La edad en que se es madre actualmente es superior a la de hace unas décadas y ello está contribuyendo a que muchas parejas tengan problemas de fertilidad y que tengan que acabar haciendo uso de los avances de la ciencia para lograr un embarazo. El problema es que para hacer uso de esos servicios hay que confiar en la tecnología y, ya lo sabéis, la tecnología falla a veces, y no todo se arregla dándole unos golpecitos.
Estoy hablando de lo sucedido hace unos días en el Hospital de la Paz, en Madrid, donde uno de los contenedores en que se almacenaban 172 embriones congelados fue hallado a temperatura ambiente, es decir, sin poder ser utilizados.
Ante dicho fallo, el Servicio de Reproducción Humana del hospital se puso en contacto con todas las parejas para explicarles la situación y para ofrecerles la posibilidad de someterse a un nuevo ciclo de tratamiento con el fin de conseguir nuevos embriones. De momento han citado a consulta a 70 mujeres, siete han comunicado que no desean repetir el ciclo, cinco aún no se han pronunciado y el resto ha decidido que sí quieren someterse a ello. En cualquier caso, el hospital ha informado ya de que, de las 172 parejas afectadas, 122 ya consiguieron un embarazo previo.
Todo ocurrió hace cosa de un mes, cuando observaron que el contenedor no contenía nitrógeno líquido en su interior y que, en consecuencia, los embriones estaban a temperatura ambiente. Curiosamente se trataba del último contenedor que se compró para el servicio, el más nuevo, que llegó en 2010.
Se han mirado los registros de las revisiones del contenedor, para descubrir de dónde proviene el fallo, y han visto que 5 días antes de encontrarlo vacío tenía un nivel correcto de nitrógeno. Los controles se hacen de manera semanal, a veces en una y a veces en dos ocasiones por semana, así que en principio todo debería haber funcionado correctamente. Sin embargo, valorando el nivel de nitrógeno tras un nuevo llenado observaron que el nivel disminuye poco a poco, por lo que confirmaron que había una fuga de nitrógeno, ya fuera por una excesiva evaporación, ya fuera porque hubiera una pérdida. Ahora la unidad está trabajando con un contenedor menos, aunque aseguran que hay "capacidad suficiente para atender todos los casos".
En fin, es lo que hay, cuando hay que confiar en terceras personas o en aparatos diversos puede suceder esto. No es un error humano, sino simplemente una fuga difícil de prever. El problema, claro, es que no es como cuando tienes una fuga en casa, que viene un técnico, te la arregla y listo. Estamos hablando de embriones, de tratamientos y de esperanzas, al fin y al cabo. Cosas que pasan.
Vía | La Vanguardia En Bebés y más | Implantan por error un embrión de otra pareja y la madre entregará al bebé, Un bebé nace tras once años como embrión congelado, Implantar un solo embrión a mayores de 35 años es una opción más segura