España se queda sin matronas: la profesión más antigua del mundo está en peligro de extinción

Según un informe realizado en 2017 por la Asociación Española de Matronas (AEM), la media de matronas por cada 1.000 nacimientos en los países de la OCDE es de 25,9, mientras que en España la ratio se sitúa en 12,4. Más recientemente, otro análisis de la OMS publicado en la revista Redacción Médica hablaba tan solo de dos matronas en España por cada 10.000 habitantes, una cifra que situaría a nuestro país muy lejos de los registros de las grandes potencias europeas.

Si atendemos a la evolución del número de matronas a lo largo de los años, también comprobamos que nuestro país sale mal parado, pues en la última década se ha producido un notable descenso de matronas, al contrario de lo que viene sucediendo en países de nuestro entorno.

La Organización Colegial de Enfermería, la Asociación Española de Matronas y la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) llevan tiempo alertando de esta situación: faltan matronas en España y esto pone en riesgo la seguridad y la salud de la madre y el bebé.

Faltan matronas en España, y la situación es preocupante

Según el Consejo General de Enfermería, en nuestro país hay alrededor de 7.5000 enfermeras con el título de especialista en Obstetricia y Ginecología y cada año se forman 400 profesionales nuevos en este área. Pero esta cifra es insuficiente para atender a las mujeres y a sus bebés, además de situarse muy por debajo de la de otros países de nuestro entorno.

De acuerdo a las estimaciones de la AEM, en España faltarían más de 1.000 matronas para alcanzar la ratio adecuada que estima la OCDE y que alcanzan países como Reino Unido, Dinamarca o Suiza.

¿Cuáles son las causas de la falta de matronas en España?

Las escuelas de matronas cerraron durante siete años, entre 1987 y 1994.  El cierre de las escuelas se produjo porque las matronas españolas no cumplían con los requisitos formativos europeos. La primera promoción de matronas formadas tras el cierre salió en 1996; es decir, durante nueve años ninguna nueva matrona se había incorporado al mercado laboral en España.

No hay relevo generacional. El año pasado comenzaron a jubilarse las matronas formadas antes de 1987. Se estima que durante los próximos cinco años se jubilen alrededor del 40%, y no hay matronas que puedan reemplazar las vacantes que están dejando las que se van.

"El cierre de las escuelas de matronas y la jubilación de las compañeras que se formaron antes del parón es la principal causa de la crisis de matronas que hay actualmente en España" - afirma María José Remesal, matrona en un hospital de Sevilla.

La profesión de matrona no es una especialidad independiente. En España no existe la carrera de matrona como tal, sino que hay que estudiar la carrera de Enfermería y después acceder a la especialidad de Enfermería en Ginecología y Obstetricia a través del sistema de residencia (EIR) que tiene una duración de 2 años.

El problema de esta formación es que la matrona se ve supeditada a otros profesionales; es decir, y en palabras de la Asociación El Parto es Nuestro "se ven con capacidad limitada en la toma de decisiones relativas a su modelo formativo".

María José asegura que "aunque la formación EIR es muy buena, con este sistema salen cada año entre 300-400 nuevas matronas, a diferencia de una carrera universitaria independiente donde saldrían muchísimas más profesionales, para así ocupar el sitio que nos corresponde y mejorar la calidad de atención a la mujer".

¿Por qué es tan importante el papel de la matrona y qué implicaría su desaparición?

A lo largo de la historia en España, las matronas se han ocupado de atender a la mujer durante el parto, bien sea en su domicilio o en hospitales públicos o privados. Su función durante el trascurso de un parto normal es fundamental, pero también lo es a la hora de identificar complicaciones que requieran de la atención de un ginecólogo.

Numerosos estudios han señalado las ventajas que tiene que la mujer embarazada sea atendida por una matrona, ya que se ha asociado un menor riesgo de parto prematuro, complicaciones, menos episiotomías, nacimientos instrumentales y cesáreas de urgencia, y en general, mejor atención perinatal.

Tanto es así, que en países como Australia, Francia, Reino Unido o Irlanda, la matrona es una figura indispensable para las embarazadas y salvo que haya complicaciones médicas, partos difíciles o cesárea, son ellas quienes atienden en todo momento a la mujer.

Las funciones de la matrona no pueden ser asumidas por enfermeras o ginecólogos. Su papel durante un parto normal es indispensable.

En el plano físico, se ocupa del seguimiento del embarazo, de aconsejar hábitos saludables, informar sobre las pruebas prenatales, monitorizar la condición fetal, evaluar factores de riesgo y la detección temprana de problemas. Si el parto no es de riesgo es la matrona quien lo asiste, atendiendo a la mujer durante el periodo de dilatación y el expulsivo, y controlando el bienestar fetal.

Durante el postparto la matrona continua siendo una pieza clave, pues no solo se encarga del estado de salud de la madre o de controlar los puntos de la episiotomía o cesárea si fuera el caso, sino que además ayuda y asesora en cuestiones de lactancia.

Y por si todo esto fuera poco, la matrona también juega un papel muy importante en la atención emocional a la madre, tanto durante como después del embarazo. No en vano, en países como Inglaterra la matrona es la encargada de realizar un chequeo mental a la mujer tras el parto, con el fin de detectar de forma precoz cualquier indicio de depresión postparto o trastornos mentales similares.

¿Qué soluciones se están planteando?

Desde la Asociación El Parto es Nuestro denuncian el poco o nulo interés que está despertando este tema entre las autoridades sanitarias. Además, en opinión del colectivo afectado, las medidas que se están tomando desde las gerencias de los hospitales no están ayudando a solucionar el problema, sino todo lo contrario.

María José Remesal se queja de que ante la falta de matronas, todas acaban siendo reclamadas para trabajar en los paritorios, por lo que el importante trabajo que muchas hacen en consulta o plantas de embarazo acaba siendo sustituido por el de enfermeras sin especialidad.

En otras ocasiones, la falta de matronas está repercutiendo en las condiciones laborales de las mismas. Así, según El Parto es Nuestro, al menos un 10,5 % de las matronas consultadas por esta asociación no tienen vacaciones, otras solo pueden disfrutar de ellas fuera del periodo de verano y hasta un 50% se ven obligadas a doblar turnos.

Matronas de Hospital de Cruces en Bilbao o la Asociación de matronas de la Comunidad Valenciana emitieron hace unos meses comunicados para advertir de la situación y avisar a las mujeres de que la falta de matronas acusada en sus servicios les imposibilita para ofrecer atención de calidad y seguridad adecuada.

Asimismo, las matronas también alertan de que esta situación está propiciando el intrusismo profesional, un hecho que también denuncia la Asociación El Parto es Nuestro

"En mi opinión la falta de matronas favorece el intrusismo. La maternidad es un campo muy tentador para oportunistas y otro tipo de profesionales que aprovechan la circunstancia para crear su negocio, metiéndose en un terreno que no les corresponde" - reclama María José Remesal.

En el Informe de Situación de las Matronas en España, la Federación de Matronas considera que la situación mejoraría si se llevaran a cabo estrategias como las siguientes:

  • Igualar la ratio de matronas al de otros países de nuestro entorno mediante mecanismos eficaces puestos en marcha por el Ministerio de Sanidad.
  • Equilibrar el número de matronas en las distintas CCAA (actualmente, Galicia, Madrid, Asturias y Andalucía son las comunidades que menos ratio de matronas tienen).
  • Reconversión de plazas ocupadas actualmente por enfermeras generalistas en las áreas en las que deben desarrollar sus competencias las matronas.
  • Legislar las funciones de las matronas acordes a las competencias profesionales que le otorga su plan formativo.
  • Crear el puesto de matrona adjunta a la dirección de enfermería, responsable de la cartera de servicios que ofrecen las matronas en atención primaria (Comunitaria) y especializada (Hospitalaria).
  • Combatir el intrusismo profesional y la competencia desleal.
  • Aplicar políticas activas que favorezcan un mayor reconocimiento profesional de las matronas dentro de los equipos de obstetricia y ginecología.

Foto de portada | Freepik 

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