El Informe Mintel Internacional indica que el 20% de la recaudación del mercado del lujo tiene como destino final los hijos. Burberry, D&G, Ralph Lauren, Diesel, Roberto Cavalli, DKNY, Moschino… todos estos y muchos más son capaces de vestir a nuestros hijos a la última, pero claro, a unos precios innombrables. Vamos, quienes compren este vestuario a sus hijos deberían renunciar a las ayudas que concede el Gobierno y cederlas a quien más las necesite.
Los catálogos de revistas como Vogue ya disponen de versiones infantiles, en ellas se puede apreciar que el vestuario infantil de esta pequeña élite es como el de sus mamás y sus papás pero en miniatura, “ni rosas ni azules, ni lazos ni puntillas, nada de ropa de fácil lavado y planchado, hay que ser fiel a la marca".
Pepa Ortiz, directora de la Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil de Valencia, afirma que se tiene en cuenta a quién va dirigida la colección, que crean prendas cómodas y resistentes para los niños. Sólo faltaría… Pero la culpa es de los padres y también del marketing, y de los complejos, y del querer dar lo mejor (que equivocación).
El hecho de querer vivir con más lujos hace que se reduzca la natalidad, y a esto le llaman dar calidad de vida ¿a tener una prenda de Dior, Moschino o DKNY?, ¿a tener la versión en miniatura del auto de papá?
Los padres somos las guías de nuestros hijos, al menos hasta los seis o siete años somos quienes escogemos su vestuario, ellos lo aceptan y muy posiblemente lo mantengan. Por eso las grandes firmas ven en los niños un mercado creciente y trabajan en ofrecer todo tipo de lujos a los pequeños, desde el vestuario, algunos juguetes, artículos de puericultura, mobiliario e incluso perfumes y complementos. Pero no pensemos que esto es algo nuevo, esta tendencia empezó a crecer sobre los 90.
Según la catedrática de Antropología de la Educación de la Universidad de Valencia, Petra Mª Pérez, “la niñez se está viendo erosionada al desdibujarse las fronteras entre la infancia y la adultez". Claro, y es que la infancia cada vez dura menos.
Sabiendo que una de las mejores épocas de la vida es la infancia ¿se la vamos a quitar a nuestros hijos?
Vía | Diario Sur En Bebés y más | La moda infantil cada vez adquiere mayor importancia, el peligro de las marcas