Un bebé recién nacido parece tan frágil que muchos padres y madres, especialmente los primerizos, sienten temor de cogerle en brazos.
Es habitual que no sepan cómo manejar a un bebé tan pequeñito y delicado, se teme hacerle daño o que pudiera escurrirse entre las manos. Por eso, hay que tener especial cuidado a la hora de hacerlo.
El instinto sabrá darnos una buena mano cuando llegue el momento, pero de todas formas es importante tener en cuenta algunas recomendaciones sobre cómo coger a un bebé recién nacido en brazos.
Cómo sostener al bebé recién nacido
- Cogerlo siempre sosteniendo la espalda y la cabeza. Su cuello todavía no es capaz de sostener la cabeza ni lo será aproximadamente durante los primeros tres meses.
- Con una mano debes sujetar la espalda y con la otra la cabeza para que no se ladee ni se vaya hacia delante ni hacia atrás. Son tan pequeñitos que incluso con la misma mano que le sujetas la espalda puedes también sujetarle la cabeza colocando la palma de tu mano en la parte superior de la espalda del bebé y sosteniendo con los dedos su cabeza. Con la otra mano lo sujetas por el culete y lo acercas a tu cuerpo.
- Una vez que lo has cogido apoya todo el cuerpo del bebé sobre uno de tus brazos colocando la cabeza en el doblez del codo mientras sigues sujetándole por debajo de la espalda con la otra mano. Cuando hayas adquirido práctica podrás sujetarlo con un sólo brazo.
- Procura acercarlo siempre a tu cuerpo, se sentirá más seguro y arropado.
- Es importante actuar con delicadeza pero a la vez con seguridad. Queremos que el bebé se sienta seguro en nuestros brazos y debemos transmitirle confianza.
- No cogerlo con las manos sucias ni frías ni permitir que otros lo hagan.
- Antes de levantarlo de la cuna o cogerlo de los brazos de otra persona acércate primero hablándole con palabras suaves y dándole caricias.
- Cuando vayas a acostarlo inclínate sobre la cuna lo más posible sin despegarlo de tu cuerpo hasta el último momento y sin dejar de sujetarle la espalda y la cabeza. Primero tiene que apoyar el culete, luego el resto del cuerpo y por último la cabeza. No le quites la mano de la cabeza hasta que no esté completamente tumbado.
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