Fontanelas en el bebé: cuándo cierran y qué signos de alerta debemos observar

Una de las cosas que exploramos los pediatras en prácticamente todas las visitas del bebé y del niño hasta los dos años son las fontanelas.

A veces, lo hacemos de manera casi imperceptible acariciándoles suavemente la cabeza. Este simple gesto a nosotros nos aporta mucha información. Pero, ¿por qué son tan importantes las fontanelas? ¿Debemos vigilar algo los padres?

¿Qué son las fontanelas?

El cráneo del recién nacido es una esfera formada por diferentes huesos que se ensamblan entre sí como piezas de un puzzle. Las líneas que separan estos huesos se llaman suturas y los huecos que quedan entre las confluencia de varias suturas reciben el nombre de fontanelas. Hay seis fontanelas, aunque las que palpamos habitualmente y las que más información nos dan son la fontanela anterior y la fontanela posterior.

Esta configuración del cráneo, con los huesos separados unos de otros, es fundamental por dos motivos. Primero, porque el diámetro del recién nacido es algo mayor que el canal del parto. Para poder pasar, los huesos del cráneo se montan un poco unos encima de otros (acabalgamiento). Por eso, en algunos bebés recién nacidos podemos notar unos relieves más marcados que con el paso de los días desaparecen.

La segunda razón es el que el cerebro de un recién nacido tiene que crecer mucho. Las suturas están compuestas de un material flexible que permite el crecimiento del cerebro, que está protegido por los huesos del cráneo. Con el tiempo, las suturas se convierten en hueso y los huesos del cráneo se unen. De esta manera, la protección del cerebro es máxima.

¿Cuándo se cierran las fontanelas?

El cierre de las fontanelas es variable. La fontanela posterior suele cerrarse antes del segundo o tercer mes de vida; en ocasiones ni siquiera es palpable al nacimiento.

La fontanela anterior es la de mayor tamaño y la más importante desde el punto de vista clínico. Tiene forma de rombo o diamante y su tamaño es variable pero al nacimiento suele estar en torno a 4 x 2,5cm. Algunos bebés nacen con la fontanela anterior pequeña, pero suelo ir aumentando durante los primeros meses de vida. La fontanela anterior suele cerrarse antes de los 2 años de vida (de media a los 14 meses), y habitualmente entre los 12 y los 18 meses de palpa ya a punta de dedo. La fontanela anterior tiende a cerrarse antes en los niño que en las niñas.

Las suturas se palpan como pequeñas depresiones durante los primeros 6 meses de vida aproximadamente. En torno a los 2 años los huesos del cráneo comienzan a unirse porque las suturas se convierten en hueso.

Si el cierre de las suturas y fontanelas se produce muy pronto, el bebé puede tener problemas. De igual manera, el cierre tardío de las mismas puede ser indicativo de alguna enfermedad.

Cierre precoz de suturas

Cuando una o varias suturas se cierran antes de tiempo hablamos de craneosinostosis. Esto supone una deformación del cráneo, ya que el cerebro no puede seguir creciendo en esa dirección y lo hace en sentido perpendicular a esa sutura. Podemos palpar un relieve a nivel de esa sutura y la fontanela puede cerrarse. En algunos casos, el cierre prematuro de una sutura supone tan sólo un problema estético. En otros, puede ocasionar problemas cerebrales ya que el cerebro no puede crecer.

  • Escafocefalia: es la craneosinostosis más común. Se produce por el cierre temprano de al sutura sagital, lo que ocasiona que el cráneo crezca hacia delante y hacia detrás, es decir, en sentido anteroposterior. Se dice que la cabeza de estos niños tiene forma de barco volcado.
  • Braquicefalia: en este caso se cierra antes de tiempo la sutura coronal, que separa los parietales del hueso occipital. El resultado es una cabeza plana en la región occipital y abombada en la frontal.
  • Trigonocefalia: por cierre prematuro de la sutura frontal o metópica. La frente es estrecha, con un cráneo prominente en cuña. El problema es sólo estético.
  • Turricefalia: se cierran varias suturas de manera temprana lo que ocasiona que el cráneo crezca hacia arriba en forma de torre. Asocian problemas mentales.

El tratamiento y el pronóstico de las craneosinostosis dependerán de las suturas afectadas. En algunos casos, como en la escafocefalia o la trigonocefalia, el pronóstico es bueno ya que se trata sólo de una alteración estética. El tratamiento, en los casos necesarios, será quirúrgico.

Cierre tardío de suturas

En otras ocasiones, las suturas se cierran más tarde de lo normal y las fontanelas permanecen excesivamente grandes. Esto sucede con mayor frecuencia en niños con Síndrome de Down, en el hipotiroidismo congénito, en los bebés prematuros, en aquellos con crecimiento itrauterino retardado (CIR), en el raquitismo (una enfermedad por déficit de vitamina D) y en algunos otros síndromes (como síndrome de Apert o de Rusell-Silver). En algunos casos, el cierre tardío de la fontanela puede ser sólo una variante de la normalidad.

¿Influye la vitamina D en el cierre de la fontanela?

La vitamina D es fundamental para el correcto desarrollo de los huesos (de todos, no exclusivamente de los huesos del cráneo). Los niños que no tienen suficiente vitamina D no pueden absorber el calcio y el fósforo y los huesos no se forman con normalidad, son blandos y pueden romperse fácilmente; esta enfermedad se conoce como raquitismo. Estos niños suelen tener una fontanela muy amplia y las suturas se cierran más tarde, de ahí que muchos asocien vitamina D con cierre de fontanelas.

Pero recuerdo que la vitamina D está implicada en la formación de todos los huesos. No hay ninguna evidencia científica de que en bebés con fontanela pequeña o en aquellos con plagiocefalia postural haya que suspender la vitamina D. La recomendación actual es que todos los menores de un año que tomen leche materna o menos de un litro de fórmula al día deben ser suplementados con 400UI de vitamina D.

Como padre, ¿qué debo vigilar en las fontanelas de mi bebé?

En las revisiones del niño sano durante los primeros meses y años de vida los pediatras prestamos especial atención a las fontanelas, las suturas y la forma de la cabeza. También es muy importante la medición del perímetro craneal (existen también gráficas de crecimiento del perímetro cefálico para niñas y niños). Por ello es importante que llevéis un adecuado seguimiento y acudáis a todas las revisiones.

Si en algún momento notáis un aplanamiento o prominencia de alguna zona del cráneo, palpáis algún reborde óseo o una lateralización de la cabeza, se recomienda consultar con el pediatra.

De igual manera, si notáis la fontanela muy abombada o muy deprimida, si el bebé está muy irritable o, por el contrario, muy somnoliento, si rechaza el alimento o si vomita con fuerza repetidamente.

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