Sólamente en España, el año pasado fueron retirados 44.000 juguetes y se destruyeron más de 11.000 juguetes, de los cuales el 80 por ciento provenían de países asiáticos. Además se incluyeron 2.225 productos en la Red de Alerta por entrañar riesgos para los consumidores de los que el 30 por ciento fueron juguetes
Estos nuevos inventos se llaman "segurómetro" y "segurotrón" y consisten en reproducciones de metacrilato con las medidas de la boca de los niños menores de tres años. El primero, el "segurómetro", es un cilindro que simula la laringe del niño y mide si el juguete cumple las normas europeas para las partes pequeñas. Si las piezas que se pueden desprender del juguete entran por el cilindro significa que no es muy seguro. El segundo, el "segurotrón", sirve para comprobar si las bolas que incluyen algunos juguetes son seguras. Si atraviesan este dispositivo podrían bloquear parte de la boca o de la garganta y provocar asfixia o atragantamientos.
Estos prototipos se distribuirán en colegios de Cantabria (sede de la Escuela Europea de Consumidores) y además se podrá descargar de la página web de la Escuela un recortable para poder construirlo en casa.
Además de estos productos, han presentado un decálogo para dar a conocer a los padres los requisitos de seguridad que dicta la Unión Europea para los juguetes, en el que se dan consejos para la hora de comprar los juguetes como: evitar productos inflamables, con bordes cortantes, aristas o clavos, y que en el caso de desmontarse lo hagan en piezas grandes.
Vía | Terra Más información en | Escuela Europea de Consumidores