No todo es dieta y ejercicio. Una psicóloga de Yale asegura que este simple cambio de mentalidad alarga la vida 7,5 años

La mente es muy poderosa, y lo que le decimos y cómo se lo decimos, puede influir enormemente en diversos aspectos de nuestras vidas, desde nuestras decisiones hasta el humor o estado de ánimo que tengamos.

Pero además de esto, nuestra forma de pensar también puede tener un efecto en nuestra salud física, dependiendo de si nuestros pensamientos son positivos o se inclinan más hacia lo negativo.

Un ejemplo de esto es lo que ha encontrado una psicóloga de Yale, quien señala que tan solo un simple cambio de mentalidad puede alargar la vida hasta 7,5 años.

La doctora Becca Levy, profesora de Yale y experta en la psicología del envejecimiento exitoso, comenta que a la hora de pensar en los hábitos que nos pueden ayudar a envejecer de manera saludable, muchos ignoran o subestiman el poder que puede tener nuestra forma de pensar sobre nuestra longevidad.

Gracias a su trabajo de investigación, Levy ha encontrado y demostrado que algunos problemas de salud que se relacionan con el envejecimiento, como la pérdida de memoria, el deterioro auditivo y los problemas cardiovasculares, en realidad están influenciados por creencias negativas que tenemos sobre la edad y el envejecimiento.

En cambio y como lo señala en su libro 'Breaking the Age Code: How Your Beliefs About Aging Determine How Long and Well You Live' (que se traduciría como 'Rompiendo el código de la edad: Cómo tus creencias sobre el envejecimiento determinan cuánto y cuán bien vives'), las creencias positivas sobre la edad conducen a una mejor salud e incluso a una vida más larga, de hecho, en promedio 7,5 años más.

Y todo comenzó con un viaje a Japón.

Los japoneses y el envejecimiento

Cuando Levy se encontraba estudiando su posgrado en Harvard recibió una beca especial para estudiar por qué los japoneses tienen la mayor esperanza de vida del mundo. Para ello, Levy se mudó por un tiempo a este país asiático, que como sabemos tiene una cultura muy particular y de la cual hay mucho por aprender.

De acuerdo con lo que cuenta para la revista de salud de Yale, poco después de llegar a Japón observó que la vejez es vista como una etapa de vida para ser disfrutada, en lugar de temerle y verla como algo negativo o desalentador. Y sus efectos podían ser vistos en la salud de los japoneses.

Notó, por ejemplo, que la menopausia es tratada como una fase valiosa de la vida de la mujer y que, a diferencia de países en los que se le ve como una etapa difícil o llena de afecciones, las mujeres japonesas tienen menores probabilidades de experimentar diversos síntomas de la menopausia en comparación con las mujeres de la misma edad en países como Estados Unidos.

Las creencias positivas favorecerían la recuperación

Para continuar investigando esa relación entre mentalidad y salud, Levy analizó un estudio realizado en personas mayores por Thomas M. Gill, también profesor de Yale pero especializado en epidemiología y medicina geriátrica, en el que se encontró que la mayoría de las personas mayores que no podían bañarse o alimentarse solas después de una caída o lesión grave, eventualmente pudieron volver a hacerlo.

Interesada por saber qué es lo que motivaba a quienes sí podían volver a hacer estas cosas, Levy incluyó una medida de creencias sobre la edad y publicó su análisis titulado  'Association Between Positive Age Stereotypes and Recovery From Disability in Older Persons' (Asociación entre estereotipos positivos sobre la edad y recuperación de la discapacidad en personas mayores).

De acuerdo con su análisis, los adultos mayores que participaron en el estudio y que tenían creencias positivas sobre la edad tenían un 44% más de probabilidades de recuperarse completamente de una discapacidad grave, demostrando que las creencias positivas sobre la edad pueden actuar como un recurso para la recuperación.

Pensar positivamente sobre el envejecimiento alarga la vida

Foto | Leish en Pexels

Así, el vínculo entre el envejecimiento y nuestra mentalidad se convirtió en el enfoque central de la investigación de Levy. En un estudio que realizó sobre el tema, analizó las respuestas de personas mayores a una encuesta sobre sus actitudes hacia el envejecimiento hace 23 años.

El equipo de Levy encontró que quienes veían el envejecimiento de manera más positiva vivían en promedio 7,5 años más, incluso controlando otros factores como la salud general y el estatus socioeconómico.

De acuerdo con Levy y su equipo de investigadores, el impacto de una percepción positiva es mayor que el que tienen otras medidas y condiciones asociadas a una esperanza de vida más larga, como ejercitarse regularmente o tener un índice de masa corporal más bajo, que solo contribuyen a tener entre uno y tres años de vida adicional según su análisis.

Desde luego, esto no se trata de dejar de hacer ejercicio o de alimentarse bien, pues son factores que sin duda ayudan a tener un envejecimiento largo y saludable, pero como lo decía Levy, no debemos subestimar el poder que tiene nuestra actitud ante los cambios naturales e inevitables de la vida.

Foto de portada | RDNE Stock en Pexels

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