Siguiendo en nuestro recorrido por aquellos elementos que causan revuelo en el parque atrayendo la atención de niños y niñas, hoy le toca el turno a las chucherías.
Sea en forma de caramelos, de gominolas, de gusanitos, de helados… y especialmente si es una combinación de todo ello en bolsitas preparadas de cumpleaños (¿será que sobran de las que llevan al cole y a sus fiestas o son específicas para el parque?).
Las chucherías, con su goloso azúcar, sus colores llamativos, atraen tanto a la chiquillería que ya sabe de sus delicias, como a la que empieza a descubrirlas por las caras de los demás relamiéndose… ¿Qué será ese elixir mágico que altera a todos los niños?
Y es que aunque vuestros hijos no hayan conocido aún las golosinas, porque habéis conseguido apartarlos de los caramelitos ofrecidos amablemente, de los dulces que comen sus amiguitos, de todas esas tentaciones insanas que les (nos) abordan a cada paso, acabarán probándolas y sabiendo de sus delicias.
Si tuviera que representar la escena en cómic, los pequeños acudirían hipnotizados a las chucherías con las pupilas en forma de fresas de gominola…
Y la próxima vez que haya golosinas en el parque acudirán ansiosos y ensimismados para ver si reciben algún dulce sabroso que les alegre un poco más la tarde, y no podremos retenerlos. Eso sí, tendremos el cepillo de dientes preparado, e intentaremos que reine la moderación dentro del encantamiento…
Foto | terren in Virginia en Flickr En Bebés y más | Encantadores de niños en el parque: las pompas de jabón y las pequeñas mascotas, Las golosinas, ¿cómo utilizarlas?