Quiero compartir esta especie de alivio que siento desde hace dos semanas desde que mi hija más pequeña dejó el pañal.
Es una sensación extraña después de siete años y medio (seguidos) de cambiar y de comprar pañales. Puedo decir oficialmente que para nosotros la etapa pañales está superada.
Dicen que ahora se empieza a disfrutar de una maternidad más libre, pero no creo que la libertad pase por dejar de cambiar pañales, en absoluto. Sin embargo, no vamos a negar que es mucho más cómodo que vayan al baño solitos.
Pareceré nostálgica, pero he estado reflexionando sobre la vida de pañales de mis hijas y me emociona como cualquier otra etapa de su crecimiento: los primeros e inexpertos cambios de pañal, los cambios nocturnos a media luz, los escapes inoportunos, los cambios de pañal en sitios extraños…
También me he dado cuenta de la destreza que he adquirido en este tiempo para cambiar pañales. Espero que cuando vengan los nietos, dentro de unos cuantos años, vuelva a recuperarla.
No es para menos, cualquier cosa que hagamos sistemáticamente durante varios años nos titulará como expertos. En este caso: diplomado en cambio de pañales.
Con mi primera hija recién nacida era una primeriza en toda regla. Casi no había cambiado un pañal en mi vida, con lo cual la tarea me llevaba mucho más tiempo de lo normal. Incluso después de terminar se lo volvía a acomodar porque no acababa de convencerme. Y siempre necesitaba tener a mano todo el kit: cambiador, pañal, toallitas y cremita.
Esto ha ido mejorando mucho con los años a medida que cambiaba más y más pañales, también la obsesión. Los últimos pañales de mi tercera hija se los he cambiado hasta de pie.
El gasto en pañales
No he podido evitar hacer una cuenta “a groso modo" de los pañales que he cambiado desde que soy madre y cuánto dinero hemos podido gastar. Me pareció divertido... hasta conocer el resultado.
Siete años y medio = 2737 días. Como promedio, podemos decir que he cambiado cinco pañales diarios, teniendo en cuenta que de pequeños se cambian más seguido y que durante diez meses se solaparon los pañales de las dos mayores.
Eso de un resultado de 13.685 pañales cambiados en siete años y medio.
Lo cual traducido a dinero, si un pañal Dodot (que son los que he usado) tiene un coste promedio de 0,30 céntimos el resultado es 4.105,50 euros. ¡Más de cuatro mil euros en pañales!
Esto sin contar las toallitas y las cremas para el culete, que ya no quiero hacer más cuentas. Y todavía compro pañales braguita, así que la cuenta no está cerrada.
Dejar el pañal
Dejar el pañal es una etapa muy especial, tanto para los niños como para los padre, aunque no es tan problemática como se suele creer. Al menos yo me lo he tomado siempre sin agobios, que creo que es la mejor forma de ayudarles en el proceso.
Tenía mis dudas con Sofía, que tiene dos años y medio, pues sus hermanas habían dejado el pañal algo mayores, a los dos años y diez meses. Parece que no, pero cuatro meses pueden marcar la diferencia.
Pero como cada niño es un mundo y últimamente había estado dando algunas señales de dejarlo (“yo también quiero llevar braguita como las chicas"), lo hemos hablado y hemos decidido que era un buen momento. Sí, lo hemos decidido juntas porque es algo que no hay que forzar.
Aún así, si no lo hubiese conseguido, no hubiese tenido ningún problema en volver a ponerle los pañales.
De todos modos, todavía hay algunos escapes, como es normal. Pero puedo decir con orgullo que la etapa pañales ha sido superada.
Fotos | surlygirl y CarbonNYC en Flickr En Bebés y más | Consejos para ayudarles a dejar el pañal, Operación pañal v.2: el control de esfínteres (I) y Operación pañal v.2: el control de esfínteres (II)