Plan de fin de semana: ir al cine en familia. Revisamos la cartelera, los horarios y miramos las películas a las que podemos ir con los niños pero ¿quién decide si mis hijos son o no aptos para verlas?
No, no siempre coincide la recomendación del ministerio con nuestro criterio como padres, no siempre es equivalente la clasificación por edades de las películas con lo que nosotros vemos en el cine porque ¿quién decide qué películas pueden o no pueden ver mis hijos?
Pues ahí está la polémica en los últimos días, precisamente en esas decisiones, en esas personas y en todo lo que parece que hay alrededor, en lo que "se deja ver".
Y yo pensando que lo de la clasificación por edades de las películas era más bien decisión de los padres de los niños que a fin de cuentas, somos los que conocemos a nuestros hijos.
La noticia ha saltado esta semana a la prensa porque varios ex trabajadores del organismo encargado de señalar para qué edades es recomendada o no una película, han denunciado las presiones a las que les someten las grandes distribuidoras para que esa edad se rebaje todo lo posible. Y ponían como ejemplo evidente lo ocurrido con la clasificación de la última aventura cinematográfica de “Los Vengadores: la era de Ultrón.”
La última aventura de estos superhéroes de Marvel en nuestro país, pasó de no ser recomendada para menores de 12 años inicialmente, a no serlo para menores de 7 años cuando llegó el momento de su estreno.
Según los mencionados ex trabajadores de la comisión de valoración, esto se debió a que desde el ministerio de cultura se están rebajando los criterios para que películas inicialmente consideradas algo más violentas, puedan ser vistas por un público de menor edad, debido a las presiones de las grandes distribuidoras internacionales que pretenden que se quede la menor cantidad de público posible fuera de las salas en las que se exhiben sus películas. El negocio es el negocio.
En Estados Unidos, esta última entrega de “Los Vengadores” no era recomendada para menores de 13 años, en Reino Unido y en Alemania no lo fue para menores de 12 años ¿esto es porque los niños españoles son más maduros para ver y entender la violencia de una película como esta o es que sus gobiernos son menos permeables a esas supuestas presiones de las que hablan los antiguos trabajadores de este organismo?
La responsabilidad final
En cualquier caso, sabemos todos que esto de la edad recomendada para ver o no una película es sólo una recomendación, no una prohibición. Sobre todo lo saben o deberían haberlo sabido todos aquellos padres que llevaron a sus hijos a ver “Deadpool” y se escandalizaron una vez en la sala ¿no vieron que no estaba recomendada para menores de 18 años?
Numerosos padres y madres acudieron durante el fin de semana del estreno a ver a este otro superhéroe y muchos de ellos dejaron las salas con sus familias a mitad de la película, otros aguantaron tapando los ojos y oídos de sus hijos y otros tuvieron que consolar a unos pequeños que no entendían ni los tacos, ni las faltas de respeto, ni las obscenidades del protagonista y que se echaron a llorar abrumados allí mismo.
Esa es la realidad: la responsabilidad de meter a un niño en una sala de cine realmente es del padre y la madre de ese niño. Y para eso los padres tienen que estar informados, tienen que tomarse la molestia de pensar en el menor con el que van al cine, tiene que saber si va a entender o no lo que va a ver, si lo va a disfrutar, si es adecuado para su educación, para su forma de entender la vida y de relacionarse con sus iguales. Porque si no lo hacemos lo que ocurre es que les exponemos a algo para lo que no están preparados o lo que es lo mismo, le quitamos un poquito de su infancia así, sin darnos ni cuenta.
Tolerancia a la violencia
Si os dais cuenta, lo que nos marca el tempo es la violencia que exista en las historias y la enorme tolerancia que tenemos ante ella.
Sí, no nos importa demasiado el número de muertos de la cinta, de hecho esto creo que es de lo que menos nos importa ya. Nos preocupa relativamente la violencia explícita pero la toleramos bastante y exponemos a nuestros hijos quizás a edades a las que a lo mejor les haríamos un favor no exponiéndoles.
Pero somos mucho más intransigentes con cualquier muestra de cariño que pueda parecer que va a terminar en algo más. Nuestro umbral para eliminar de la vista de nuestros hijos cualquier secuencia que pueda parecernos que induce a pensar en una relación sexual, nos hace replantearnos muy seriamente si nuestro hijo debe ver la película o no.
Y sin embargo, tal vez lo que deberíamos plantearnos es por qué lo hacemos, por qué somos así y por qué no equilibrar un poco más la balanza. Subir el listón en lo que a filtrarles violencia se refiere y suavizarlo un poco en lo que tiene que ver con las relaciones entre personas, a fin de cuentas nos gustará que nuestros hijos en su vida de adultos tengan más posibilidades de lo segundo que de lo primero ¿no os parece?
Vía | elespañol.com
Fotos | iStockphoto | blogdecine
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