La placenta es un órgano muy importante que se desarrolla durante el embarazo, específicamente para cumplir con la vital función de hacer llegar los nutrientes y el oxígeno al bebé. Tras el parto, la placenta usualmente es desechada, sin embargo en los últimos años ha adquirido popularidad la placentofagia: comer o beber la placenta.
Aunque la placentofagia se ha puesto de moda gracias a que muchas celebridades lo han hecho y han hablado de sus supuestas propiedades, lo cierto es que no existe ningún estudio que avale los beneficios que se le atribuyen, aunque sí hay estudios que prueban que en realidad no aporta nada.
Ahora, un nuevo estudio, confirma nuevamente que comer o beber la placenta después del parto, no aporta ningún beneficio ni ayuda a prevenir la depresión postparto.
El estudio
Publicado en el Journal of Obstetrics and Gynaecology Canada, este estudio siguió la experiencia postparto de un grupo de 138 mujeres con trastornos del estado de ánimo durante una década, con la finalidad de descubrir si el consumir placenta influía de forma positiva.
Entre las cosas que se analizaron para conocer si realmente la placenta era beneficiosa, estaban los síntomas de depresión, los niveles de vitamina B12, los niveles de energía y la facilidad o dificultad que tuvieron con la lactancia, pues se dice que consumir la placenta ayuda en todos esos aspectos.
Tras concluir con una década de analizar y seguir todos esos aspectos en la vida de las mujeres que participaron en el estudio, se encontró que no había ninguna diferencia entre quienes habían consumido la placenta y quienes no lo habían hecho.
Además de compartir los resultados a través de un comunicado de prensa, los investigadores recordaron las dos advertencias que se han hecho acerca de los riesgos del consumo de placenta: uno por parte del Centro de Control de y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y otro por el Departamento de Salud de Canadá, en el que ambos declaraban que puede ocasionar infecciones tanto en la madre como en el bebé.
"Dados los riesgos asociados con el consumo de placenta y la ausencia de beneficios detectables, recomendamos fuertemente a las mujeres que no lo hagan, y en su lugar busquen otros recursos de salud mental", concluyen los investigadores.
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Vía | Scary Mommy