El tema de los sitios libres de niños no es nuevo, pero tampoco es uno que vaya a terminarse pronto. Cada cierto tiempo, alguna publicación o nueva medida anunciada por algún sitio reaviva la polémica y vuelve la discusión sobre esta clase de decisiones.
Ahora, un restaurante ha vuelto a poner el tema sobre la mesa, al anunciar que a partir de marzo ya no permitirá la entrada a niños menores de 10 años en su establecimiento.
Ha sido un restaurante en Nueva Jersey, Estados Unidos quien ha desatado la polémica de los sitios libres de niños (también en muchas ocasiones señalados como antiniños), tras publicar en su página de Facebook que habían decidido tomar una medida drástica sobre las familias con niños pequeños.
De acuerdo con lo publicado por Nettie's House of Spaghetti, a pesar de que no tienen nada en contra de los niños, ya no se permitirá el ingreso de niños menores de 10 años en el restaurante:
Publicación del restaurante
Amamos a los niños. Realmente, realmente, lo hacemos. Pero últimamente, ha sido extremadamente difícil acomodar a los niños en Nettie's. Entre los niveles de ruido, la falta de espacio para sillas altas, la limpieza de desastres y la responsabilidad de los niños corriendo por el restaurante, hemos decidido que es hora de tomar el control de la situación. Esta no fue una decisión que se tomó a la ligera, pero algunos eventos recientes nos han empujado a implementar esta nueva política. A partir del 8 de marzo, el día que regresamos de nuestras vacaciones de invierno, ya no permitiremos que los niños menores de 10 años cenen en el restaurante.
Sabemos que esto va a molestar mucho a algunos de ustedes, especialmente a aquellos con niños que se portan muy bien, pero creemos que esta es la decisión correcta para que nuestro negocio avance.
Gracias por entender
Los comentarios de la publicación fueron limitados, por los que solo unos cuantos se pueden leer en ella, pero entre las más de 10.000 personas que han compartido la publicación, se encuentran muchos que han tomado con pesar y molestia su decisión.
En uno de los pocos comentarios de la publicación que apoyan su nueva medida, el restaurante detalla un poco más su drástica decisión: "¡Gracias por su apoyo! Se ha convertido en una responsabilidad para nosotros: los niños que corren en círculos por el restaurante cuando estamos tratando de llevar bandejas de comida y bebidas ha hecho que hacer nuestro trabajo sea extremadamente difícil."
Este no es el primer establecimiento en tomar una medida de esta naturaleza. Hace tiempo compartíamos que un restaurante en Alemania había decidido prohibir el ingreso y permanencia de niños menores de 14 años después de las 17 horas, con la finalidad de dar a sus clientes una hora de la cena tranquila.
¿Es realmente necesario tomar una medida como ésta, o se trata simplemente de otro sitio más que tiene poca tolerancia a los niños y se une a lo que muchas personas denominan como "niñofobia" o moda anti niños?
Hace algunos años debatíamos sobre este tipo de decisiones, preguntándonos si realmente era buena idea prohibir la entrada a bebés y niños en sitios públicos como restaurantes, llegando a la conclusión de que se trata de un tema complejo, que llevaba a decisiones aún más complejas o difíciles.
Aunque creemos que los padres tenemos derecho de ir a comer con nuestros hijos a algún lugar que nos guste, también es cierto que no todos los padres prestan atención a sus hijos ni vigilan su comportamiento fuera de casa, o también hay niños a los que no les encantan los sitios con mucha gente y lo reflejan en su forma de actuar.
Como padres, debemos tener la prudencia y el sentido de común para saber a dónde sí podemos ir y a dónde no, así como llamar la atención de nuestros hijos si vemos que no se están comportando adecuadamente.
Al final, la culpa realmente nunca es de los niños, y si hablamos de "personas molestas" también hay muchos adultos que resultan insoportables en sitios públicos, ya sea por ser escandalosos al hablar o por pasarse con el alcohol (pero por alguna razón a ellos no les prohíben la entrada).
Foto de portada | Pablo Merchán Montes en Unsplash