Una noticia reciente nos dejaba muy preocupados: crecen las muertes por asfixia en bebés, en parte por el auge del colecho. Al ahondar un poco más nos enteramos que un estudio, realizado en Estados Unidos por investigadores de la Universidad de Alabama, alerta sobre un incremento de las muertes por asfixia en bebés en Estados Unidos, muchas de ellas producidas en la cama y vinculadas a una tendencia creciente entre los padres de dormir con ellos, lo que se conoce como colecho.
Esto puede hacer pensar que el colecho no es conveniente, sin embargo es una práctica beneficiosa para el bebé y recomendada por pediatras como factor de protección ante la muerte súbita, siempre que se practique con seguridad. Hay ciertas recomendaciones básicas que los padres deben tener en cuenta para evitar el riesgo de asfixia mientras duermen con el bebé.
Más muertes por asfixia
El artículo científico, publicado en ‘Jama Pediatrics’ advierte que en 2015 (el último año estudiado) se produjeron en Estados Unidos 1.100 muertes de menores por asfixia, y que según los autores, muchas podrían haberse prevenido puesto que se produjeron cuando los bebés estaban en la cama.
Encontraron que entre los años 1999 y 2015 la tasa de mortalidad por asfixia en menores de un año aumentaron más del doble, de 12,4 a 28,3 muertes por cada mil bebés.
Los autores advierten del aumento de padres que comparten la cama con sus hijos, especialmente cuando son recién nacidos (algo no recomendado en bebés menores de tres meses), o que duermen con objetos peligrosos.
"Puede ser que los padres no sigan las recomendaciones para que los bebés duerman fuera de peligro, sin peluches, mantas, almohadas u otros elementos que puedan causar asfixia", ha reconocido David Schwebel, uno de los autores del estudio.
En la habitación de los padres en su cuna
En su documento de consenso 'Colecho, síndrome de muerte súbita del lactante y Lactancia Materna', la Asociación Española de Pediatría recomienda:
"La forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%".
También la Asociación Americana de Pediatría (AAP) coincide en estas recomendación de que los bebés duerman en la habitación con los padres durante el primer año para evitar la muerte súbita. Aclaran, además, que los bebés no deben dormir en la misma cama que sus padres, ni en un sofá o en una superficie blanda, sino que deben hacerlo en su propia cuna o moisés, pero situada en la misma habitación que los padres.
El colecho tiene múltiples beneficios para el bebé, además de la protección frente al SMSL. Entre ellos, favorece el mantenimiento de la lactancia materna al facilitar las tomas nocturnas y mejora la calidad del sueño del bebé, y por ende, también el de los padres.
Lo ideal es colocar la cuna o el moisés junto a la cama, pero en una superficie independiente, como las conocidas como cunas de colecho o cunas sidecar, que se adosan a la cama de los padres.
También puedes colocar la cuna pegada a la cama quitándole la barrera lateral y sujetándola al somier. Al hacerlo, hay que asegurarse que los colchones quedan a la misma altura y sin huecos para evitar cualquier peligro para el bebé.
¿Y compartir la cama?
La AEP recomienda que el bebé duerma en su propia cuna junto a la cama de los padres (no en la misma cama) al menos los primeros seis meses (cuando se reduce notablemente el riesgo de muerte súbita -al 90 por ciento-), y nunca dormir en la misma cama antes de los tres meses.
La AAP lo extiende aún más. Recomienda que no se duerma en la misma superficie con el bebé preferiblemente hasta que cumpla un año, pero al menos durante los primeros seis meses.
Pasado ese período, en el caso de que el bebé duerma en la cama con los padres, hay que evitar cualquier riesgo de asfixia: que el colchón sea firme, que no haya cojines sueltos o almohadas que puedan acabar sobre el bebé, ni mantas o edredón que al deslizarse puedan llegar a taparlo por completo.
A muchas madres les preocupa quedarse dormidas mientras dan el pecho y poder llegar a aplastar o asfixiar al bebé, pero el riesgo es prácticamente inexistente si tienes en cuenta las recomendaciones que damos a continuación.
Cuando no practicar colecho
Como advierte la AEP, en ningún caso dormir con el bebé en la misma cama en las siguientes situaciones:
- Lactantes menores de tres meses de edad
- Bebés prematuros y de bajo peso al nacimiento.
- Padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes: reducen el nivel de alerta.
- Situaciones de cansancio, especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato.
- Sobre superficies blandas, colchones de agua, sofá o sillones
- Si se utilizan almohadas o cojines que lleguen a la altura del bebé
- Si se comparte la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas. Si otro hijo duerme en la misma cama, debe colocarse un adulto entre los dos niños.
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