Ya queda muy poquito para que vuestro bebé esté con vosotros y lo único que tenéis es una caja llena de patucos de ganchillo que os han hecho las abuelas... ¡Qué no cunda el pánico! No caigáis en las compras compulsivas ni os dejéis arrastrar por el marketing para padres primerizos.
No todas las cosas que se presentan como necesarias para los bebés son realmente útiles o imprescindibles. Os ayudamos a saber qué objetos utilizaréis más, cuáles no necesitan grandes inversiones, qué artículos son totalmente prescindibles o qué compras es mejor no realizar hasta comprobar las necesidades.
Compras VIP en las que es mejor no escatimar
Antes de nada, empezamos con los sistemas de transporte. ¡Necesitamos poder movernos con nuestro bebé! La mayoría de sistemas están diseñados para ser usados desde el nacimiento hasta aproximadamente los 3 ó 4 años, así que haremos una buena compra invirtiendo en ellos.
La silla del coche es el primer artículo en el que tenemos que pensar porque la usaremos en cuanto el nuevo miembro de la familia realice su primer trayecto en auto. En ella es mejor no escatimar porque afecta directamente a su seguridad (y a nuestra tranquilidad).
Si la adquirimos en primer lugar, después no tendremos que hacer malabares para tener un sistema de retención infantil seguro que además sea el que mejor se adapte a nuestro peque, a nuestro presupuesto, a nuestro coche, a nuestro ritmo de vida y a nuestras necesidades.
El cochecito de paseo y/o el portabebés ergonómico son otros dos productos estrella a la hora de preparar el ajuar del bebé. Tanto si optamos por uno de ellos, como si decidimos alternar ambos sistemas según las circunstancias, merece la pena invertir en ellos porque nuestro bebé los usará a diario.
Los básicos imprescindibles
Si pensamos en las cosas que utilizaremos a diario ¡en seguida nos viene a la cabeza la minicuna y/o la cuna! Son dos artículos de uso cotidiano. Incluso si decidimos practicar colecho con el bebé, podemos elegir modelos específicos para este fin.
Aunque parezca que su tiempo de uso es menor que el de las cunas, los bebés descansan mucho mejor en minicunas, porque están más adaptadas a su tamaño. ¡Son más seguras y confortables para ellos! Además, su tamaño reducido nos permite prescindir de la cuna de viaje. Y más adelante podemos utilizar una camita infantil con barrera de seguridad para prescindir de la cuna.
Pero si preferimos comprar una cuna desde el principio, hay adaptadores de cuna que impiden que el bebé se pierda entre la ropa de cama y acabe a los pies de la cuna o bajo las mantas. Así que en cualquier caso, no es necesario que contemos con ambos artículos.
Y cuidado con los caprichos... ¡Las minicunas y cunas más económicas también cumplen su función a la perfección!
Lo que nadie te avisa que vas a utilizar poco
Todos los padres nos volvemos locos comprando la ropita del bebé cuando en realidad es de lo que menos se utiliza... ¡En serio! La ropa de primera postura, y en general la de los primeros meses, no se aprovecha durante mucho tiempo... ¡Los bebés crecen muy rápido! Entre la que compramos y la que nos regalan, ¡al final hay mucha ropa que se queda en el armario con la etiqueta puesta!
También podemos ahorrar en ropa de cuna si optamos por los saquitos para bebés. Los hay de diferentes tejidos y grosores según la temporada y además de ser más seguros para el peque, nos quitarán de planchar y hacer la camita del pequeño cada día.
Los robots de cocina para bebés son del todo prescindibles. Cocer, trocear y triturar son funciones que pueden realizar la inmensa mayoría de pequeños electrodomésticos. ¡Y además son más baratos!
El mueble bañera y el mueble cambiador tampoco son necesarios, al menos que tengamos espacios muy amplios en casa. El primero puede ser sustituido por un adaptador de bañera homologado que nos permita bañar al peque en nuestra bañera. El segundo, aunque práctico, resulta costoso y ocupa demasiado espacio para realizar una función que podemos hacer perfectamente colocando una toalla limpia sobre nuestra propia cama.
Deja que te lo regalen
Hay artículos que, aunque prácticos, no merece la pena que hagamos gasto en ellos. Por ejemplo: las hamacas y los balancines son muy chulos, pero el bebé no los necesita (¡y no a todos los niños les gustan!). Una trona evolutiva o la misma silla de paseo también sirven para sentar al niño dentro de casa, además de cubrir otras necesidades más importantes.
Otro artículo que no es tan necesario como parece es el calentador de biberones. A no ser que tengamos previsto ir de camping con el bebé, es más que seguro que siempre haya a mano un microondas para calentar su comida.
Los contenedores de pañales exigen un gasto considerable y hay que estar al tanto de reponer las bolsas herméticas constantemente. En cambio, no cuesta nada meter el pañal en una simple bolsa de plástico y cerrarla para evitar que huela antes de tirarlo en el cubo de basura... ¡El mismo de toda la vida!
A los familiares y amigos les suele hacer mucha ilusión regalar al bebé el móvil de cuna y demás juguetes, pero lo cierto es que hasta aproximadamente los 6 meses los bebés no comienzan a sentarse, a sentirse atraídos por ellos y a manipular por sí mismos los objetos.
Mejor esperar a ver cómo evoluciona la cosa...
Hay productos que es mejor ir adquiriendo sobre la marcha, la experiencia nos irá diciendo qué necesitamos. El sacaleches y el cojín de lactancia, por ejemplo, son muy prácticos pero es mejor comprarlos cuando los necesitemos ya que la lactancia evoluciona de manera diferente en cada caso.
La trona también es un producto muy útil... ¡Si el niño quiere quedarse sentado en ella! Por eso es mejor que la escojamos cuando estemos seguros de que el bebé va a querer usarla.
Los parques de juego ocupan mucho espacio en casa y a algunos niños no les gusta quedarse "aprisionados" dentro de ellos. Es mejor plantearnos su compra en el momento en el que el peque se convierta en un pequeño explorador y empiece a gatear por el suelo.
Si nuestro bebé no quiere de ninguna manera dejar de moverse a sus anchas por el suelo, igual es preferible sustituir el corralito por una puerta de seguridad para bebés que podemos instalar en su dormitorio o en el cuarto de juegos junto con una cámara vigilabebés.
Por último, los chupetes de diseño son muy tentadores, pero cada vez más expertos desaconsejan su uso. El chupete no es una necesidad ni una obligación, mejor esperar a ver las necesidades del bebé.
Establece una lista de prioridades y evita las compras impulsivas
Aunque es importante destinar la mayor parte de nuestro presupuesto a aquellos artículos de los que depende la seguridad o el bienestar de nuestro bebé, muchos de los artículos que compramos siendo padres primerizos son infrautilizados.
Elaborar sobre el papel una lista de imprescindibles, ordenada según su importancia o su cuantía, nos permitirá tener una visión más clara de cómo destinar nuestros recursos y establecer un presupuesto.
Comparar opciones, comprar sobre la marcha conforme surjan necesidades y evitar las compras impulsivas o emocionales son puntos clave a tener en cuenta para poder optar a los mejores artículos posibles dentro de nuestra lista de imprescindibles.
Aprovechar ofertas y programas de fidelidad también es muy aconsejable. Yudonpay, por ejemplo, es una útil app que nos permite acumular puntos y conseguir regalos con nuestras tarjetas de fidelización de forma sencilla.
Se trata de una aplicación gratuita para iOs y Android que agrupa todos nuestros clubs de fidelización en un mismo espacio y puede ser usada en los establecimientos sustituyendo a todas nuestras tarjetas. A través de ella podemos sumar los puntos de cualquiera de nuestras tarjetas de cliente o canjearlos por regalos.
Después, podemos consultar a través de ella el estado de nuestros puntos en tiempo real y nos ayuda a utilizar todas nuestras tarjetas de forma inteligente para alcanzar nuestros objetivos.
Estableciendo prioridades, prescindiendo de caprichos y compras emocionales, evitando adquirir productos de forma impulsiva y aprovechando todos los descuentos, ofertas y regalos disponibles es menos probable que realicemos una compra de la que después nos arrepintamos.
Por útiles que sean, tanto el bebé como nosotros podemos vivir sin ellos. Otra cosa es que, una vez que tengamos las necesidades más básicas cubiertas, decidamos comprarlos llegado el momento porque nos hagan la vida un poco más fácil.
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