¿Por qué las madres nos quedamos despiertas hasta muy tarde?

Hace unos días te comentaba acerca de una encuesta en la que se descubrió que las madres trabajábamos en promedio 98 horas a la semana, resultados que a muchos nos sorprendieron, pero no tanto porque no supiéramos que ser mamá es muy demandante, sino que el hecho de sumar las horas nos hace darnos cuenta de la gran cantidad de tiempo que dedicamos a la semana.

Algo que mencionaba el estudio, era la "hora de salida" de dicho trabajo, en el que en promedio terminábamos las madres nuestra jornada a las 8:31 de la noche. Pero eso no quiere decir que nuestro día termine ahí. De hecho, muchas madres permanecemos despiertas hasta altas horas de la noche. Quizás se pregunten: si estamos tan cansadas, ¿por qué continuamos despiertas? Te cuento las razones.

Ser madre es no parar en todo el día

Para nosotras las mamás es muy común que al preguntarnos otras personas cómo estamos, les respondamos algo por la línea de: "bien, ya sabes, corriendo de un lado para otro". Y es que nuestra rutina suele ser así, especialmente después de que nuestros hijos aprenden a caminar.

Desde el momento que dan sus primeros pasos, vamos caminando detrás de ellos para cuidares y vigilar que no les ocurra nada. Con el paso del tiempo van creciendo y la demanda de atención suele aumentar. Con la llegada de la comunicación oral, nuestros niños están ansiosos y deseosos de contarnos todo lo que les pasa por su cabecita todo el tiempo. Requieren cada vez más y más de nuestra atención.

Y entre esa atención a ellos, las cosas en casa (en el caso de que seamos nosotras quienes nos quedamos en casa o seamos la principal responsable de cocinar, ordenar, etcétera) y los múltiples pendientes que debemos hacer fuera de casa, se nos va el día como agua y cuando menos lo pensamos, ya se hizo de noche y llegó la hora de dormir.

Entonces llega la noche y con ella -si los niños duermen temprano- llega la paz, el silencio, la soledad. Llega ese momento en el que por fin nos detenemos y terminamos con el ajetreo diario. Y nos gusta disfrutarlo. Nos gusta saborear esa sensación de otro día que termina, y que independientemente de si hayamos cumplido todo lo que nos propusimos o no, hemos concluido otra jornada maternal al lado de nuestros pequeños.

Nos gusta irnos a dormir sin tantos pendientes

Es también cuando cae la noche, que nos damos cuenta de algo: 24 horas no son suficientes para hacer todo lo que nos hace falta o lo que habíamos planeado. Así que aprovechamos que los niños ya están dormidos para repasar nuestra lista de cosas por hacer y ver en qué podemos avanzar, así sean las 11 de la noche.

Entre más logramos adelantar o eliminar de nuestra lista, nos sentimos mejor. Alistamos las cosas para el día siguiente, damos un repaso por toda la casa para ordenar alguna cosa que haya quedado fuera de lugar e incluso quizás adelantamos un poco las comidas para el día de mañana.

Y es que la carga mental que solemos tener las madres se manifiesta justo en el momento en que ponemos la cabeza en la almohada, cuando recitamos mentalmente la enorme lista de pendientes. Así que el sentir que logramos avanzar algo, nos ayuda a dormir más tranquilas, aunque lo hagamos menos horas.

Necesitamos nuestro tiempo para mamá

Pero además de todos los pendientes y de hacer esa pausa del "corre, corre" diario, nos gusta tener nuestro tiempo para mamá. Durante el día puede volverse complicado tener un momento para nosotras, y aunque siempre podemos encontrar pequeños momentos para hacer algo para nosotras, en ocasiones queremos algo más y el momento ideal para hacerlo es cuando ya todos se encuentran dormidos.

Quizás queremos ver esa película que tenemos en mente desde hace algunas semanas o tenemos ganas de darnos un muy merecido baño largo y relajante. Tal vez nos espera ese libro que compramos y no habíamos podido comenzar o tenemos ganas de mimarnos un poco y pintarnos las uñas o hacernos alguna mascarilla.

Es verdad. Las madres acostumbramos dormirnos mucho más tarde que el resto de nuestras familia por éstas y quizás otras razones. Me gusta creer que es porque somos ambiciosas, perseverantes y disfrutamos avanzar en nuestros pendientes.

Pero recuerda mamá, que también se vale dormirse temprano. La casa no se va a caer si te regalas una noche entera de vez en cuando, ya habrá más días para ponerse al corriente.

¿Tú también te quedas despierta hasta tarde?

Fotos | iStock
En Bebés y más | "Pensamientos que tienen las madres al finalizar el día", la publicación viral acerca de la carga mental que llevamos, ¿Sueñas con dormir una noche entera? Descubre aquí si ya te has convertido en una "Mombie"

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