Fue uno de los casos más dolorosos que recordamos y todos empatizamos con esa madre que rota de dolor no perdía las esperanzas durante la búsqueda de sus hijas, hasta que llegó la peor de las noticias: Anna y Olivia, de uno y seis años de edad, habían sido asesinadas por su padre, y exmarido de ella, Tomás Gimeno.
Hace un año de esta tragedia. Precisamente el 27 de abril fue el último día que Beatriz vio con vida a sus hijas, y el pasado 26 de abril, un día antes de que se cumpliera el primer aniversario, dio a luz a Elsa, su tercera hija.
Su llegada al mundo "convierte el dolor en amor y da a la vida significado", manifestó a Informativos Telecinco Joaquín Amills, Presidente de SOSDesaparecidos que fue el portavoz de la familia durante la desaparición de Anna y Olivia.
"Es una inmensa alegría para sus padres y todos los que tenemos siempre presentes a Anna y Olivia", apuntó Amills.
Una nueva ilusión después de la tragedia
Beatriz, de 36 años, que tiene una nueva pareja, quedó embarazada a mediados del año pasado y ha vuelto a sentir lo que es tener a una bebé en brazos, renovando la ilusión tras el golpe más duro que puede recibir una madre.
Amills señala que la llegada de Elsa no hubiera sido posible sin las innumerables muestras de cariño y solidaridad que recibió Beatriz y sin todo el trabajo realizado que finalmente permitió que se encontrara el cuerpo de Olivia y se ayudara a esclarecer lo ocurrido.
"Anna y Olivia marcaron un antes y un después en este mundo. La fe, la esperanza y la ilusión han dado fruto en una bebé preciosa, angelical, de nombre Elsa. Ella sabrá que sus hermanitas Anna y Olivia marcaron un antes y un después en este mundo, antes de partir de él, y que gracias a ellas muchos niños y niñas pueden tener el futuro que se merecen y el cual todos tenemos que cuidar, como sociedad, poniendo los instrumentos necesarios para protegerlos, para que los menores no sean herramienta de odio y maldad por parte de ningún progenitor", detalló el portavoz de la familia.
"Anna y Olivia son presente, forman parte de nuestra sociedad y son un rayo de esperanza, porque en este mundo hay muchísima gente buena. La llegada de Elsa viene cargada de muchísimas emociones, sensaciones, recuerdos, alegría y agradecimiento a la vida", concluyó.