Tras nueve meses, finalmente ha llegado el gran día: conocerás a tu bebé y podrás tomarle en brazos. Le miras a los ojos y... nada. ¿Qué ha pasado? ¿y el amor a primera vista que todos te contaron que deberías haber sentido? ¿dónde está el famoso flechazo?
Tranquila. No hay nada malo contigo, ni debes preocuparte. Porque aunque es verdad que muchas madres se sienten desbordadas de un amor indescriptible cuando ven por por primera vez a su bebé, no todas sienten ese flechazo en el parto, y eso también es normal.
El flechazo en el parto
Probablemente todas las personas hemos escuchado acerca de él. Y es que es un sentimiento que sucede en un instante y que tiene lugar en uno de los momentos más trascendentales, emotivos y poderosos de la vida: el nacimiento de un hijo.
El flechazo es un sentimiento único y lleno de magia, que tiene lugar cuando finalmente madre e hijo podrán verse y conocerse por primera vez en sus vidas, que a partir de ese momento cambiarán para siempre.
Desde luego, hay factores biológicos que ayudan a que éste suceda, y es que durante el parto, tiene lugar un escenario neuroquímico único en el cerebro de la mamá y el bebé que no se volverá a repetir nunca. La madre segrega altos niveles de oxitocina, conocida como la hormona del amor, así como otras hormonas que hacen que el primer encuentro entre madre y bebé sea placentero y quede grabado en el cerebro de ambos.
Así que entre esta combinación de hormonas, la larga espera durante nueve meses y la gran emoción del futuro que les espera juntos, es normal que muchas madres sientan ese flechazo inmediato en el momento en que finalmente pudieron ver, tocar y abrazar a su bebé.
Pero yo no lo he sentido...
Aunque es una sensación increíble, no todas las madres sienten el flechazo en el parto. De hecho, posiblemente son más de las que creemos, pues se piensa que alrededor de un 30% de las madres no siente ese amor a primera vista por sus hijos.
Al ser un momento tan hablado, esperado y anhelado, el no sentirlo cuando finalmente tenemos a nuestro bebé en brazos, puede causar sentimientos negativos, como culpa o decepción, pues se supone que deberíamos sentirnos radiantes de felicidad y tener de forma instantánea una conexión llena de amor.
¿Acaso hay algo mal con las madres que no lo sienten? Desde luego que no. El sentir o no el flechazo no define si amas o no a tu bebé, y desde luego no debe hacerte sentir culpable. Pero entonces, ¿por qué no lo he sentido?
Hay muchos factores que pueden influir en que una madre sienta o no el flechazo al momento de ver por primera vez a su bebé. Miedos, dudas, confusión, agotamiento, estrés o una situación incómoda a causa de alguna complicación o las circunstancias en las que sucedió el parto pueden ser algunos de ellos.
A pesar de que durante el parto se segregan hormonas que facilitan el vínculo afectivo entre madre e hijo, lo cierto es que algunas de ellas, como la oxitocina, necesitan estar en un entorno favorable para segregarse, por lo que circunstancias difíciles o estresantes, pueden dificultar que se produzca de forma espontánea.
El flechazo no siempre es instantáneo
Pero si no sentimos el flechazo, no debemos sentirnos mal ni sentirnos culpables. El amor hacia un hijo, es algo que también va sucediendo conforme pasa el tiempo, y aumentando con cada momento que pasemos junto a él. Ese amor tan profundo e infinito que sentimos las madres llegará tarde o temprano.
En mi opinión personal, lo repito nuevamente: personal, el flechazo sí existe e indudablemente es un momento mágico de la transformación hacia la maternidad. Sin embargo, pienso que al igual que muchas otras cosas acerca de la maternidad, es algo a lo que se ha dado tanto peso, que cuando alguna madre no lo siente de la forma en la que se lo han descrito, piensa que hay algo malo en ella.
Desde luego esto no va de restarle importancia al flechazo que ocurre durante el parto, porque no nos cabe duda a nadie en el mundo de que es un sentimiento real e increíblemente emotivo como ningún otro. Se trata simplemente, de mantener expectativas realistas y no tratarlo como una regla de la maternidad.
El camino de ser madre es uno largo, con muchas curvas y lleno de subidas y bajadas. Y cada camino es diferente para cada madre. Ese flechazo de amor total hacia nuestros hijos puede suceder de diversas formas y en distintos momentos. Algunas mujeres lo sentirán en el parto, mientras que otras lo harán con el paso de los días. Y todas están bien, todas son normales.
Entonces el mensaje aquí, es el siguiente: también es normal no sentir el flechazo de forma inmediata al conocer a tu bebé. Así que no te sientas mal, ni pienses que no le amas. Si no ha sucedido tras el parto, abrázalo, que te necesita más que nunca, y pronto terminarás perdidamente enamorada de tu bebé.