Hace un tiempo te contaba acerca del cuarto trimestre, ese que rara vez se menciona, pero que sigue siendo muy importante y especial tanto para la madre como para el bebé. En él, inicia un largo proceso de adaptación a la maternidad, en el que ambos comienzan a conocerse mientras van sorteando nuevos y desconocidos retos.
Ya te hemos hablado de este cuarto trimestre desde la perspectiva del bebé, pero ahora toca hacerlo enfocado en la madre. Te compartimos por qué el cuarto trimestre es el más difícil de todos, y te contamos qué puedes hacer para prepararte o ayudar durante éste.
El famoso cuarto trimestre
Antes de hablar a fondo acerca de lo que representa el cuarto trimestre para la madre, vamos a recordar un poco de qué se trata. De acuerdo con la teoría del cuarto trimestre, los primeros tres meses después del parto el bebé siente mucha incomodidad al encontrarse fuera del útero, después de haber pasado nueve meses dentro de un entorno seguro, cálido, acogedor y tranquilo.
Esto explicaría por qué durante esos primeros tres meses los bebés presentan problemas de sueño, cólicos e incluso ansiedad. Y no es para menos, si acaban de entrar a una etapa totalmente nueva y diferente para ellos, llena de estímulos y sensaciones que nunca antes había experimentado.
Por lo tanto, en esta etapa debemos tratar de proporcionarle un entorno lo más similar posible al que tenía cuando estaba dentro del útero, cuidando su bienestar físico y emocional, manteniéndolo cerquita y proporcionándole la seguridad que necesita durante ese cuarto trimestre.
La madre en el cuarto trimestre, el más difícil de todos
Ahora que sabemos lo que sucede con el bebé, es momento de hablar de la madre. ¿Qué sucede con ella durante el cuarto trimestre? Como lo hemos dicho, éste consiste en los primeros tres meses tras el parto, por lo que es el momento en el que comienza el postparto y una larga adaptación hacia esa nueva y desconocida aventura llamada maternidad.
Si para el bebé puede ser difícil este cuarto trimestre, para la madre también, pues inicia con muchos cambios repentinos: su bebé nace y ya no está dentro de su barriga, su mente y estado emocional se ven afectados tras el parto, mientras que su cuerpo comienza a recuperarse poco a poco después de la gran transformación por la que pasó.
Es una etapa en la que la rutina y los horarios se pierden por completo: el descanso brilla por su ausencia y las miles de preguntas y dudas hacen presencia en su mente. Y por si fuera poco, también ahora es la principal responsable de un pequeño ser humano que depende completamente de ella para sobrevivir.
No es de sorprenderse que éste cuarto trimestre se sienta como el más difícil de todos, y que el 40 por ciento de las madres se sienta abrumada, ansiosa y deprimida durante los primeros meses tras la llegada de su bebé. Por ello, es importante prepararse con antelación y hacer todo lo posible por apoyarla durante estos primeros tres meses.
Qué podemos hacer para prepararnos o ayudar
Lo primero que debemos hacer todos, desde la misma madre hasta la pareja, familia y amigos, es entender que así como el bebé requiere cuidados y atenciones especiales en esta etapa, también los necesita la madre, pues su cuerpo acaba de pasar por una gran transformación llena de cambios tanto físicos como psicológicos.
Esto es sumamente importante de comprender y tener claro desde el inicio, pues para muchas mujeres es difícil pedir ayuda durante esta etapa, por lo que es importante prepararse con una red de apoyo que esté al pendiente y sepa que será necesitada por la madre.
En el caso de la madre, es importante tener claro que llegado el momento, está bien pedir ayuda y no es algo por lo que debamos avergonzarnos. En el caso de la familia y amigos (es decir, la red de apoyo) deben hacerse presente, ya sea a través de mensajes, llamadas o visitas, asegurándole a la madre que puede contar con ellos y acompañándola el mayor tiempo posible (siempre que ella lo desee, claro está).
Otro punto muy importante para prepararse para el cuarto trimestre, es ser realistas y entender que las primeras semanas serán complicadas y difíciles, pero afortunadamente, no duran para siempre. Debemos ser pacientes y entender que esto es un proceso de adaptación, y que las cosas irán mejorando poco a poco.
También dentro de este punto, está el tener claro que se debe ser amables y amorosos con el proceso de recuperación del cuerpo tras el parto. No esperemos volver a "la normalidad" ni retomar nuestras actividades de inmediato tras haber pasado por una transformación que tomó nueve meses.
Debemos dar tiempo al cuerpo para sanar y descansar, y evitando comentarios negativos acerca de él o no presionando a la madre para que busque bajar de forma apresurada los kilos que ganó durante el embarazo. Ya habrá tiempo después para hacerlo y de forma gradual.
Y finalmente, tratar de disfrutarlo. Es cierto que el cuarto trimestre pueden el más difícil de todos, por los cambios que suceden durante él y la falta de descanso, pero hay muchos momentos muy especiales y únicos de nuestro bebé que solamente podremos vivir en esta etapa.