La apendicitis es la inflamación del apéndice, un órgano de función no conocida y con forma de dedo, que se encuentra en la unión entre el intestino delgado y grueso, en la zona inferior derecha del abdomen, cerca de la ingle. Esta enfermedad, preocupa mucho a los padres porque si se deja sin tratar puede desembocar en una peritonitis que puede llegar a ser mortal. En la mayoría de los casos, suele aparecer entre los ocho y los once años.
Las causas que pueden provocar la apendicitis pueden ser diversas: una obstrucción por la presencia de una masa de heces o de lombrices intestinales, o una infección. Y es que, en este caso, el organismo para defenderse aumenta la secreción de linfa y como consecuencia de ello las paredes del apéndice se hinchan y cierran el paso con el intestino.
Los síntomas de la apendicitis, pueden confundirse con una gastroenteritis, un catarro o una gripe y esto es lo que la hace peligrosa, ya que un retraso en el diagnóstico puede resultar grave.
Normalmente, la primera señal es una pequeña molestia en la parte superior del abdomen o alrededor del ombligo, a la que acompañan náuseas y no siempre, vómitos. La segunda fase suele comenzar al cabo de algunas horas, el dolor se hace más intenso y se localiza en la parte inferior derecha del abdomen, apareciendo otros síntomas como fiebre, falta de apetito, dolor al caminar o toser, ojos o piel de color amarillento, escalofríos, abdomen duro y con dolor si se oprime un poco, pudiendo aparecer diarrea o estreñimiento.
Debemos evitar dar laxantes y calmantes a los niños, así como recurrir a la aplicación de bolsas de agua caliente en la zona, ya que con ello aceleramos la perforación del apéndice, con el riesgo de que la apendicitis se transforme en peritonitis.
En cualquier caso, ante la duda, nos debemos dirigir al pediatra, cuando el dolor de tripa, está acompañado de náuseas, vómitos y fiebre, o bien si vemos que el dolor comienza en torno al ombligo, para después pasar a la parte inferior derecha del abdomen en cualquier caso, si el dolor no cesa en más de una hora. Debemos recordar que es necesaria una intervención quirúrgica en estos casos, por ello, no debemos descuidarnos ante la observación de cualquiera de los síntomas comentados.
Imagen | CJ Sorg