Se atiende el 80% de los partos en una habitación que en nada recuerda un hospital y permite la intimidad de la madre en todo el proceso. Se ha descartado el enema y el rasurado. Se ha reducido a la mitad el número de episotomías. También se permite libertad de movimientos en el proceso de parto y en el expulsivo. Se sigue ofreciendo la epidural y el 75% de las mujeres recurren a ella.
Los responsables del centro se muestran satisfechos por poder ofrecer, dentro del ámbito hospitalario, una atención al parto normal conforme a su naturaleza, pero manteniendo la cercanía de los medios médicos en caso de complicaciones, que es algo que muchas mujeres necesitan para sentirse más seguras.
Via | El Periódico.com