El sueño del bebé de los 0 a los 6 meses: así duerme los primeros meses de vida

Una de las mayores preocupaciones de los padres al nacer su hijo está relacionada con el sueño del bebé. ¿Dormirá bien, se despertará mucho por las noches? Y por supuesto, una de las preguntas que más se hacen los padres, ¿cuándo dormirá mi bebé toda la noche?.

Lo cierto es que cuando se trata del sueño del bebé hay que entenderlo como un proceso evolutivo normal en el desarrollo del niño, por lo tanto no hay una respuesta única y universal a estas preguntas. Veamos cómo es el sueño del bebé de los 0 a los 6 meses, cómo duerme nuestro retoño en sus primeros meses de vida.

¿Cómo debe dormir el bebé recién nacido?

  • El bebé debe dormir en su cuna boca arriba, sin almohadas, ni peluches, ni cojines... para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante.
  • Se recomienda que el bebé duerma en la misma habitación que sus padres durante al menos los primeros seis meses de vida y nunca en la misma cama antes de los tres meses, según la AEP. Lo ideal para un colecho seguro es utilizar una cuna de colecho que se adosa a la cama de los padres, pero el bebé duerme en una superficie independiente.
  • Se debe intentar mantener una rutina previa relajante (baño, masaje, brazos-caricias, nana) y un horario fijo de sueño.
  • A la hora de dormir debe haber un ambiente relajado, sin ruidos, con poca luz y temperatura confortable.
  • No hay que despertar al bebé para que coma, salvo indicación médica.
  • Lo ideal es dejarlo despierto, pero somnoliento, para que poco a poco aprenda a dormirse solo.
  • Cuando se despierte por la noche, al darle de comer y/o cambiarle el pañal, hacerlo con poca luz y estimulándole lo menos posible.

¿Cuántas horas duerme el bebé?

Los recién nacidos no distinguen el día de la noche, y al igual que lo hacían dentro del útero materno. Duermen siestas a lo largo de las 24 horas indistintamente.

A la semana de vida, un bebé puede llegar a dormir unas 20 horas diarias, y entre 15 y 18 horas al día a las seis semanas de vida. Es la gran parte del día, pero a medida que vaya creciendo y necesite conocer más los estímulos que provienen de su entorno, se irán acortando las horas de sueño durante el día.

Es entre los 3 y los 6 meses de edad, cuando adquiere su ritmo circadiano y diferenciar el día de la noche. Durante los primeros cuatro meses de vida (más o menos, -cada niño es un mundo-), el sueño del niño no tiene un patrón establecido y son muy habituales los despertares nocturnos.

Poco a poco, la mayor cantidad de horas de sueño se concentrarán en la noche, excepto por las dos o tres siestas diurnas que seguirán haciendo. De los 4 a los 12 meses, es esperable que el bebé duerma de 12 a 16 horas al día, y que continúe despértandose por las noches, aunque cada vez con menos frecuencia.

El sueño del bebé es muy cambiante y se ve muy influenciado por factores fisiológicos, cognitivos y emocionales propios de su edad de desarrollo.

Se despierta muchas veces por la noche

Cuando vemos que nuestro bebé se despierta muchas veces por la noche interrumpiendo su sueño, nos preguntamos si es normal y si estará descansando lo suficiente. La mayoría de las veces, la respuesta es sí.

El recién nacido necesita despertarse muchas veces para alimentarse por las noches. Esto se explica, en parte, por el tamaño de su estómago, que al nacer es del tamaño de una canica o una cereza y necesita alimentarse con más frecuencia sin importar si es de día o de noche. Si el bebé es amamantado, las tomas nocturnas son muy útiles para favorecer la prolongación de la lactancia materna y ayudan al establecimiento del ritmo circadiano.

Aparte de por la necesidad de alimento, el bebé también se despierta por una necesidad innata de contacto y protección de la madre, que le aporta confort y seguridad.

Además, para comprender por qué los bebés se despiertan por la noche, tenemos que entender cómo funciona el sueño de los bebés y sus fases de sueño.

Las fases de sueño en el bebé

Desde que nacen y hasta aproximadamente los 3-4 meses, el sueño de los bebés solo tiene dos fases (REM y sueño profundo o sueño tranquilo), mientras que a partir de entonces va adquiriendo nuevas fases, hasta alcanzar las cinco fases que tenemos los adultos (una fase REM y cuatro subfases de sueño tranquilo).

El sueño activo (REM) es la fase inicial del sueño que duran entre 15-20 minutos en la que el bebé tiene movimientos oculares, emite quejidos, tienen una respiración irregular, hace gestos, sonríe, mueve piernas o brazos.

Mientras que el sueño no REM o sueño tranquilo es un sueño más profundo y relajante, en el que la respiración es más regular, no se mueve, mantiene los ojos cerrados y no hace ruidos.

En los bebés, la parte de sueño REM es mucho más larga que en el adulto, puesto que es un periodo de mucho aprendizaje y necesita más tiempo para organizar toda la información.

El sueño del bebé tiene que entenderse como un proceso evolutivo que requiere cariño, dedicación y paciencia.

El hecho de que su sueño sólo alterne dos fases hace que se despierten a menudo, ya que al acabar las dos fases se despierten para comer, para promover el contacto y el vínculo, y para evitar peligros (ellos no saben que no hay peligro y necesitan la seguridad de saber que sus cuidadores están cerca).

Entre los tres y los seis meses empiezan a regularse los mecanismos de melatonina, cortisol y temperatura, el bebé comienza a organizar el sueño en función de los paseos, baños y la comida, y tarda menos en quedarse dormido.

Crisis de sueño: dormía bien y se despierta más que antes

Entendiendo que en estos meses el bebé está adquiriendo nuevas fases de sueño, es comprensible que el sueño se vuelva muy inestable, e incluso se despierte más que antes.

En esta etapa el sueño del bebé presenta despertares muy frecuentes, incluso más que cuando era un bebé recién nacido. Y esto sucede porque necesita adaptarse a las nuevas fases de sueño que van apareciendo.

El sueño se vuelve más variable porque el bebé está practicando una nueva forma de sueño distinta a la de antes.

Es normal que al alternar entre fase y fase el bebé presente microdespertares, pequeños lapsos de despertar que son una respuesta innata del ser humano a estar en constante alerta.

No necesita métodos para "enseñar a dormir"

Como hemos visto, el sueño es un proceso natural que requiere de toda nuestra dedicación y paciencia. El bebé aprenderá a dormir por sí solo, sin necesidad de poner en práctica ningún mágico método. Todos hemos oído sobre el famoso -y malévolo- método de dejarlo llorar solo en su cuna para que acabe cansándose y se quede dormido. Esto solo le causa angustia y estrés al bebé.

Con todo el cariño de sus padres y atendiendo siempre a sus necesidades, el bebé irá adquiriendo a medida que crece un hábito de sueño cada vez más sólido y prolongado.

En resumen, el sueño del bebé entre los 0 y los seis meses es aún bastante intestable, y suele despertarse varias veces por la noche. Poco a poco los despertares nocturnos van disminuyendo de tal manera que a los seis meses los niños suelen dormir por la noche hasta cinco horas seguidas sin despertarse.

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