Elegir el nombre de un futuro bebé no es tarea fácil, o al menos no suele serlo, porque las preferencias de uno de los miembros de la pareja no tienen por qué coincidir con las preferencias del otro. Además, es una elección que debe tomarse con precaución y sin prisas porque el nombre que le pongamos a nuestro bebé será el que le acompañe toda la vida (o como mínimo el tiempo que pase hasta que decida cambiárselo).
Por esta razón vamos a ofreceros seis ideas para elegir el nombre del bebé para que tengáis un punto de partida o un punto para continuar en la búsqueda de ese nombre que tanto buscáis y no acaba de llegar.
1. El libro de los nombres de bebé
Es fácil encontrar en las librerías libros de nombres de bebé, que explican su significado y etimología, para hacernos una idea de qué nombre estamos eligiendo (aunque aquí en España el significado de los nombres tampoco nos preocupa en demasía).
Si no queremos gastar dinero en un libro de estos, siempre se pueden buscar listados de nombres en internet. En Bebés y más hemos comentado algunos de los nombres más utilizados.
Quizás pueda ser buena idea que papá y mamá miren el libro por separado, apuntando los nombres que más les gustan a cada uno para luego hacer una puesta en común.
2. Tened en cuenta si alguien de la familia ya lleva ese nombre
Hay padres a los que les gusta que sus hijos tengan el nombre de alguien de la familia, así que puede ser un factor a tener en cuenta para elegirlo o, si no os gusta, para evitarlo. En mi familia, por ejemplo, hay una plaga de “Enriques”, hasta el punto que al más pequeño de ellos le llamábamos, cariñosamente, Enrique IV.
Sé también de unas hermanas que se llamaban Isabel y Elisabeth, que es lo mismo pero en idioma diferente. Quizás sus padres lo hicieron de manera consciente, pero si fue así, los comentarios que yo escuché al respecto no fueron muy positivos (aunque lo que digan los demás, como se dice habitualmente, debe dar igual… el problema es cuando la mofa llega a la niña).
De igual modo hay que tener en cuenta si queremos que nuestro hijo se llame como nosotros o no. Aunque parece una costumbre que ya no se lleva (yo lo veo así), sigo viendo niños con el nombre del padre y niñas con el nombre de la madre.
Haced lo que queráis, Dios me libre de influir sobre esto, pero en mi casa había dos Carlos (mi padre y mi hermano), y cuando llamaban preguntando por Carlos era un auténtico coñazo tener que preguntar “¿El padre o el hijo?”, no por hacer la pregunta, sino porque a veces, el otro interlocutor respondía “Pues no sé”. Y tenías que empezar a jugar a las adivinanzas para ver a quién le pasabas la llamada.
Ahora por suerte, como todo el mundo lleva móvil, esto se ha solucionado. De todas maneras, considero que es muy raro que alguien diga “¡Carlos!” y se giren dos personas, padre e hijo. Supongo que lo siento así porque como puedo contar los Armandos con los que he coincidido en mi vida con los dedos de una mano, siempre he valorado mucho el tener un nombre muy exclusivo (vamos, que mi nombre no me gusta, pero me encanta su exclusividad).
Por cierto, en mi casa había también dos Enriques, mi padre (que se llama Enrique Carlos) y otro de mis hermanos: “¿El padre o el hijo?”.
3. Consultar las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística
Otra de las maneras de ver nombres para elegir es consultar la base de datos del Instituto Nacional de Estadística. Hace unos días Lola nos comentó que los nombres más puestos el año pasado fueron Alejandro y Lucía. Pues bien, mirando en esa base de datos podéis ver más nombres utilizados en España, por si aparece una idea de qué nombre poner o, si sois de los míos, para ver qué nombres no poner.
En Cataluña tenemos el Idescat, que nos ofrece un montón de datos sobre los nombres que se ponen aquí, lo comento porque nosotros lo usamos en su momento (en sus tres momentos).
4. Tened en cuenta los apellidos que tendrá el bebé
Puede sonar a tontería, pero es importante escribir el nombre completo del niño para ver cómo queda la combinación de nombre y apellido. A veces salen rimas sin querer, o queriendo, y aunque las primeras veces pueden sonar bien luego pueden hacerse pesadas o cansinas. Así a bote pronto se me ocurre “Laura Maura” o “Antonio Polonio”.
De igual modo hay que vigilar que la última sílaba del nombre no cree una palabra con la primera sílaba del apellido y tener en cuenta también que cuando un apellido es muy largo, queda mejor un nombre corto y viceversa, si el apellido es corto, queda mejor un nombre largo, aunque esto ya es cuestión de gustos… a mí por ejemplo me gustan los nombres más bien cortos.
Lo más recomendable es escribir el nombre completo y leerlo más de una vez, para buscar problemas y, si los hay, solucionarlos (o cambiar el nombre o alternar los apellidos, que ahora se puede hacer).
5. Paciencia a la hora de escogerlo
No tengáis prisa a la hora de escoger el nombre, o tenedla si queréis, pero sabiendo que nueve meses son muy largos. Hay padres que llegan al parto sin saber todavía como llamar a su bebé e incluso conozco a un niño que estuvo casi cuatro días sin nombre, porque sus padres aún no se habían decidido (historias que se leen por internet).
Sin llegar a estos extremos, hay padres como nosotros que teníamos clarísimo que nuestro primer hijo se llamaría Jan si era niño y Júlia si era niña. A medida que el embarazo fue avanzando esos nombres dejaron de gustarnos. Vimos que muchísimos niños se llamaban así y además nos dimos cuenta de que en EEUU Jan es nombre de mujer, así que cambiamos Jan por Jon, que también nos gustaba mucho y Júlia por Ivette, la niña que nunca tuvimos.
6. No preguntéis a nadie
La elección del nombre tiene que ser cosa vuestra. En el momento en que entran terceras personas encontraréis siempre opiniones contrarias al nombre que os gusta y buscarán una rima absurda que hacer con él o te hablarán de lo mal que le cae uno que se llama igual.
Por eso, si de nombres de bebé se trata, mejor no decir nada hasta que lo tengáis totalmente decidido, o lo pasaréis mal, creedme.
Fotos | Esther Gibbons, Lisa Rosario Photography en Flickr
En Bebés y más | Los nombres de los bebés en algunos países de América latina: una tendencia digna de estudio, Nombres de dudoso gusto aceptados en el mundo, Consejos para acertar con la elección del nombre del bebé