Existen diversas opciones para utilizar durante nuestro periodo menstrual: compresas, tampones, copas menstruales, compresas de tela y bragas absorbentes, entre otras. La copa menstrual es una opción que está adquiriendo popularidad, pero surgen muchas dudas acerca de ella: ¿cómo funciona? ¿puedo usarla después del parto? ¿cómo elijo la que es mejor para mí?
Por eso, hoy te hablo de la copa menstrual, contándote todo lo que necesitas saber acerca de esta alternativa para tu menstruación y también comparto mi experiencia personal.
Qué es la copa menstrual
La copa menstrual es un pequeño recipiente en forma de copa (de ahí su nombre) que se introduce en la vagina con la finalidad de recolectar el flujo menstrual en cada periodo. Existen en el mercado diversas marcas que las fabrican de látex o silicona. La mayoría de las marcas usa silicona, que además es resistente a las bacterias y el más recomendado.
En los últimos años la copa menstrual se ha vuelto más popular y ha despertado el interés de millones de mujeres en el mundo, pero en realidad, sus orígenes se remontan al siglo XIX y se comenzaron a producir de forma industrial en la década de 1930, pero fue hasta finales de los años 80 cuando comenzó a ser más utilizada ya que los materiales mejoraron.
Actualmente, las copas menstruales han evolucionado, haciéndolas más cómodas y en su mayoría de silicona, por lo que hoy en día podemos encontrar una amplia variedad de marcas que nos permiten elegir diferentes modelos, tamaños, colores y precios.
Cómo se usa la copa menstrual
Como lo mencioné previamente, la copa menstrual se encarga de recolectar el flujo menstrual durante el periodo. Ésta es insertada en la vagina, pero a diferencia de un tampón, no absorbe la sangre menstrual, sino que es colocada para que caiga directamente en ella.
Para introducir la copa menstrual, deberemos lavarnos las manos con agua y jabón, tomar la copa y hacer un doblez que nos ayude a introducirla fácilmente. Una vez dentro, la copa volverá por sí sola a su forma natural, sellando y reteniendo el flujo menstrual. Cuando se ha llenado, debemos sacarla cuidadosamente para desechar la sangre, enjuagarla y volver a colocarla. En este vídeo, podrás conocer con mayor claridad cómo colocar y remover la copa menstrual:
Saber cuando ya se ha llenado es cuestión de práctica y dependerá de la cantidad de flujo menstrual que tenga cada mujer. Las primeras veces, puedes comenzar por vaciarla cada dos horas y dependiendo de qué tan llena esté, puedes probar a dejarla más tiempo: cuatro, seis u ocho horas. En los últimos días, donde el flujo es mínimo, puedes dejarla puesta hasta por un máximo de 12 horas e incluso puedes usarla al dormir sin ningún problema.
En cuanto a su limpieza y almacenamiento, antes del primer uso se recomienda esterilizarla en agua hirviendo, y también volver a hacerlo entre cada periodo (puede ser al final y/o al inicio). En relación a las veces que la vacíes durante tu periodo, deberás enjuagarla con agua limpia, asegurándote de haber eliminado todos los desechos antes de volver a insertarla.
Puedes usar un jabón suave para lavarla cada vez que la vacíes, aunque esto no es necesario en las copas de silicona (es importante leer las instrucciones del fabricante). Si decides lavarla con jabón, es importante utilizar solamente un jabón de pH neutro y evitar los jabones antibacteriales o perfumados, así como otros materiales químicos para limpiarla.
Cuando no vayas a utilizar tu copa, asegúrate de lavarla bien y guárdala en una bolsa de tela que permita que la silicona respire, en una habitación donde no haya humedad (aunque puede parecer el lugar obvio, no debemos dejarla en el cuarto de baño ni en un contenedor hermético). Una buena opción para guardarla, es dentro de su bolsita en el cajón de tu habitación donde tengas tu ropa interior.
¿Cómo puedo elegir la copa menstrual ideal para mí?
No todas las copas menstruales funcionan para todas las mujeres. Hoy en día existe una amplia variedad de marcas, y aunque la mayoría maneja de dos a tres tallas (como chica, mediana y grande), lo cierto es que cada una varía según la marca. Hay tres factores a tomar en cuenta: altura, firmeza y capacidad o tamaño.
- Altura. Este es el tamaño de la copa, es decir, su medida en cuanto a lo alto. Esto se elige según la altura o profundidad a la que esté tu cérvix al final del canal vaginal, pues no todas las mujeres lo tienen a la misma altura (en breve te explico cómo saber cuál es la altura del tuyo).
- Firmeza. Este es el nivel de firmeza o dureza de las paredes de la copa menstrual. Hay copas que son muy suaves y flexibles, mientras que otras son más rígidas y firmes. Elegir la ideal para ti dependerá de diversos factores, como el tipo de actividades que tengas, o si haces ejercicio o no.
- Capacidad o tamaño. Finalmente, esta es la cantidad de líquido que puede recolectar la copa y que dependerá de tu edad, número de hijos y flujo menstrual. Las hay desde muy pequeñitas con capacidad de 12 mililitros hasta las más grandes, con capacidad 50 mililitros.
Cómo medir la profundidad del canal vaginal
¿Por qué es importante conocer esta medida? Existen diversas tallas o alturas de copas en el mercado, y como sabemos, la anatomía de cada mujer es diferente. Algunas, tienen el cérvix bajo, mientras que otras lo tienen más arriba, por lo tanto el mismo modelo de copa no quedará bien a todas.
Por ejemplo, si el canal vaginal de una mujer es corto, comprar una copa menstrual que sea demasiado larga le resultará incómoda por ser demasiado larga. En el sentido opuesto, si una mujer con un canal vaginal más largo obtiene una copa de talle corto, la aplicación y retirada de la misma podría convertirse en una odisea al ser demasiado corta.
¿Y cómo sabremos cuánto mide nuestro canal vaginal? Debido a que la posición del cérvix varía a lo largo del ciclo menstrual, debemos medirlo en el momento del ciclo en el que usaremos la copa: durante nuestra menstruación.
Por ello, se recomienda hacerlo en el segundo día de nuestro periodo, que es cuando más bajo se encuentra el cérvix y es la que será la altura necesaria que deberemos tomar en cuenta al momento de buscar la copa menstrual ideal para nosotras.
Sentada en cuclillas, introduce tu dedo índice o dedo medio en tu vagina y trata de tocar tu cérvix, que se sentirá como la punta de una nariz. Una vez que lo hayas localizado, fíjate hasta dónde introdujiste tu dedo y mídelo para conocer la altura de tu canal vaginal.
Conociendo esto datos y leyendo las recomendaciones de compra del fabricante, puedes buscar una para ti. Personalmente, recomiendo consultar con una asesora de copas menstruales, ya que ella te hará una serie de preguntas acerca de tu estilo y ritmo de vida, incluyendo si tienes hijos y la altura a la que se encuentra tu cérvix, para ayudarte a elegir la más adecuada a tus necesidades dentro de una amplia variedad de marcas.
Ventajas y desventajas de la copa menstrual
La copa menstrual es muy diferente a las otras opciones que existen en el mercado para utilizar durante el periodo menstrual, ya que es la única que no absorbe el flujo. Estas son las ventajas y desventajas de la copa menstrual:
Ventajas
- No necesitas cambiarla tan seguido. Debido a que tiene una mayor capacidad, puedes dejarla puesta hasta por 12 horas, en comparación con los tampones, que su tiempo máximo recomendado es de ocho horas.
- Es la opción más higiénica y amable para tu periodo. A diferencia de las compresas y tampones, no contiene químicos ni fibras que resequen las paredes vaginales o se queden adheridas a ellas.
- Es muy cómoda. Bien colocada y siendo del tamaño ideal para ti, la copa menstrual no se siente ni molesta ni duele.
- Es más económica (a largo plazo). El costo de una copa menstrual varía entre 15 y 35 euros, y bien cuidada te puede durar hasta 10 años.
- Con la copa menstrual podrás hacer toda clase de deporte como running, montar a caballo, levantar pesas e incluso nadar y meterte a la piscina. Cuando se usa correctamente y está bien colocada, la copa menstrual no se mueve ni tiene fugas, por lo que es posible continuar con actividades como éstas de forma completamente normal.
- Puedes dormir con ella. Del mismo modo que te permite realizar cualquier tipo de actividad sin la preocupación de mancharte, la copa menstrual puede ser utilizada mientras duermes.
- Evita infecciones. Al ser elaborada con silicona, un material inerte, impide que proliferen o se acumulen bacterias y gérmenes en ella.
- Contamina menos que las otras opciones. A diferencia de las compresas y tampones de un solo uso, una sola copa menstrual puede durar hasta 10 años, reduciendo enormemente el impacto medioambiental, pues se generan menos residuos y se necesita menos agua para su limpieza (comparándola con las compresas de tela, que también son una buena opción para la menstruación).
- Conocerás mejor tu cuerpo y tu periodo. Usar la copa te ayudará a conocer mejor tu anatomía femenina y también, tu periodo. Por primera vez podrás observar cómo luce realmente tu sangre menstrual y (si lo era) dejará de ser un tabú para ti, ayudándote a estar más en sintonía con tu ciclo.
- Es posible que tus periodos se vuelvan más cortos. Aunque esto no es algo que se haya podido comprobar, muchas mujeres afirman que tras varios meses utilizando la copa menstrual sus periodos se han hecho más cortos, algo que se alude al suave efecto de succión que produce.
Desventajas
- Usarla correctamente requiere de práctica y paciencia. Las primeras veces que la utilices, es posible que no puedas colocarla correctamente y tengas alguna fuga, sin embargo, con el paso del tiempo y la práctica podrás aprender a colocarla correctamente de forma fácil y rápida.
- Elegir la copa incorrecta puede ser costoso. Si no eliges la copa menstrual correcta para tus necesidades, además de que habrás hecho una inversión considerable en algo que posiblemente no utilizarás, no te sentirás cómoda con ella y te llevarás una mala experiencia.
- Usarla puede ser engorroso y tedioso. A diferencia de las compresas y tampones de un solo uso que solo tiras ya que los has usado, el ritual de retirar, enjuagar y volver a colocar la copa menstrual puede resultar un poco tedioso (especialmente cuando toda cambiarla en un baño público), pero eventualmente te acostumbras, especialmente cuando comienzas a ver todos sus beneficios.
Uso de la copa menstrual en adolescentes
Con el aumento del uso de la copa, algunas madres se han preguntado si sus hijas adolescentes pueden usar la copa menstrual. La respuesta es sí, e incluso es posible utilizarla desde su primer periodo, pero esto será decisión únicamente de ella.
Lo que debemos hacer, es presentarle todas las opciones que existen para su ciclo menstrual y ayudarle a elegir la que sea mejor para sus necesidades y nivel de madurez. La copa menstrual puede ser difícil de comprender y puede provocar temor si no se ha tenido una plática de sexualidad con tu hija, por lo cual, si aún no lo has hecho, la primera menstruación es el momento para hacerlo.
Si tu hija decide comenzar a utilizarla, el proceso de selección y búsqueda es el mismo que para una mujer mayor de edad: tomando en cuenta sus actividades y necesidades anatómicas. Se podría pensar que para las menores de edad debemos obtener una copa tamaño mini y muy suave, pero así como cada mujer es diferente, cada niña también lo es.
Quizás comenzar a usar la copa desde sus primeros periodos puede ser algo que le provoque nervios o incomodidad, especialmente por toda la serie de cambios que suceden a nivel físico y emocional durante esta etapa, por lo cual, también es buena idea esperar unos cuantos meses antes de probar esta alternativa.
Uso de la copa menstrual tras el parto
Tras el parto, comienza un periodo de recuperación que dura entre seis a ocho semanas llamado puerperio o cuarentena, en el que la madre comienza a recuperarse físicamente de todos los cambios orgánicos y fisiológicos que sucedieron en el embarazo y el parto.
Durante esta etapa, tendrán lugar los loquios del postparto, que son secreciones vaginales en las que se expulsa sangre, vernix caseosa, moco cervical y tejido placentario a lo largo de las primeras cuatro semanas.
Durante el puerperio, no se recomienda utilizar la copa menstrual o tampones, así como tampoco se recomienda tener relaciones sexuales, no solamente porque puede ser molesto ya que el área vaginal se encuentra recuperándose y con mucha sensibilidad, sino también, para evitar el riesgo de lesiones o infecciones, especialmente si hubo puntos.
Alrededor de las cuatro o las seis semanas de haber dado a luz, se suele concertar una cita con el ginecólogo para realizar un control y comprobar que la recuperación está siendo positiva. Este el momento de hacerle todas las preguntas que tengamos, entre ellas, saber si ya podemos usar la copa menstrual o si debemos esperar un poco más.
Por lo regular, podemos volver o comenzar a utilizar la copa cuando aparezca la primera regla después del parto, algo que es diferente para cada mujer y que dependerá de diversos factores, por ejemplo: la regla puede aparecer en una mujer que no ha lactado a las pocas semanas, mientras que en una que da el pecho puede hacerlo después de semanas, meses o incluso años.
Es normal que haya desajustes durante los primeros ciclos o que la regla no vuelva a ser como antes del parto en duración y en cantidad. Las primeras reglas suelen ser más abundantes y pueden durar más días de lo habitual, por lo que si ya usabas copa menstrual antes de tu embarazo, es posible que necesites una de mayor capacidad o bien, cambiar con mayor frecuencia la que ya tienes.
Mi experiencia con la copa menstrual
Tras casi dos años pensando en hacerlo, finalmente hace más de un año decidí darle una oportunidad a la copa menstrual y sin duda fue la mejor decisión que pude haber tomado. Mis periodos menstruales son muy distintos y en comparación a cuando usaba compresas y tampones, son mejores.
Por un lado, me he ahorrado mucho dinero al dejar de comprar cada mes cajas y paquetes de compresas y tampones de distintos tamaños para usar a lo largo de mi periodo (con la copa un único tamaño te funciona para toda su duración).
Por otro lado, mi experiencia con la menstruación se ha vuelto una experiencia feliz, ya que la copa menstrual no se siente, no deja salir olores, no tiene fugas y es muy práctica. A veces incluso, olvido que la tengo puesta de lo cómoda que es y también olvido que estoy en mi periodo.
Desde luego, llegar a este punto no fue sencillo. Como quería hacerlo bien, busqué una asesora y me recomendó tres posibles marcas de modelos y copas. Decidí comprar dos que eran ligeramente distintas, pues quería intentarlo de la mejor forma posible. Una de las copas no me funcionó (no era lo suficientemente firme para mí) pero la otra sí. De ahí la importancia de elegir bien la copa que se va a comprar: la talla incorrecta puede dejarte una mala experiencia.
Los primeros meses me costó trabajo acostumbrarme al ritual de extraerla, lavarla y volverla a colocar, pero ahora lo hago con mucha facilidad, incluso en baños públicos (para ello recomiendo llevar una botella pequeña con agua en tu bolso o buscar un baño en el que el sanitario y el lavabo estén juntos).
Pero hoy, tras más de un año usándola, los beneficios sin duda son notorios, y también soy una de las que ha observado que su periodo se acortó gracias al uso de la copa. Aunque puede ser un poco engorrosa al principio y es extraño estar en contacto directo con tu sangre menstrual, realmente aprendes a conocer tu cuerpo.
En conclusión, la copa menstrual es una alternativa para la menstruación que tiene muchos beneficios, pero que también requiere una mayor inversión y acercamiento con el ciclo natural de tu cuerpo y tu flujo menstrual, por lo que su uso es una decisión personal de cada quien. Esperamos que esta información te ayude a conocer más sobre ella.