Varices después del parto: Cómo tratarlas

Durante el embarazo hay varios factores (hormonales, aumento de peso, presión del útero sobre las grandes venas etc.) que pueden producirnos transtornos en la circulación, entre ellos las varices, que se forman ante la imposibilidad de establecer un retorno de la sangre al corazón que sea eficaz.

Estos síntomas, unidos a la hinchazón, pesadez en las piernas, hormigueo o cansancio, suelen remitir progresivamente tras el parto, pero todo depende también de nuestro metabolismo, el nivel de gravedad y las medidas que mantegamos al respecto, de las que hoy vamos a hablar en nuestro Especial Cuidados Postparto.

Hábitos que te ayudarán a sentirte mejor

Las varices, que suelen darse sobre todo en las piernas, se tienen en cuenta a veces como un fenómeno antiestético que hay que tratar, pero cuando aparecen es principalmente la salud la que reclama nuestra atención, ya que son síntoma de un problema en nuestro sistema circulatorio que si sigue evolucionando nos puede causar mucho dolor y molestias.

Hay una serie de pautas que nos ayudan a prevenirlas o tratarlas en sus primeras fases, entre las que destacan evitar el sedentarismo (o pasar muchas horas de pie) y la obesidad, factores que agravan el problema.

El retorno venoso se impulsa a través de los músculos de las piernas y de la almohadilla plantar, por eso hay que evitar pasar mucho tiempo en la misma postura y dedicar un ratito cada día a caminar e ir retomando ejercicios suaves como el pilates y el yoga poco a poco.

Al estar sentadas es mejor no cruzar las piernas y tener los pies algo elevados, igual que al dormir, que podemos alzarlos ligeramente apoyándolos sobre un cojín o poniendo bajo el colchón algo que lo suba a la altura de los pies, como un guía de teléfono o similar.

Poner las piernas en alto siempre nos va a proporcionar descanso y alivio, igual que un buen chorro de agua fría al final de la ducha, dirigido a las piernas de forma ascendente, para activar la circulación.

Son incontables los motivos para dejar de fumar, sobre todo durante el embarazo, pero también es importante no volver a caer después del parto, ya que el tabaco aumenta la coagulación de la sangre, favoreciendo la aparición o empeoramiento de las varices.

Reduce el consumo de sal, la alimentación también cuenta

La retención de líquidos contribuye a la hinchazón de las piernas y afecta también a las válvulas venosas, que al deteriorarse empiezan a realizar mal su función de impedir que se acumule sangre en las venas y conseguir que fluya correctamente.

La sal favorece la acumulación de líquidos y muchas veces la consumimos casi sin darnos cuenta. Nuestros compañeros de Vitónica nos explican algunos trucos para reducirla en nuestra dieta, de los que podemos destacar sustituirla por especias al cocinar (al final se gana en sabor aunque no lo parezca) y evitar los alimentos precocinados ya que suelen contener mucha sal para conservarse mejor.

Seguir los consejos de alimentación postparto también nos resultará útil, ya que la fruta, la verdura y beber agua tiene un efecto diurético y además nos ayudará a mantenernos en nuestro peso.

Los alimentos ricos en potasio, como la acelga, el aguacate y el plátano, equilibran los efectos del sodio y favorecen la eliminación de líquidos.

También es importante evitar consumir asiduamente alimentos abundantes en grasas saturadas que aumentan los triglicéridos y el colesterol en sangre, como embutidos, carnes rojas, mantequillas, leche entera etc. y reducir la ingesta de comidas picantes, alcohol o café que producen dilatación de las venas.

Tratamientos: siempre aconsejados por un especialista

Dependiendo de la gravedad de las varices hay infinidad de tratamientos, que van desde el uso de medias de compresión hasta las intervenciones quirúrgicas, pasando por la medicación o las cremas para masaje, pero en ningún caso pueden tomarse a la ligera, ya que su éxito y ausencia de complicaciones dependerá siempre de una correcta aplicación, que debe indicarnos el especialista correspondiente.

Las medias elásticas no eliminan las varices, pero pueden servir como prevención o para aliviar los síntomas, ya que mediante su compresión gradual, disponible en varios niveles, activan la circulación.

Continuando con la vía externa las cremas vasculares, efecto frío o para piernas cansadas también ayudan a reducir molestias, aplicándose mediante un masaje circular ascendente. Como medicación interna tenemos los tónicos venosos, de los que hay una gran variedad, y mejoran los síntomas aumentando la tensión en la pared muscular de las venas.

El Castaño de Indias suele estar muy recomendado para el tratamiento de varices, pero hay que tener cuidado ya que su uso no es aconsejable ni para embarazadas, ni para tomar durante la lactancia. En ambos casos es mejor consultar con el médico que alternativas podemos tomar.

Dentro de los procesos ambulatorios está la termocoagulación, que aplica calor a la vena para que necrose, los tratamientos láser para la eliminación de varices o los esclerosantes que aplican una punción con la que se anula la vena.

Por último queda recurrir a la intervención quirúrgica de extracción de las venas varicosas, aunque es una técnica que cada vez más se intenta sustituir por alternativas menos radicales y que no requieran de ingreso, ni de varios días de reposo.

Como veis los tratamientos son muchos, muy variados y dependen de muchos factores, aunque la mayoría requerirán esperar un tiempo prudencial después del parto, así que, los necesitemos o no, siempre que podamos vale la pena poner igualmente todo de nuestra parte para prevenir o evitar el empeoramiento de las varices, nuestra salud en general saldrá ganando.

Foto | Chiara Cremaschi | Genista | Helga Weber En Vitónica | Ejercitarse con frío para combatir las varices

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