Q'ela Pierce nació sorda. Tras probar diferentes audífonos que no funcionaron, le colocaron un implante coclear.
Un vídeo capta el conmovedor momento en el que se conecta, mientras juega ajena a lo que está a punto de ocurrir. Su primera reacción al oír la voz de sus padres fue llorar asustada. Y de ahí, a la sorpresa y a la alegría, mientras se toca el lado de la cabeza donde lleva el implante.
Una montaña rusa de emociones
Este llanto, capturado por su padre Quaneef Pierce, de 25 años, es el punto final de un gran viaje familiar que comenzó con el nacimiento de su hija, cuando a él y a su madre, Nikitia Vasser, de 33 años, les dijeron que no había superado la prueba de audición de recién nacida.
Desde entonces, la pequeña ha probado distintos audífonos que no han funcionado. Así que en enero de este año se convirtió en candidata para un implante coclear.
La cirugía se realizó el 29 de agosto en el Nemours Children's Hospital, de Orlando (Florida), donde vive la familia. Pero el implante se activó hace solo unos pocos días, cuando su incisión se curó por completo.
Las lágrimas de la pequeña son solo de emoción y sorpresa, porque el implante no duele.
Es más, después la sorpresa inicial de Q'ela se transforma en entusiasmo al escuchar a su padre decir su nombre, una vez que ha conseguido tranquilizarla.
Nikitia, su madre contaba en el Daily Mail:
"Este viaje ha sido muy duro, pero nunca perdí la esperanza, así que me emocioné mucho cuando le activamos el implante".
Añade que ahora su hija ha comenzado a reconocer los sonidos de la naturaleza, aunque todavía no puede distinguir quién habla.
¿Cómo funciona un implante coclear?
Consta de dos partes: un dispositivo electrónico que se implanta bajo la piel mediante cirugía y un procesador externo que se coloca detrás de la oreja. Su función es suplir la parte afectada del oído transformando los sonidos en señales eléctricas que se envían directamente al nervio auditivo.
El sonido se capta con un micrófono en el procesador externo.
El procesador convierte el sonido captado en información digital detallada.
La antena receptora magnética transmite las señales digitales al implante interno debajo de la piel.
El implante convierte la información digital recibida en información eléctrica que recorre la matriz de electrodos, a lo largo de la cóclea, hasta el nervio auditivo.
El nervio auditivo envía impulsos al cerebro donde se interpretan como sonido.
La audición de los niños con implantes es diferente a una normal, porque no es natural, pero resulta igual de clara que la de otro pequeño sin problemas de sordera.
Parece que al principio los sonidos son muy agudos, como un robot, pero que después de un tiempo su cerebro se adapta gracias a su neuroplasticidad.
Vía | T&T Creative Media
Foto | iStock
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