Los niños y niñas con epilepsia, como hemos podido comprobar a lo largo de estos últimos días, tienen un mayor riesgo de presentar algún tipo de alteración o problema en sus capacidades cognitivas. Por eso, creemos que es interesante, antes de hablar de los diferentes tipos de tratamientos que podemos encontrarnos, cómo influye la epilepsia infantil en el desarrollo del niño.
Todos sabemos que la etapa infantil es un tiempo muy importante para que las conexiones del cerebro que nos permiten adquirir nuevos aprendizajes, por lo que la aparición de alguno de los diferentes tipos de epilepsia infantil puede alterar y comprometer los procesos cognitivos, lo que desencadenará que el pequeño pueda llegar a problemas de aprendizaje, fracaso escolar y/o conductas inadaptadas en el entorno.
No obstante, siempre tenemos que tener en cuenta que cada niño es un mundo y no todos los casos de epilepsia van a cursar con estas dificultades; podrá ser un niño sin ningún tipo de problema, ni cognitivo ni emocional, o puede presentar diferentes tipos de alteraciones como consecuencias de las crisis.
Existen tres factores principales que hacen que los niños que tienen epilepsia vean más comprometidas su rendimiento cognitivo: las consecuencias que vienen derivadas de la propia epilepsia, las alteraciones que podían existir antes de la aparición de las crisis epilépticas y los posibles efectos secundarios producidos por la medicación.
La mayor parte de los niños con epilepsia suelen tener una capacidad cognitiva dentro de la normalidad, si bien es cierto que suele ser más común que presenten una capacidad intelectual un tanto inferior en relación a niños y niñas sin ningún tipo de problema. Pero más importante que la capacidad intelectual es la presencia de algún tipo de alteración a nivel de atención, velocidad de procesamiento de la información, memoria, psicomotricidad o lenguaje (éstas son las áreas más afectadas en casos de epilepsia infantil).
Los problemas de atención es una de las alteraciones más frecuentes en la epilepsia infantil, tanto por la propia enfermedad en si como por la medicación que se emplea para evitar las convulsiones. Así mismo, la memoria también se ve alterada en estos niños, mostrando más dificultades para recordar la información reciente, dificultando así que el niño adquiera correctamente nuevos aprendizajes.
La psicomotricidad de estos niños suele estar representada por una respuesta más lenta ante las diferentes acciones que puede realizar, aumentando considerablemente los tiempos de reacción, y el lenguaje también se encuentra alterado, ya que hablan de una forma mucho más lenta de lo habitual, así como lentitud a la hora de articular los diferentes fonemas. Por otro lado, sólo en casos graves aparecen alteraciones importantes del lenguaje, como por ejemplo disfasia.
Es importante recalcar que el riesgo de que un niño epiléptico presente problemas en su desarrollo cognitivo está relacionado estrechamente a una serie de factores que actúan de una forma conjunta. El primero de estos factores es el origen de la epilepsia, ya que aquellas que tienen una causa conocida tienen mayor riesgo de producir algún tipo de deterioro.
Otro de los factores que condicionan el deterioro cognitivo en la epilepsia infantil es la edad, siendo aquellas que aparecen más tempranamente las que ocasionan un mayor daño, entre varias cosas porque la formación de las conexiones se ve más afectada o porque la aparición de las crisis puede hacer que el pequeño tenga que faltar durante un tiempo prolongado al entorno escolar.
El tiempo de duración de la enfermedad también influye, ya que cuanto más dure más probabilidades hay de que aparezca algún tipo de alteración o deterioro cognitivo porque se lesiona una mayor parte del cerebro, necesitando a su vez un tratamiento más intensivo que también influye.
La frecuencia y tipo de crisis son dos de los factores que también están involucradas en el posible deterioro cognitivo. Las crisis generalizadas y las crisis complejas tienden a ocasionar un mayor daño; así mismo, cuanto mayor sea el número de crisis, más grande es el riesgo de que se produzcan problemas en el desarrollo de las capacidades cognitivas.
Finalmente, la localización del foco epiléptico influye en el desarrollo cognitivo del niño, siendo aquellas localizadas en el lóbulo frontal (en la parte anterior del cerebro) las más frecuentes de las epilepsias parciales.
Un factor controvertido es el de los tratamientos farmacológicos de las epilepsias infantiles ya que, si bien los medicamentos pretenden mejorar la calidad de la vida de los niños con esta enfermedad, el que se la primera medida de acción terapéutica para poder controlar las crisis se ha relacionado muy directamente con un aumento en el riesgo de presentar dificultades y alteraciones cognitivas.
Esto se debe a que estos medicamentos tienen un efecto sedante sobre el sistema nervioso del niño, comprometiendo de este modo ciertos procesos cognitivos (especialmente los relacionados con la atención y la memoria). No obstante, actualmente se está investigando para poder realizar fármacos antiepilépticos que, administrándolos en niveles controlados y adecuados, disminuyen el riesgo de alterar las habilidades cognitivas del niño. Lo que hay que tener en cuenta es que independientemente del fármaco, la dosis influye en el riesgo del deterioro.
Ya hemos visto cómo influye la epilepsia infantil en el desarrollo del niño, por lo que ya podemos pasar a hablar próximamente sobre los diferentes tipos de tratamiento. No obstante, debemos recalcar que el tratamiento sólo es verdaderamente efectivo cuando se tiene en cuenta la interacción de los factores personales y sociales.
Foto | 信心謙怡 en Flickr En Bebés y más | Factores de riesgo para los problemas de aprendizaje, Bob Espanja podría retrasar el aprendizaje de los niños, Epilepsia infantil: ¿qué es?, Las cuatro leyes del desarrollo.