Cuando no has sido madre (y sobre todo si lo deseas), y ves a una mujer embarazada, suspiras de amor al ver esa barriga voluminosa y llena de vida. Sin embargo, no se te ocurre pensar lo incomodísima que es para muchas cosas fundamentales - y me refiero a cosas básicas y simples como cortarte las uñas de los pies, atarte las zapatillas... ¡o dormir! Reconozco que fui una de ellas y que llegado el momento, ya no sabía ni como acomodarme con el enorme globo en el que se convirtió mi abdomen... al menos hasta que conocí los cojines de embarazada.
El descubrimiento vino de la forma en la que nos enteramos de casi todo: una amiga me dijo que la necesitaba para seguir teniendo unas noches medianamente normales, así que fui rauda y veloz a Amazon para comprarla. Ni qué decir de las ochocientas horas que invertí en leer opiniones y comparar modelos (sí, hay modelos distintos), hasta que me decidí por esta:
Niimo Cojin Lactancia Bebe y Almohada Embarazada Dormir XXL Multifuncion Funda Cojin 100% Algodon Desenfundable y Lavable Relleno de Poliester Multiusos Maternidad (Gris-Estrella Blanca)
Cuando la vi en directo solo pude pensar en como me acomodaría con esa especie de serpiente de tela y dónde la guardaría porque es bastante grande. También recuerdo que ese mismo día lavé la funda y la utilicé por primera vez a la hora de la siesta.
Descubrí el cielo. Sigo sin entender como un diseño tan poco revolucionario pudo conseguir que la barriga encontrara un sitio en donde descansar y me dejara descansar a mi. Dormí tres horas sin siquiera moverme... había encontrado la solución a todos mis problemas, más o menos al sexto mes de embarazo.
Sin embargo en la noche cambió un poco la historia, ya que me suelo mover mucho. Claro, si veis la foto, os daréis cuenta que si la acuestas de un lado, al girarte, vas a necesitar reacomodar el cojín para acoplar tanto la barriga como las piernas. Precisamente ese era el problema: dormía muy bien, pero al querer girarme, tenía que hacer esa maniobra y volver a empezar. Lo cierto es que siempre dormía mejor con ella, pero ese momento en el que tenía que acomodarme nuevamente, era un poco incordio. A su favor también debo decir que las siestas siempre fueron mi momento estrella porque no me muevo (no sé por qué), así que me levantaba completamente descansada.
Al final opté por dejar el cojín del lado izquierdo, que es como paso la mayor parte de la noche, y acomodar un par de cojines del otro lado para estar más cómoda y sin despertarme. Ahora, haciendo retrospectiva, volvería a comprar un cojín de embarazo, pero seguramente elegiría el de la primera foto porque al ser en forma de U permite dormir de cualquiera de los dos lados.
En Bebés y más | La importancia del descanso en el embarazo
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