El pasado jueves 4 de diciembre sucedió en el Palacio de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo que voy a relataros. Cuando los diputados entraron al recinto, cada uno se encuentra en su banco, pegado al botón con el que deben votar las leyes, una hoja de papel con el logo de La Liga de la Leche y dos bombones pegados, con una inscripción que dice: “Uno de estos bombones fue envuelto en un baño público. ¿Cual comerías?”
Nadie entiende nada, todos se miran unos a otros y preguntan quien les puso eso. Se rien. Todos son conscientes que nadie que no sea diputado o asesor parlamentario puede tener acceso a los bancos, y sin embargo ahi habia cientos de bombones desparramados por el salón. Finalmente la diputada Victoria Morales Gorleri pide la palabra, y comienza preguntando a sus colegas: “¿Ustedes comerían en un baño público? “
Su objetivo era mostrarles que los bebés que toman leche que sus madres extraen en sus lugares de trabajo habitualmente deben comer algo que se “envolvió” en un water. Las madres se encuentran con que el único lugar donde pueden extraer la leche es el baño de la oficina, el lugar más contaminado de un puesto de trabajo.
Los diputados quedaron impactados y en el momento de la votación se aprueba la Ley de Lactarios. Esta Ley prevée que los organismos públicos deberán contar con espacios limpios, especialmente acondicionados con una mesa, un sillón y una nevera para que las madres que trabajan no tengan que extraerse leche en el baño y puedan almacenarla en condiciones óptimas para que luego quien cuide a su bebé pueda dársela.
Esta ley ha sido conseguida gracias al intenso trabajo realizado antes las diferentes comisiones por la Diputada Morales Gorleri y su asesora, la psicóloga Monica Tesone, miembro de LLL. Y sobre todo por la implicación de La Liga de la Leche y todas esas madres que han querido ayudar a que otras mujeres y sus bebés dispongan de un lugar higiénico y digno para poder mantener la lactancia.
Según me relataba la licenciada Tesone su objetivo es que esta Ley llegue a ser de aplicación también para el ámbito de la empresa privada. Yo, al recordar las pésimas condiciones en las que tuve que usar el sacaleches cuando mi hijo era pequeñito, me he emocionado y aplaudo esta inciativa. Ojalá en todos los paises llegue a desarrollarse una sensibilidad y una legislación como esta.
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