Según un estudio es mejor que dejemos de preocuparnos, ya que incluso una alimentación no demasiado abundante es preferible para la futura salud del niño que una alimentación enriquecida con leche de fórmula. Lo abundante no quiere decir necesariamente saludable.
Por eso, una vez más se defiende la lactancia materna como la mejor forma de alimentar al recién nacido en calidad y en cantidad, ya que la medida de leche que el pecho produce y el bebé toma es la adecuada a su demanda y relativamente escasa, lo cual es bueno. Incluso, según el estudio del Institute of Child Health en Londres y aunque parezca una contradicción, una nutrición baja en los primeros días de vida es más saludable y vuelve a los niños menos propensos a desarrollar enfermedades como diabetes en la adolescencia.
Por supuesto, no quiere decir que los padres debamos restringir la dieta del bebé ni mucho menos, pero naturalmente la leche materna no es justamente demasiado abundante durante los primeros días después del parto hasta que se produce la subida de la leche.
Al igual que sucede a lo largo de toda la vida, lo saludable no está en lo poco ni en lo mucho que comamos, sino en la justa medida.
Vía | Bloggingbaby Más información | BBC News