Aunque el escáner mamográfico, tal como hoy lo conocemos, se empezó a generalizar hace ya más de treinta años, es un procedimiento que sigue rodeado de una gran polémica en los círculos médicos.
Un nuevo estudio, publicado esta semana en The British Medical Journal, parece dar el espaldarazo definitivo a los médicos que piensan que los escáneres mamográficos universales deberían retirarse de la cartera de servicios de salud. Según dicho estudio, uno de cada cinco cánceres detectados en una mamografía se trata innecesariamente.
La investigación de este estudio es la más larga y meticulosa que se ha realizado nunca sobre el asunto. Comenzó en Canadá en 1980 y en el participaron más de 89.000 mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 59 años, que fueron sometidas a mamografías y exámenes táctiles de los senos de forma aleatoria.
Las conclusiones son contundentes
Uno de cada cinco cánceres que se detectan en una mamografía no suponen un peligro real para la salud de la mujer, pero aun así se tratan con quimioterapia, radioterapia o cirugía.
Según el doctor Mette Kalager, epidemiologista de la Universidad de Oslo, cree que a día de hoy, no reporta ninguna ventaja detectar un tumor antes de que sea lo suficientemente grande como para que la mujer lo reconozca al tocarlo. Pues muchos de estos análisis no se realizaron correctamente, al no respetarse la aleatoriedad exigible en todo ensayo clínico.
Kalager apunta que las mamografías podían tener sentido antes de la aparición de fármacos como el tamoxifen, que reduce significativamente la mortalidad por cáncer de mama, pero en la actualidad es peor el remedio que la enfermedad.
El sobrediagnóstico
El doctor Anthony B. Miller, investigador de la Universidad de Toronto y autor principal del estudio, apunta que, si se incluyen las mamografías en las que se detecta un carcinoma ductal in situ (CDIS), la forma más frecuente de cáncer de mama, que no es invasivo y no siempre es maligno, el sobrediagnóstico alcanza a uno de cada tres cánceres.
No obstante, los expertos concluyen que estos datos no pueden extrapolarse a todo tipo de sociedades, sobre todo a aquellas que están tecnológicamente menos avanzadas y con un menor acceso a este tipo de recursos. En estos casos la detección temprana si supondría una diferencia significativa.
A pesar de los datos del estudio pocos países se plantean reducir el número de escáneres mamográficos. De hecho, sólo Suiza se ha planteado un estudio sobre ese planteamiento.
Según ha explicado el doctor Peter Juni, miembro del Swiss Medical Board, el estudio no niega que las mamografías tengan un impacto significativo en la reducción total de la mortalidad por cáncer de mama, sino que hace incapié en que aumentan los sobrediagnósticos que provocan intervenciones inútiles en las mujeres, como están demostrando.
Por otro lado, el doctor Antonio Llombart, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Arnau de Villanova (Valencia) y vocal de la Sociedad Española de Oncología Médica, es mejor someter a toda la población a mamografías que permitan la detección precoz de tumores y así poder tratarlos de una forma más rápida y con menos tiempo de intervención hospitalaria que si se detectaran más tarde, que tendrían un coste mucho mayor para el sistema sanitario.
“Los tumores avanzados", explica Llombart, “tienen una tasa del 88% de curabilidad, pero el coste del tratamiento es muy elevado, no sólo a nivel humano, también económico.
Parece que estamos ante una serie ingente de datos recopilados a lo largo de 25 años de miles de mujeres que nos viene a decir que es posible vivir con un tumor sin que este llegue jamás a desarrollarse lo suficiente como para matarnos e incluso en algunos casos pueda llegar a desaparecer de forma natural. Otro de los puntos clave es que no se encuentran diferencias notables en la curación de tumores detectados en fases tempranas respecto a aquellos que se detectaron más tarde.
Resalto también que desde el propio equipo investigador se recomiende tener mucho cuidado a la hora e extrapolar los resultados del informe. Está claro que la sociedad canadiense, o más bien la parte femenina de esa sociedad, está absolutamente concienciada acerca de este tipo de cáncer. Así por ejemplo son las propias mujeres las que están pendientes de la exploración de sus pechos buscando algún bulto sospechoso, algo que no sucede en nuestro entorno, o al menos no con la misma normalidad que allí.
Está claro que nos encontramos ante un paso más en el conocimiento de este tipo de cáncer y que es importante saber que quizás no haga falta someterse a una drástica cirugía que a quien más o a quien menos le cambiará la vida. Pero recordando el caso de la doble masectomía preventiva que se realizo Angelina Jolie debida a que un estudio genético reveló una alta probabilidad de sufrir cáncer de pecho, ¿quién sería capaz de "esperar" a ver como evoluciona un tumor una vez que se lo hayan detectado precozmente? ¿Dormiríais tranquilas?
Vía | el Confidencial, informe completo Foto | Governo do Estado de São Paulo en Flickr