Cuando te dan la noticia de que una familiar o amiga está embarazada de más de un bebé sueles esperar expectante a que te avisen de que ya ha dado a luz, que ya es el gran día, que cuando puedas estarán con sus bebés en el hospital para cuando vengas a verles.
Y ese día llegas para dar la enhorabuena a la familia y conocer a los recién llegados, y la alegría y positividad hace que a veces preguntemos antes de acercarnos: “¡A ver esos bebés! ¿Dónde están esos dos (o más) bebés rechonchitos?”, o que al acercarnos a la cuna digamos “¿Y el otro?” (que normalmente la familia ya te avisa, pero a veces...). Incluso puede suceder que algún desconocido haga algún comentario fuera de lugar, como ahora os explicaremos.
Para evitar entrar en un diálogo que nos hará sentir violentos, y más aún a los padres, una familia ha ideado unos adhesivos con forma de mariposa de color lila, que se pondrán en las cunas de bebé cuando sea necesario.
La naturaleza no siempre nos da lo que esperamos de ella
Enterarte de que vas a tener más de un bebé es una grandísima sorpresa, que normalmente va acompañada de una inmensa alegría. Pero puede suceder que la naturaleza no haya previsto el mismo final para los bebés, y que alguno no lo consiga: que no llegue a nacer con vida, o que fallezca al poco tiempo de nacer.
Es una de esas situaciones en que más emociones se entremezclan, positivas y negativas: la emoción de ser madre, la emoción de dar a luz a un bebé y la emoción de perder a otro.
Y es en ese momento cuando muchos padres no quieren recibir visitas para no tener que andar explicando qué ha pasado, pero sienten que no quieren negar a los demás, ni al bebé, en cierto modo, la posibilidad de tener un primer contacto con la familia y amigos.
La mariposa de color lila
Lo que le sucedió a Milli Smith va un poco por ahí, aunque fue aún más desafortunado. Esperaba gemelas, pero solo una nació. Su compañera de habitación había dado a luz a gemelos y al verse intentando calmar a los dos a la vez, con solo dos manos, le dirigió unas palabras a Milli sin ninguna mala intención, pero que resultaron dañinas como un puñal: "Qué suerte has tenido de no haber tenido gemelos...".
Uno de esos comentarios que en realidad no sientes, porque ninguna madre con dos preferiría no haber conocido a uno de sus bebés, pero que se dicen para entablar conversación y un poco a modo de desahogo. Ese "no sé cómo lo haré con dos", pese a que sabes que acabarás haciéndolo y saliendo adelante.
Milli y su pareja recibieron con alegría la noticia de que tendrían gemelas. Pero a las 12 semanas se enteraron de que una de ellas no sobreviviría. Tenía anencefalia, un fallo en el desarrollo del cerebro que hace que la supervivencia del bebé sea prácticamente imposible.
Tomaron la decisión de seguir adelante con el embarazo para dar la oportunidad a Callie, la otra bebé, de luchar por nacer, mientras se preparaban para lo que iba a acontecer: el parto de dos bebés y la despedida a una de ellas.
Pensaron que una manera bonita de "dar vida" a Skye, la niña que no sobreviviría, era donar sus órganos. Pero Milli se puso de parto en la semana 30, lejos de las 36 semanas mínimas para que pueda hacerse una donación.
Tras una cesárea de emergencia, nacieron las dos niñas, y Skye les sorprendió mucho porque, pese a estar avisados de que apenas haría nada, empezó a mover sus brazos y a llorar.
Pudieron estar con ella hasta despedirse (aunque la madre se perdió gran parte de ese momento, por la cesárea), en soledad, pero cuando se quedaron solo con Callie fue cuando recibieron ese comentario inocente, pero doloroso.
Y Milli pensó que podría hacer algo al respecto. Así nació la mariposa de color lila, en una campaña de crowdfounding que quizás no logre su objetivo monetario, pero que sí está dando la vuelta al mundo para que todo el mundo conozca el significado.
Los bebés que están en una cuna con una mariposa de color lila son parte de un embarazo múltiple en el que ha habido al menos una pérdida.
Para conocidos, desconocidos y profesionales
La mariposa lila es una de esas cosas que cuestan muy poco de hacer y utilizar, pues no es más que un adhesivo, pero que consigue mucho: informar a conocidos, desconocidos e incluso a profesionales de lo que ha vivido esa familia y así evitar comentarios fuera de lugar; que no son malintencionados, pero que pueden hacer mucho daño.
No es un "no me hables", sino un "ten cuidado con lo que dices". Porque los padres que han vivido algo así pueden necesitar hablar de ello, y más cuando pase un tiempo, pero sobre todo necesitan cariño, apoyo y gente cercana.
Vía | Babble
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