Estas son las señales que detectan problemas de audición en niños: la intervención precoz es clave para su correcto desarrollo

Según la OMS, 32 millones de niños en el mundo sufren una pérdida de audición discapacitante, aunque estas alarmantes cifras podrían reducirse si los problemas auditivos fueran detectados de manera precoz o si se tomaran ciertas medidas preventivas.

En la mayoría de los países desarrollados se llevan a cabo pruebas de detección precoz de la hipoacusia en el recién nacido, pero es importante saber que aunque estas pruebas arrojen resultados dentro de la normalidad en esas primeras horas de vida, a lo largo de la infancia podrían darse ciertas causas que provocaran una pérdida auditiva en el niño, por lo que es fundamental conocer las señales de alerta.

Hemos hablado con Sergio Álvarez, experto en audiología de Oticon España, sobre cómo puede afectar a la calidad de vida y aprendizaje del niño la pérdida de audición, y qué debemos tener en cuenta para detectar de forma temprana cualquier problema relacionado.

Señales que podrían alertar de pérdida de audición en la infancia

Sergio Álvarez nos explica que aunque en algunas ocasiones la pérdida de audición se identifica de forma muy temprana tras el nacimiento, en otros casos se va desarrollando a lo largo del crecimiento del niño. Por esta razón se aconseja estar muy atento al periodo de desarrollo de nuestros hijos, y poner en conocimiento del pediatra si detectamos alguna de las siguientes señales:

Bebés de entre ocho y 12 meses

Aparte de balbucear y jugar con su voz emitiendo sonidos, en esta franja de edad los niños deberían girar la cabeza cuando escuchan algún ruido, e incluso buscar la fuente de procedencia. Además, y para estimular su correcto desarrollo y la adquisición del lenguaje, los padres debemos hablar con ellos, cantarles, llamarles por su nombre y ponerles música suave.

Señales que alertan pérdida de audición en esta etapa:

  • El bebé no mueve la cabeza en dirección a los sonidos que oye o en dirección a nuestra voz
  • No se sobresalta ante determinados ruidos fuertes ni busca su fuente de procedencia
  • No balbucea
  • No entiende expresiones coloquiales sin un gesto de apoyo (por ejemplo, 'no', 'adios'...)

A partir de los 12 meses estas señales se hacen más evidentes. Además, el niño no dice palabras con sílabas redobladas (papá, mamá...), ni nombra personas u objetos familiares para él, como algunas comidas o sus juguetes.

A partir de los dos-tres años

A partir de los dos años, los niños ya deberían responder a su nombre, construir frases de al menos dos palabras y entender y aceptar las órdenes sencillas que les damos. Esto nos demostraría que su capacidad auditiva y comprensiva ya están desarrolladas.

Señales que alertan pérdida de audición en esta etapa:

  • El niño no obedece órdenes sencillas
  • No nos presta atención cuando le llamamos por su nombre, cuando hablamos con él o cuando le contamos un cuento
  • No es capaz de construir frases de al menos dos palabras a la edad de dos años
  • Utiliza con demasiada frecuencia el '¿qué?' para que les repitamos el mensaje
  • Aumenta la dificultad de respondernos cuando no estamos cerca y no puede vernos la cara, o cuando hay demasiado ruido de fondo

Si observáramos alguna de estas señales, Sergio nos aconseja realizar una sencilla prueba casera consistente en colocarnos detrás del niño y emitir sonidos, a medida que poco a poco nos vamos alejando de él. El objetivo es comprobar si en algún momento deja de oírnos, en cuyo caso deberíamos consultarlo con el médico.

A partir de los cinco-seis años

A la edad de cinco años, el niño ya debería tener una gran capacidad comunicativa y de expresión, además de ser sociable y tener una gran necesidad por descubrir y aprender. Cuando alguna de estas características no se cumple, podría hacernos pensar que existe algún tipo de problema, como los relacionados con la audición.

Señales que alertan pérdida de audición en esta etapa:

  • Bajo rendimiento escolar, pues al no escuchar bien dejan de prestar atención en clase y pierden interés en los estudios
  • Posibles problemas en el desarrollo del lenguaje también podrían hacer pensar que existe una pérdida auditiva detrás
  • En clase, el niño mira de manera recurrente a otros compañeros para ver lo que están haciendo y así replicar lo mismo, pues no escucha las indicaciones del profesor
  • Durante la realización de actividades que implican escucha, los niños parecen distraídos o absortos en otras cosas
El experto asegura que la mejor forma que tenemos los padres de detectar precozmente cualquier problema (tanto auditivo como visual o de otro tipo) es pasando tiempo con nuestros hijos, interactuando con ellos y observando cómo se relacionan, se comportan y juegan.

¿Qué puede causar la pérdida de audición en un niño?

Las causas congénitas que provocan pérdida de audición están presentes desde el nacimiento o poco después, y representan el 40 por ciento de los casos de sordera en la infancia, según la OMS. Estas serían:

  • Consanguineidad de los progenitores
  • Enfermedades durante el embarazo como la rubeola y el citomegalovirus.
  • Afecciones perinatales como la prematuridad, el bajo peso al nacer, la falta de oxígeno o la ictericia neonatal.

Las causas adquiridas son las que provocan la pérdida de audición a lo largo del crecimiento del niño, y pueden ser debidas a factores como:

  • Enfermedades en la infancia como meningitis, paperas o sarampión. Si la madre contrae estas enfermedades durante el embarazo, también podría afectar al oído del bebé
  • Enfermedades del oído como la otitis media o los tapones de cera
  • La exposición a sonidos intensos de forma prolongada puede afectar al nervio auditivo, pero también la exposición a sonidos breves de alta intensidad, como los de los fuegos artificiales, pueden provocar una pérdida de audición permanente
  • La administración de determinados medicamentos ototóxicos, es decir, aquellos que poseen sustancias nocivas para el oído

Cómo puede afectar la pérdida auditiva al desarrollo y aprendizaje del niño

El sentido del oído es uno de los más importantes del ser humano. La correcta audición del niño es fundamental para su desarrollo social, emocional y cognitivo, de ahí que sea tan importante prevenir desde la infancia cualquier problema relacionado pues de lo contrario, podría afectar a:

La adquisición del lenguaje

En plena etapa de desarrollo, en los bebés y niños la audición es esencial para aprender a hablar, por eso, la repercusión más evidente de la pérdida de audición en la niñez tiene que ver con la adquisición del lenguaje o la aparición de trastornos relacionados con el lenguaje.

"El ser humano oye con el cerebro, no con los oídos; es decir, es el oído el que captura los sonidos, pero es el cerebro el que los procesa y los interpreta. Por eso, teniendo en cuenta la relevancia de este sentido en la vida social y su desarrollo escolar, un diagnóstico precoz de la pérdida auditiva favorece la evolución del menor de forma natural permitiendo la maduración del nervio auditivo y la organización del sistema de procesamiento auditivo del cerebro" - detalla Sergio Álvarez.

El aprendizaje

Los problemas de adquisición del lenguaje derivados de una discapacidad auditiva afectarán al niño a la hora de asimilar nuevos conceptos, además de disminuir su atención, y todo ello acabará repercutiendo en su aprendizaje y rendimiento escolar.

La sociabilidad

Para el niño, los problemas de comunicación pueden provocar un sentimiento de ira, estrés y soledad, y consecuencias emocionales y psicológicas perdurables, como la falta de autoestima. Todo ello acabará afectando de igual modo al conjunto de la familia.

"Teniendo en cuenta la relevancia del sentido del oído en la vida social del niño, es fundamentar resolver los problemas auditivos a tiempo, para asegurar su correcto desarrollo escolar, su aprendizaje, su lenguaje y su socialización".

La importancia de un diagnóstico precoz

La detección y tratamiento precoz de la pérdida auditiva en los niños es la única garantía de lograr mejores resultados para su futuro. Por esta razón, las revisiones periódicas con el pediatra son tan importantes, así como permanecer siempre atentos a su desarrollo y no dejar pasar ningún indicio que nos haga sospechar de problemas de audición.

El pronóstico de los niños que padecen este déficit sensorial está determinado, en gran medida, por la rapidez con que se haga el diagnóstico y se instaure el tratamiento y la rehabilitación que mejor se adapte en cada caso.

Fotos | iStock

Agradecimientos | Sergio Álvarez, experto en audiología de Oticon España

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