La semana pasada se validó en el Senado el informe que establece las bases de la futura Ley contra el consumo de alcohol por parte de menores, quedando a la espera de su aprobación por la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas.
La futura Ley pretende tener un carácter "educativo y pedagógico" que garantice la protección de los menores, y uno de los puntos que propone es multar a los padres cuyos hijos menores de edad beban alcohol.
Multar a los padres: una medida que ha levantado polémica
Según el informe, los últimos datos de consumo de alcohol por parte de menores son realmente preocupantes, y con el objetivo de retrasar el inicio del consumo a los 18 años, la nueva Ley propone una serie de medidas que además de educar, garanticen la protección de los menores.
El punto que ha levantado más polémica es el que hace referencia a las multas que se impondrán a los padres si sus hijos menores beben. Además, en casos de reincidencia grave en los que se demostrara una actitud negligente por parte de los progenitores, se aplicaría la normativa existente en el ordenamiento jurídico para la protección del menor.
Para condonar la sanción, los padres deberán participar junto con los hijos en las actividades reeducativas que se les impongan como alternativa, basadas en la evidencia y con objetivos de prevención y reeducación.
Son muchas las voces que se han alzado en contra de las medidas sancionadoras a los padres, alegando que cuando los hijos entran en la adolescencia, en muchas ocasiones se pierde el control de lo que hacen en el momento en que salen de casa. De este modo, las amistades, ciertos entornos, las "modas"... podrían llevar a los niños a actuar de una manera que no se corresponde con la educación recibida en casa.
Otros opinan que la responsabilidad de lo que hagan los hijos debería recaer sobre ellos mismos y no sobre sus padres, especialmente cuando hablamos de una determinada edad en la que se presupone que el menor debería tener un conocimiento de las normas sociales y una cierta madurez.
A este respecto, sostienen que aplicando medidas sancionadoras a los menores que no vayan destinadas a recaudar dinero sino a reparar los daños (por ejemplo, limpiando las calles de la basura generada por el botellón) se lograría una mayor toma de conciencia que eludiendo la responsabilidad, al recaer ésta sobre los progenitores.
Pero también hay personas que aplauden la propuesta, ya que consideran que son muchos los padres que no se involucran debidamente en la educación de sus hijos y que no fomentan la comunicación con ellos, por lo que todo lo que hagan los menores de edad fuera de casa debería ser responsabilidad de la familia.
Otras medidas que propone la nueva Ley
Otras de las muchas medidas que propone la futura Ley contra el consumo de alcohol en menores son:
Prohibir la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, lo que popularmente se conoce como "hacer botellón", salvo en terrazas o áreas autorizadas.
Endurecer las medidas contra cualquier tipo de local o comercio que venda o suministre alcohol a menores de manera reiterada, llegando a ser incluso clausurados.
Como ya ocurre con el tabaco, incluir en el etiquetado de las bebidas con contenido alcohólico -teniendo en cuenta la Directiva Europea- una advertencia sanitaria sobre los daños y riesgos para la salud.
Limitar la publicidad, promoción y patrocinio en vía pública estableciendo un perímetro en torno a las cercanías de lugares destinados a menores o frecuentados por ellos, es decir colegios, institutos, centros sanitarios o salas de cine o teatro durante los espectáculos dirigidos a menores.
Limitar el patrocinio de bebidas alcohólicas a actividades deportivas, culturales, educativas, de ocio, etc, especialmente si son sitios susceptibles de acudir menores: conciertos, beer runners, películas taquilleras, juegos online, fiestas patronales...
La publicidad de bebidas alcohólicas en televisión deberá tener una restricción de horario infantil en el que no se podrá insertar publicidad de ningún tipo, ni tampoco en programas emitidos una hora antes o después de ese horario.
En materia de educación, se propone tanto en Primaria y Secundaria, como en Bachillerato y Formación Profesional, incluir acciones que promuevan la educación para la salud, así como protocolos que permitan detectar de forma temprana a los menores con factores de riesgo.
En el ámbito asistencial, los profesionales sanitarios tendrán un papel primordial en la detección de consumo de alcohol en menores. Además, en las urgencias de los hospitales se establecerán ciertos protocolos de actuación cuando se atienda a menores con intoxicación etílica, con el fin de prever posibles adicciones.
Y en lo que a publicidad se refiere, además de las medidas citadas anteriormente se propone cambiar el actuar logo de "consumo moderado" o "es tu responsabilidad" por otros más contundentes que no inciten al consumo, como por ejemplo "tolerancia cero en menores". Igualmente, se quieren llevar a cabo campañas de concienciación sobre los abusos del alcohol, así como propuestas de ocio alternativas al alcochol durante la celebración de fiestas culturales y patronales.
Tolerancia cero en consumo de alcohol por menores
Algunos expertos se muestran escépticos con esta nueva Ley y no creen que vaya a ser suficientemente eficaz, pues a día de hoy las legislaciones autonómicas y las ordenanzas locales que regulan el consumo de alcohol no han tenido el impacto deseado.
Según la Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes 2016-2017), del Ministerio de Sanidad, aproximadamente el 75 por ciento de los chicos y chicas españoles de entre 14 y 18 años ha probado el alcohol, siendo la edad media de inicio en su consumo semanal los 15 años.
De los datos publicados por el Ministerio de Sanidad llama especialmente la atención el crecimiento de la tasa de consumo de alcohol con respecto a los datos de 2014, con un incremento de casi 38.000 menores más.
Por otro lado, el informe advierte de la permisividad de los padres en lo que respecta al consumo de alcohol de sus hijos, pues el 48 por ciento permite que sus hijos menores beban. Además, más del 20 por ciento de los estudiantes entre 14 y 18 años afirma conseguir el alcohol en su propia casa, y casi el 30 por ciento en las casas de los amigos.
Personalmente, considero fundamental que los padres se involucren en este tema y eduquen a sus hijos menores en un consumo cero de alcohol. Además, debemos enseñarles a decir "no", a que tengan su propia personalidad, y no se dejen arrastrar por las modas o por lo que haga el resto del grupo.
También es responsabilidad nuestra hacerles ver los efectos negativos de la bebida, mostrarles alternativas y planes de ocio donde el alcohol no tenga cabida y, por supuesto, dar ejemplo con nuestros actos.
Sin embargo, y por desgracia, los padres no podemos evitarlo todo, y la adolescencia es una etapa especialmente vulnerable caracterizada por la trasgresión de conductas, el deseo de probar cosas nuevas y de hacer lo mismo que el resto para evitar sentirse excluídos.
Personalmente considero que lo que realmente hay que atajar es el concepto y la percepción que gran parte de la sociedad tiene del alcohol como algo imprescindible para divertirse, y que no debe faltar en ninguna fiesta o reunión de amigos.
En este sentido, responsabilizar y multar a los padres por el comportamiento de sus hijos (siempre y cuando, lógicamente, no se trate de un caso de dejadez) no creo que vaya a ser una medida que solucione este alarmante panorama.
¿Qué os parece a vosotros? ¿Se debería multar a los padres por el consumo de alcohol de sus hijos? ¿Qué medidas consideráis que deberían aplicarse para erradicar este problema?
Fotos iStock
Vía El Mundo
En Bebés y Más Y de repente, tu dulce angelito ha crecido y empieza a beber alcohol, "No puedo con ellos", cómo prevenir desde la infancia para evitar adolescentes conflictivos, "Hablar con ellos hoy evitará un mal trago mañana", Uno de cada seis padres permite que sus hijos beban alcohol a los 14 años