Hace muchos años escuché a un padre decirle a su hijo, que tendría tres años, que cuando le pegara a la pelota le diera con la zurda porque eso valía más. Desde entonces parece que la situación lejos de mejorar ha empeorado y ahora el objetivo es conseguir que el peque sea futbolista, gane mucho dinero, muchos trofeos, fiche por un gran club de fútbol (mejor español) y que le haga ganar muchas copas para sus vitrinas.
Algo así, aunque mucho más elaborado y con mucha mejor preparación periodística, presenta Juan Pablo Meneses, un escritor chileno al que escuché en la radio el otro día presentar su obra. El libro que ha escrito: Niños futbolistas, explica que el objetivo de muchas familias es convertir al peque en futbolista y venderlo, a través de derechos, desde muy corta edad. En su caso, Juan Pablo explica que dedicó dos años a buscar a una joven promesa y llegó a pagar 100.000 dólares (más de 120.000 euros) por los derechos de un pequeño.
Juan Pablo explicó en la radio cómo está evolucionando el fútbol poniendo el foco en jugadores que desde pequeños demuestran un potencial que con el tiempo se podrá rentabilizar. Aunque explicó que sólo el 0,1% del total de niños alcanzan el objetivo.
Quizá lo más llamativo de la historia es cómo la edad de los niños está bajando hasta los 10-12 años y se les tutela y dirige para conseguir el éxito antes de que cumplan los 20 años.
Además explicó que el foco de este mercado está en Latinoamérica aunque en España, a pesar de la regulación, es fácil cambiar de club permitiendo, por ejemplo, que los padres consigan un trabajo en la localidad en la que juega el equipo. Y claro, el niño va con los padres así que no es nada fácil cumplir la norma.
Y es que Sudamérica es la gran proveedora de futbolistas para todo el mundo aunque es la liga española, por idioma y por calidad, la que se lleva la mayor parte de los jugadores de éxito. Además en España se valora muchísimo el triunfo y se penaliza el fracaso deportivo con lo que los chavales que vengan con una cultura ganadora, probablemente marcada por la necesidad, tienen más posibilidades de triunfar. En la radio el autor habló de los jugadores más cotizados y enumeró a los brasileños, a los argentinos, a los mejicanos y a los uruguayos, que además disponen de pasaporte europeo. Todos ellos están acostumbrados a pelear y a exigirse más para impulsarse y alcanzar el continente europeo.
El libro tiene 224 páginas, un precio recomendado de 19 euros y es de la editorial Blackie Books.
El tema planteado en el libro me parece de gran interés aunque es cierto que el mercado está demandando éxitos deportivos y eso exige actualizar a los jugadores y dar oportunidades a nuevos valores. Y es normal que los nuevos jugadores haya que buscarlos entre los más jóvenes, lo que quizá no sea tan natural es forzar a los niños a situaciones límite que probablemente les perjudiquen a ellos y a su familia en el futuro. Y es que exigir que el deporte se convierta en una forma de subsistencia no debería ser el objetivo para esos niños.
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Niños Futbolistas (Blackie Books)