Una sentencia pionera en nuestro país dictada por un juez de la Audiencia Provincial de Córdoba ha retirado a un padre la custodia compartida de sus dos hijos tras exponerlos "constantemente" al tabaquismo que sufre.
El padre, al que define como "fumador patológico", fumaba a todas horas y de forma compulsiva delante de los hijos, y a pesar de tener la oportunidad de abandonar el hábito y no haberlo hecho, el magistrado tomó la decisión de privarlo de la custodia por "poner en peligro la salud de los menores sin mirar a otra cosa que no sea su adicción".
Un tabaquismo severo
Como decíamos, se trata de una persona que fumaba mucho dentro de casa y, según ha declarado el hijo mayor de 13 años (el otro hijo de 10 años), incluso fumaba dentro de su habitación.
Los padres están obligados a garantizar el bienestar y la salud de los hijos, cosa que según el juez este padre no ha hecho. En la sentencia ha dictado:
"(El padre) ilustra poco interés para preservarlos [a los niños] del riesgo objetivo que supone estar con los menores en un ambiente cargado de humo".
El padre tiene toda la libertad para fumar dentro de casa, pero cuando perjudica seriamente la salud de sus hijos, se considera que prevalece el interés del menor.
Los niños, fumadores pasivos
Los niños no eligen fumar, sin embargo en nuestro país la mitad de los niños españoles convive con algún fumador en casa. Al convivir con padres fumadores, se convierten en fumadores pasivos, y ya conocemos los perjuicios que causa el tabaco en los menores por muy mínimo que pueda ser el humo que les llegue.
Los niños tienen un ritmo de respiración más rápido que el que tenemos los adultos, y por tanto inhalan más humo en relación con el peso y la altura. Además, en el caso de niños pequeños, tienen un sistema inmunológico menos desarrollado, que los hace más vulnerables a los tóxicos del humo.
Hay numerosas investigaciones científicas sobre los efectos del tabaco en los niños como fumadores pasivos que han demostrado una correlación directa entre el número de cigarrillos fumados cada día por los adultos en el hogar y el nivel de cancerígenos del tabaco encontrados en la orina de los niños.
¿Puede más el mal hábito que los hijos?
Dejar de fumar es una buena decisión, no siempre fácil, pero acertada. La principal razón es que se crea un ambiente más sano para uno mismo y para toda la familia. En el caso de este padre, si abandonara el mal hábito y dejara de fumar podría recuperar la custodia compartida.
Ahora se establecerá un régimen de visitas y el padre podrá estar con sus hijos los fines de semana alternos, así como dos días entre semana, martes y jueves.
Es inevitable pensar en hace 30 o 40 años atrás, cuando nosotros éramos pequeños, y los adultos fumaban constantemente delante de los hijos, tanto en casa, como en el coche y en sitios públicos. Una sentencia así hubiese sido escandalosa, pero los tiempos han cambiado y se tiene mayor conciencia de la protección de los niños frente al tabaco. ¿Qué opináis de la sentencia? ¿Es excesiva o acertada?