuerte. A su vez, protege nuestros dientes y nos aporta beneficios como mantener el colesterol a raya, promover una correcta coagulación y una buena salud cardiovascular. El Caserío y Aldeas Infantiles conocen la importancia de este nutriente, y por ello han vuelto a colaborar para proporcionar 30.000 meriendas a niños en situación de necesidad.
Pero tanto la leche como sus derivados tienen otros nutrientes esenciales para el desarrollo motor y cognitivo. Por un lado, la leche contiene vitaminas A, B1, B2, C, D y E, además de otros minerales como el sodio, el magnesio, el potasio o el fósforo. Los alimentos lácteos también son fuente importantísima de proteínas, indispensables para el desarrollo de tejidos y órganos. Los lacteoderivados, como el yogur o el queso, proporcionan además carbohidratos, que aportan energía.
Los lácteos, claves en cada etapa
Desde el nacimiento, la leche juega un papel importantísimo en el desarrollo de los pequeños, siendo su único alimento hasta los 6 meses. Ya sea a través de la lactancia materna, la opción recomendada por las organizaciones de salud y pediatras, como a través de la leche adaptada, los recién nacidos reciben de la leche todos los nutrientes necesarios durante los primeros meses de vida.
Con el inicio de la alimentación complementaria, a partir de los 6 meses, la leche debe seguir siendo el alimento principal para asegurar la correcta fortificación de los huesos, gracias al calcio, y un óptimo desarrollo cerebral, gracias a los ácidos grasos. En esta etapa hay que ir complementando la lactancia con la incorporación progresiva de otros alimentos y nutrientes hasta conseguir que los niños tengan una dieta lo más variada y completa posible.
Alrededor del año de edad, los pediatras recomiendan empezar a introducir la leche de vaca y sus derivados en la dieta de los pequeños, teniendo ésta un papel muy importante en su desarrollo físico e intelectual. De esta manera, se puede empezar a ofrecer, además de la leche, yogures y queso, para ir enriqueciendo la dieta de los pequeños y acostumbrándolos a nuevos sabores y texturas.
Por su composición y propiedades, los lácteos deben estar muy presentes en la dieta de los niños durante todo su desarrollo, sin olvidar etapas como la pubertad y la adolescencia, en las que necesitan un aporte extra de energía. En esta fase, la cantidad diaria recomendada aumenta y pasa a ser de 3 o 4 raciones diarias.
Cómo ofrecer lácteos a los niños
Para garantizar el correcto aporte de calcio y otros nutrientes en los pequeños, lo fundamental es asegurarnos que siguen una dieta variada en la que intervienen el máximo número de alimentos. Así, hay que ofrecerles las cantidades recomendadas de lacteoderivados según su edad, sin olvidar que hay otros alimentos que también tienen calcio y su consumo es muy beneficioso, como por ejemplo el pescado, el marisco, los frutos secos, las legumbres y algunas verduras (brócoli, espinacas o acelgas).
La leche y sus derivados se pueden ofrecen en su formato original, pero también se pueden integrar en diferentes recetas e integrarlas en los platos, un truco especialmente útil si no les gusta su sabor. En este caso, también es una buena opción apostar por derivados de la leche que les parezcan divertidos, pero que a su vez sean saludables y ricos.
Buen ejemplo de ello son los yogures bebibles o los quesitos, alimentos ricos en calcio que además tienen un formato muy atractivo para los peques y resultan prácticos para comer también fuera de casa.
Como veis, la leche y sus derivados son alimentos fundamentales para asegurar el correcto aporte de calcio y vitaminas, especialmente en los niños y adolescentes. No hay que olvidar, sin embargo, que también es muy importante seguir una dieta variada para un correcto crecimiento físico e intelectual.
Alimenta su futuro
Que todos los niños, sea cual sea su condición social, puedan tener acceso a una dieta variada y completa a nivel nutricional como la que hemos reflejado aquí se está convirtiendo en una prioridad para administraciones y empresas. Como comentábamos al inicio de este artículo, El Caserío ha vuelto a poner en marcha el proyecto de colaboración con Aldeas Infantiles SOS, a través del cual donará 30.000 meriendas para niños en riesgo de exclusión social que forman parte de la organización en toda España.
La merienda es una comida muy importante para tener una alimentación equilibrada ya que supone el 15% de las calorías diarias necesarias para un niño. El proyecto “Alimenta su futuro” de El Caserío y Aldeas Infantiles —puedes seguir la campaña en redes sociales a través de #ElCaserioYAldeasInfantiles y #AlimentaSuFuturo— SOS proporciona meriendas equilibradas a los niños que acuden a los centros de la ONG, para complementar su dieta y asegurar que tengan un correcto crecimiento y desarrollo físico y emocional. Además, la colaboración en este proyecto está abierta a todos los consumidores: por la compra de cada pack de un producto de El Caserío, podrás colaborar con esta bonita causa.
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