Hace casi cuatro años os explicamos la historia de la muerte de Caroline Lovell, una mujer que falleció horas después de dar a luz en su casa, tras años de lucha por conseguir que los partos en casa estuvieran financiados en Australia, como por entonces lo eran en otros países.
Hoy os hablamos de nuevo de ella porque a pesar de que han pasado cuatro años su nombre sigue muy vigente en los medios y debates acerca del parto en casa, hasta el punto que la pobre ha muerto ya cientos de veces, y las que le quedan.
¿Cómo murió?
Buena pregunta de la que todavía no hay una respuesta clara. Las investigaciones se dilataron durante años y no fue hasta el año pasado cuando se supieron más detalles, sin saber todavía si en realidad todo sucedió exactamente así. Según se explica, Lovell quería tener un parto natural que en los hospitales no le prometían y decidió dar a luz en casa.
Luchó para poder ser atendida por profesionales regladas a través del sistema de salud, pidiendo protección para ellas y más medios, sin lograrlo, y fue atendida por dos matronas que, al parecer, no supieron ver que Lovell estaba sufriendo una hemorragia. Tras el nacimiento de su bebé en una piscina de partos la madre permaneció en ella un buen rato, hasta que comentó que no se encontraba bien y que necesitaba ayuda. Finalmente pidió que avisaran a una ambulancia, que la trasladó a un hospital, donde falleció horas más tarde.
La defensora de los partos en casa
Algunos medios, por tal de dar más bombo a la noticia, elevaron a Lovell a categoría de portavoz mundial del parto domiciliario, bautizándola como “la defensora de los partos en casa". Así hablaban de ella en las noticias, al hablar de su muerte, como si hubiera comandado una rebelión de mujeres en contra de los hospitales, a favor de parir en casa, y en el momento de hacerlo ella hubiera muerto.
Pero no, no era LA defensora. Era una defensora, como tantas otras hay en Australia y como tantas otras hay en todo el mundo. Y no solo del parto en casa, sino de dar a luz con respeto, con dignidad, con cariño, sintiéndote parte activa del proceso y responsable de tus decisiones, en lo que no deja de ser una crítica directa al trato recibido en los hospitales, porque si allí las mujeres pudieran dar a luz como desean (que por otra parte es como se recomienda desde la OMS desde hace décadas y en la mayoría de protocolos desde hace años) no tendrían que hacerlo en sus casas, y solo lo haría quien realmente quisiera hacerlo así por el lugar, más que por el trato a recibir.
¿Se habría salvado en un hospital?
La gran pregunta es esta. De haber estado en un hospital, ¿se habría salvado? A lo que hay que responder: probablemente sí, porque si murió por una hemorragia podría haberse controlado. El problema es que en caso de hemorragia, en un domicilio también se puede controlar: se administra oxitocina para que se contraiga el útero, se hace masaje uterino con el mismo fin o incluso se extrae manualmente la placenta para evitar que siga habiendo sangrado, y luego se traslada al hospital.
De hecho, a posteriori se ha sabido que Lovell tuvo también una hemorragia en su primer parto, en el hospital, y que a las matronas que le atendieron no les había explicado esto. Quizás, de haberlo hecho, hubieran actuado antes de manera preventiva, realizando un manejo activo del alumbramiento, que se asocia con una reducción de dos veces el riesgo de hemorragia posparto.
En el hospital calcularon que en total había sufrido una pérdida de 3 litros de sangre. Las matronas explicaron que calculaban que en la piscina habría perdido unos 400 ml, pero como había agua se consideró que era imposible saber a ciencia cierta cuánta había perdido antes de llegar al hospital.
Así que quién sabe si no habría pasado lo mismo en un hospital, en caso de haber dado a luz en el agua. ¿Alguien habría leído “muere la defensora de los partos en casa en un parto hospitalario"? Porque seguramente la noticia no habría trascendido, como no suelen conocerse las muertes que suceden en partos hospitalarios.
Y de todos modos, como digo, de haberse detectado la hemorragia en casa ahora no estaríamos hablando de esto.
¿Ha muerto más de cien veces?
Seguro. Cada cierto tiempo aparecen noticias de ella, como si acabara de morir hace poco cuando hace casi cuatro años que sucedió (en Ideal, por ejemplo, explicaron su muerte otra vez en junio del año pasado). Además, está en la mente de los defensores del parto hospitalario contrarios al parto domiciliario, que cuando se quedan sin argumentos dicen eso de “sí, como la defensora del parto en casa que se murió dando a luz en su domicilio hace poco". Y claro, como siempre hablan del mismo caso, la misma persona y el “hace poco", pues parece que la pobre no deja de morir una y otra vez.
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